En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución mental o centro de reinserción social al que puedas ir por ti mismo. Acércate al mostrador frontal con una mirada de determinación en tu rostro. Pregunta por ver a El Portador del Éxtasis. La recepcionista no te atenderá de inmediato; en vez de eso ella despertará como de un estupor, deslizará sus brazos sobre el mostrador y deambulará por un pasillo que no habías visto. Síguela.
El pasillo girará y se torcerá de formas que parecen imposibles. Notarás que el aire se volverá más húmedo, y el pasillo se volverá más brillante aunque no parece haber una fuente de luz. Verás una puerta ligeramente entreabierta, y la recepcionista te dejará allí sin decir una palabra. Empuja la puerta, ignorando su capa viscosa.
Dentro del salón habrá una luz blanca, tan alta y brillante como el mismo Sol. Los muros estarán alineados con un estampado floral, el piso estará cubierto de pasto podado, y estará prominente en el centro lo que parece el capullo de una flor, de más o menos la mitad de tu altura.
Un hombre anciano se sentará en la esquina, con los ojos cerrados. No te notará ni a ti ni tu interacción con el salón, con excepción de responder esta pregunta: ¿Qué pasa si muere? El hombre se pondrá de pie, caminará hacia la planta del centro, sintiendo la punta del capullo, y le arrancará un pedazo.
El sonido ahora cesará. Ningún grito saldrá de tu boca, ningún aplauso saldrá de tus manos, incluso las voces de tus propios pensamientos serán silenciadas. Al cabo de unos pocos momentos, una profunda vibración entrará en tu mente. En forma repentina, como el choque de un rayo, el mundo a tu alrededor se estremecerá y retumbará, y tus sentidos experimentarán cada placer físico imaginable. Tus ojos se desharán, y caerás al piso retorciéndote en un gozo orgásmico.
Debes rechazar estas sensaciones, sino quieres quedarte en el piso hasta morir de deshidratación. Debes sólo imaginar el peor dolor que puedas sentir, hunde tus uñas en tu pecho, rásgate a ti mismo hasta sólo enfocarte en el dolor. Las vibraciones se detendrán, y te pondrás de pie. Dentro del trozo del capullo habrá una semilla. Tómala, deja el salón y asegúrate de enfocarte sólo en tus molestias.
La semilla es el Objeto 187 de 538. Plantarla o no, la elección es tuya.
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Los portadores
Horror[No apto para gente sensible, puede contener escenas grotescas] "¿Tu serás uno de los valientes que reúna todos los objetos? ¿podrás soportar cada obstáculo que eso tenga? Solo tu lo decides. Enfrenta tus miedos. Aquí, tu eres el protagonista." Divi...