#434: The Holder of the House

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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier cada y pregunta a los habitantes de ella por su Holder. Deberás buscar entre cientos, miles, quizás millones de casas en el mundo para encontrar la indicada. Si por alguna extraña coincidencia la encuentras, las personas dentro sabrán de ti. Pregúntales por El Portador del Hogar. Las personas mirarán a los lados y te señalarán que entres.

Cuando estés dentro, no trates de hallar sentido a tus alrededores, a menos que quieras que tu cerebro literalmente explote. Podrás mirar a cualquier lugar que esté bañado en luz, sin importar qué tan tenue sea, pero no mires hacia los lugares oscuros, ya que estarás tan fascinado, y por lo tanto distraído por lo que se encuentra allí, que nunca podrás salir. También se te advierte que no debes enfocarte en nada por mucho tiempo; El Hogar sabe que estás de visita. Serás recibido con una palmada en la espalda. Podrá ser un hombre, una mujer, un niño o lo que sea; no muestres miedo, sorpresa o decepción en respuesta, pero siempre mira a la persona con la que hablarás. Pregúntale directamente: ¿De qué está hecha Su verdadera morada? Esta historia no te causará terror, pero va a fascinarte más allá que cualquier otra. Es mucho más que un curso intensivo de arquitectura: describe cómo un hogar puede ser consciente, aunque no parece demostrarlo.

La prueba de este Holder es simple, pero un poco dificultosa: en cierto punto durante la historia, algo en uno de los muros se moverá. Cada Buscador reporta que ha tomado lugar en un muro distinto, en una zona distinta, así que permanece alerta. No quites los ojos de los del Holder mientras esto ocurra. Si miraste a aquello en el muro, te tirará y arrastrará hacia la zona oscura, en un reino más allá de todo, y será la última vez que se sabrá de ti. El Holder terminará su historia con estas palabras: "Por lo tanto, está en todas partes". En este punto, el Holder irá a la cocina para traer el Objeto. Otra vez, todos los escasos Buscadores que han logrado dar con la casa han advertido de cerrar los ojos una ver el Holder se pone de pie. Nadie sabe lo que sucede cuando el Holder abandona la sala. No opongas el movimiento casi innato de tus manos cuando el Holder regrese y ponga en ellas un pequeño y frío objeto metálico en tus manos.

El pequeño rubí incrustado en un tenedor es el Objeto 434 de 538. Ellos están cansados​​. Están hambrientos. Y quieren volver a casa.

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