Imitó el gesto de asco que se dibujaba en mi cara hacía solo unos segundos, y me giré, dándole la espalda, para dejar el vaso en el fregadero.
Él no se separó ni un milímetro, y le tuve que dar un pequeño empujón cuando, al darme de nuevo la vuelta, hice el amago de irme, dejándole con la palabra en la boca.
Pero parece que no iba a ser tan fácil escabullirme.
Me agarró del brazo, y suspiré pesadamente.
- Joder, qué coño quieres. - le dije, enfadada, volviendo a mirarle los ojos.
- ¿Qué coño te pasa?. - me dijo en el mismo tono, y visiblemente frustrado.
- Que no me pasa nada, ¿Cuántas veces te lo tengo que decir?. - tenía que controlarme si no quería que todos me escuchasen desde el salón.
- No mientas, _____. Te conozco lo suficiente, y no sé por qué, pero estás enfadada conmigo. ¿Tanto te cuesta decírmelo?. -
¿Por qué de repente parecía preocuparse tanto por mí, y porque me estuviese distanciando?.
Eran este tipo de cosas las que me confundían, y era lo que menos necesitaba en estos momentos.
- ¿Te he hecho algo?. En serio, si algo te ha molestado, te pido perdón, pero es que no entiendo nada. -
Ya no sonaba tan enfadado, y mi enfado también comenzaba a disiparse, lo que no era bueno, no ahora.
Prefería estar enfadada que sentirme vulnerable.
Al menos, estando enfadada, era más capaz de ignorarle, pero ver cómo se preocupaba, empezaba a resultarme adorable, y eso sólo sumaba puntos al problema.
Sí. Que me gustase Jesús Oviedo era un problema.
Un gran problema.
Volví a suspirar y cerré los ojos un momento, intentando aclarar un poco mi mente.
- No es nada, Jesús, en serio, son cosas mías. Pero me jode que me vengas con tonterías. Acabo de conocer a David, ¿En serio crees que puede gustarme?. -
- No sé. - dijo bajando la mirada. - Creo que a él le gustas. -
No había forma de entenderle.
Por un momento pensé que debería estar bromeando, pero no había ni un ápice de humor en su voz, y me estaba confundiendo.
Era todo tan extraño.
- Él también me conoce de hace unas horas, y si fuera Miranda Kerr, entendería que se hubiese enamorado perdidamente de mí, pero no es el caso. No le gusto, ni voy a gustarle. -
- ¿Por qué no?. - me dijo, mirándome a los ojos.
- ¿Por qué sí?. - le desafié.
Relajó la mirada, y entreabrió la boca.
Parecía que quería decir algo, pero no emitió palabra.
Esperé unos segundos, y nada.
- ¿Ves? No hay razones por las que pudiese gustarle, así que, quítate esas gilipolleces de la cabeza. -
ESTÁS LEYENDO
«Acércate porque te odio.» - Jesús y Tú - Gemeliers
Fanfic______ es una chica de 17 años que acaba de volver a la rutina después de un verano bastante aceptable. Vive con sus padres, su hermano, y su hermana. Siente adoración por sus tres mejores amigas, de las que apenas se separa, y aunque la vuelta a l...