Los portadores

#468: The Holder of Synchronicity

Ve a cualquier institución mental que haya sido abandonada por al menos cincuenta años justo en el momento en que la hora de las brujas esté a la mitad. Si caminas por la puerta principal y no pasa nada, estás seguro. Sin embargo, no podrás volver a buscar ningún otro Objeto o estarás condenado a fracasar instantáneamente, aunque podría considerarse lo mejor, pues después de todo sobrevivirás. Si caminas y ves que el asilo pareciera estar abierto y pareciera que hay gente trabajando en el edificio, lo habrás hecho correctamente.

Notarás que la gente que trabaja aquí tiene un color pálido enfermizo y parece que irradia luz; todo en el lugar parece ser demasiado brillante y nebuloso como para discernir una forma definida. No hagas caso a la atmósfera y no recuerdes a los trabajadores que están condenados. Ve al escritorio principal y pregunta por un paciente que se haga llamar El Portador de la Sincronía. La recepcionista estará riéndose antes que termines tu petición, mientras su rostro se retuerce lentamente a una máscara horrenda y oblongada de carne disforme.

Sentirás que el sueño bajo tus pies cambia violentamente y caerás al piso. Los trabajadores y los pacientes en el pasillo te verán destellar como si toda la planta se moviera contigo a toda velocidad hacia el final, Te detendrás en una puerta, y el pasillo se encontrará, de repente, vacío.

Podrás mirar solo una vez atrás; si lo haces dos veces, te quedarás eternamente como un paciente en esta avanzada infernal menor. Abre la puerta y da un paso dentro. En la celda acolchada delante de ti verás una figura descalza sentada con una camisa de fuerza en la esquina más lejana, haciendo un sonido que es difícil distinguir si está llorando o riendo. La figura preguntará por tu nombre; deberás darle tu nombre completo. Si no se lo dices todo, el lugar volverá a quedar abandonado y te encontrarás atrapado en este sótano a oscuras sin forma de salir, condenado a morir de inanición en medio de la oscuridad.

Si respondes correctamente, el Holder comenzará a entablar contigo una agradable conversación. Lentamente te darás cuenta que todo lo que el Holder dice es una burla dirigida a ti en cierta sutil manera. Cuando esto ocurra, te darás cuenta que estará jugando un juego. Él ya sabe de tu búsqueda, de los Objetos que has reunido y de los demás Buscadores. Tu mente se inundará de imágenes de todos los Buscadores que hayan decidido conseguir un Objeto en ese preciso momento. Son más de los que crees, cientos de ellos, emprendiendo sus búsquedas al mismo tiempo, algunos iniciándose, otros ya experimentados, pero pronto notarás los patrones que siguen. Todos parecen seguir los mismos instintos, sentir los mismos miedos, a pesar de la sádica variedad de torturas que enfrentan. Sus reacciones, sus golpes de suerte, sus caídas. Todos actúan al unísono, pero verás que solo unos pocos viven al final, y quizá observar directamente las consecuencias de su fracaso sea demasiado para que lo puedas soportar. Si sucumbes, compartirás los destinos de los que hayan fallado junto con ellos, pero aún así estarás solo mientras tu no-vida es colmada de torturas intrincadas por toda la eternidad.

En este punto, deberás preguntar con firmeza al Holder; date prisa, no tiene mucha paciencia con los débiles: ¿Cómo es que están todos unidos?

Él va a contarte sobre los verdaderos secretos del tiempo y los verdaderos poderes del universo, su relación con los Objetos, con Él, y con las hazañas de todos los Buscadores, el cómo ellos afectan su comportamiento y viceversa. La respuesta es tan simple y tan aparentemente obvia, que podría destruir los pilares fundamentales de tu entendimiento si no puedes controlar la asimilación de este conocimiento. Aguanta un poco, y el Holder te dará una armónica. Tómala. Estarás solo en el techo del edificio, por lo que ten cuidado al bajar si no hallas por dónde hacerlo. La armónica tiene unas antiguas inscripciones en un idioma que no parece ser de origen humano.

Esta armónica es el Objeto 468 de 538, y si la tocas, los sucesos comenzarán a ocurrir de la forma en que los planees, pero ya no serás capaz de controlar tus propios deseos.