#126: The Holder of Isolation

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En cualquier cuidad, en cualquier país, ve a cualquier edificio residencial a donde puedas llegar. Cuando alcances el escritorio principal, pregunta si puedes ver a quién se hace llamar El Portador del Aislamiento. Si no hay ningún escritorio principal, usa el timbre y pide por ver la vigésima sexta habitación a la venta, donde aparecerá el conserje.

En cualquiera de los dos escenarios, el conserje te guiará escaleras abajo por un pasadizo que no estuvo ahí antes. Pronto llegarán a una puerta, y el empleado la abrirá para ti. No entres, más bien, mira el interior. Pide al trabajador que cierre la puerta y que te deje solo. Si él insiste que entres, tienes dos opciones: esperar a que el trabajador revele su verdadera forma, o caminar a través de la puerta y consumirte por los horrores que yacen allí. De cualquier forma, tu viaje terminará aquí. Si el trabajador te obedece, espera a que esté fuera de alcance. Asegúrate de estar solo cuando abras la puerta.

Más allá de esa puerta habrá una reunión en un apartamento de gran altura con vista a la ciudad capital de cualquier región en que te encuentres. Te darás cuenta que todos aquellos a quienes amas estarán presentes en esa habitación. Amigos, familia y seres amados, todos recibiéndote con los brazos abiertos. Habla con ellos como si fueran reales, ríete con ellos, cuenta viejos recuerdos con ellos. Trátalos con respeto, y ellos harán lo mismo contigo. Hacer algo menos resultará en un castigo mucho peor que cualquier mortal puede concebir.

Uno a uno, los invitados se excusarán, diciendo que deben ir a algún lugar. No los detengas por nada, pues ya te han obligado lo suficiente. Lentamente, el lugar se vaciará de gente, y en poco tiempo los únicos que quedarán en el apartamento serán tú y la persona que más amas. Aprecia el tiempo dado, pues eventualmente también se irá, y necesitarás reunir cada onza de fuerza mental para la prueba que viene.

Incluso si esto no es real, sabrás que será lo suficiente como para ser emulado en su contraparte en la vida real. Aquí puedes decir todo aquello que te gustaría confesarles, pero asegúrate de que les das el debido respeto. Cuando ellos hagan un gesto para irse, permíteselos. No hay vuelta atrás ahora.

Tan pronto como cierren la puerta, todo se tornará negro lentamente. Serás libre de hacer lo que quieras aquí: gritar, entrar en pánico, o estar calmado, es tu decisión. Una vez todo se haya desvanecido, no hay nada más que hacer que esperar.

Estarás allí lo que parecerán semanas, meses, o incluso años, en esta oscuridad. Comenzarás a perder a aquellas personas que te rodean pronto, y con el tiempo sentirás su calidez y escucharás sus risas otra vez. Sentirás la pertenencia al estar con ellos, pero ahora, estás solo para defenderte de esta oscuridad. Comenzarás a buscar a alguien, a quién sea, para que te acompañe en este momento difícil, pero sólo la oscuridad te dará la bienvenida en cualquier dirección.

No sentirás hambre, ni sed, pero sí el cómo la energía se drena de ti cada segundo. Este reino no te permitirá dormir, e incluso si lo intentas, no serás capaz de conciliar el sueño que temporalmente te haga olvidar tu soledad. Muchos antes que tú no pudieron soportar este sentimiento y son todos parte de esta oscuridad ahora, y no esperan nada más a que te les unas, pero sus deseos nunca serán satisfechos.

Otra vez, serás libre de hacer lo que quieras aquí, pero terminar con tu vida sólo te permitirá formar parte de la oscuridad con aquellos que vinieron antes que tú para toda la eternidad. Ponte firme, y eventualmente verás un punto de luz en el horizonte, que te proveerá de un contraste sorprendente con el mundo sombrío en el que has existido. Tan pronto como lo veas, cierra los ojos y pregunta: ¿Es así como se sienten? Espera durante unos tres minutos antes de abrir los ojos.

Si la luz se desvanece, y la oscuridad te rodea de nuevo, siéntate y relájate. Tu viaje ha terminado, y esta oscuridad será ahora tu hogar por toda la eternidad.

Pero si tienes suerte, cuando abras tus ojos estarás fuera del complejo inmobiliario. A tus pies estará un cuadro, y dentro de él, una foto tuya y de la persona que más amas, abrazándose en el apartamento. No dejes que nadie la vea, sin embargo, de algún modo se preguntarán sobre el origen de esa imagen.

El cuadro con la foto son el Objeto 126 de 538. Has sentido su dolor, ahora debes poner fin a su sufrimiento.

Los portadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora