#428: The Holder of Holes

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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier cementerio a donde puedas entrar durante la medianoche. Busca algún sepulturero que esté cavando una tumba fresca, ve con él y pregúntale si puedes visitar la tumba de alguien llamado El Portador de los Agujeros. Si comienza a reírse, no digas nada, da un paso atrás y ve alejándote de la tumba.

Tan pronto como ya no puedas oír su risa, cierra los ojos y aguanta la respiración hasta que ya no puedas más. Cuando tus pulmones ya no puedan más, abre los ojos y verás una tumba recientemente cavada. Salta en ella, y una de dos cosas ocurrirán. Si golpeas el suelo, comienza a enmendar tu trato con tu dios personal, pues la tumba en breve será sellada contigo adentro. Ahora, si tocas agua, permanece bajo ella, o de lo contrario serás desollado al instante por los seres que habitan entre el agua y la tumba. Evita las convulsiones producidas por la falta de aire y nada hacia abajo, hasta que pases a través de un espacio estrecho. Un vez pases a través de eso, podrás salir del agua.

Bajo ninguna circunstancia mira por donde viniste, pues lo que allí vive puede arrancar tu alma a través de tus ojos con tan sólo una miraba borrosa a su blasfemo diseño biológico.

Una vez estés fuera del agua, verás a un hombre con una comezón incesante, el cual comenzará a rascar frenéticamente sus ropas y su piel hasta sangrar. Nada lo detendrá, y si lo intentas, pronto tú tendrás una comezón insoportable, donde no evitarás rasgar cada trozo de tu cuerpo hasta la muerte, de una forma lenta, horrorosa y dolorosa. El hombre tiene puesto un colgante. Para salir de aquí con vida, deberás preguntarle: ¿Por qué no podemos volver atrás?

Él se detendrá y te mirará sonriendo, mientras sus ojos se derriten para revelar dientes entre las cuencas; mantén la mirada fija en ellos, y no apartes los ojos de allí, sin importar lo terrible que sean las cosas que veas ahí. Mientras su mirada se repliega en la tuya, él le dirá por qué no puedes volver atrás: de todos los puentes que han sido quemadas, todas las líneas cruzadas, todas las posibilidades de perdón despedazadas por Buscadores codiciosos ante un fin que ellos no entendían. Te vas a dar cuenta de en cuántas atrocidades similares te has visto comprometido, pero no bajes la cabeza o siquiera parpadees en vergüenza, estás frente al Holder, y las consecuencias de retroceder ahora serán más grotescas de lo que se puede describir. No digas nada hasta que termines, entonces agradece al hombre y rápidamente ve adelante, donde hallarás otra entrada de agua. Sumérgete en ella y nada rápidamente hasta donde puedas llegar. Una comezón implacable te rodeará, pero evita rascarte, pues aquí hay bestias que se complacen con el sabor de la sangre humana. Pronto perderás la consciencia.

Despertarás en el cementerio, con la primera luz del día, al lado de la tumba en la que lanzaste. Alrededor de tu cuello estará el colgante, el cual ya nunca más te podrás quitar. Si algún día lo haces, te convertirás en el nuevo Holder.

El colgante es el Objeto 428 de 538. Ya no hay vuelta atrás.

Los portadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora