Los portadores

#480: The Holder of Paranoia

En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier casa que esté considerada como "maldita", un día viernes 13 de octubre. Allí, caerás en el estado mental dominado por un miedo primitivo, alimentado por una sensación de ser observado, seguido, o que tendrás a un agresor potencial directo sobre tus hombros. No confundas esto con mera paranoia, porque si ese es tu único pensamiento, entonces nunca sabrás lo que te golpeará por detrás.

Cuando este aparentemente irracional miedo te alcance, piensa en aquello que más temas. Quizás haber obtenido el Objeto 479: El Tatuaje de la Eisoptrofobia lo haga muy, muy difícil, así que tendrás que prepararte. Una vez tengas claro ese pensamiento, visible en tu mente y puedas sentirlo casi como si estuviera a punto de pasar, date la vuelta y golpea tan fuerte como puedas detrás tuyo. Si al girar caes sentado en el suelo, quédate allí, pues luchar solo hará a tu destino mucho peor. Ahora bien, si golpeas algo, observa cuidadosamente la forma de la criatura que has golpeado. Tendrá el aspecto de alguien querido por ti. Te preguntará por qué le has golpeado, te dirá que te vayas, pero no lo hagas. Aquí es donde los débiles de corazón no serán necesarios, pues tu golpe inevitablemente matará a la criatura, y aquello a lo cual haya usurpado su aspecto desaparecerá de la existencia a partir de ahora. Deberás decidir si vale la pena o no ir por este Objeto.

Cuando la criatura muera, explotará en un resoplido de humos, dejando un horrible hedor que deberás inhalar tan profundamente. Te ahogarás, tu cuerpo haciendo todo lo posible por expulsarlo, pero mantén la respiración y evita toser. Caerás inconsciente. Despertarás detrás de la persona, retornada de la existencia, en un gran calabozo. Tu prueba será torturar a esa persona a través de sus miedos. Inmediatamente, sabrás todo a lo que teme esa persona, y tendrás el poder de aprovecharlo a tu favor. Tendrás que provocarle terror de todas las formas posibles, y aprovecharte de sus miedos, hasta que se vuelva completamente loca. Si lo haces bien, la persona tomará cualquier objeto punzante y se perforará los ojos. No te alarmes, podrás deshacer sus heridas de la siguiente forma.

Cuando la persona caiga al suelo, toma el objeto que haya usado, el cual se convertirá en una daga elaborada, con una gema roja pulsante en la empuñadura, y una cavidad en forma de ojo en medio de una larga y ancha hoja. Deberás tener cuidado ahora, pues si haces algo mal, la persona morirá y volverá a desvanecerse de toda la existencia, y el Holder se rehusará a verte. Tendrás que cortar en el pecho de la persona lo suficiente profundo para que la cavidad del ojo se cubra de sangre, pero si te pasas aunque sea un milímetro, estarás acabado. Probablemente estés nervioso ante los repentinos gritos y siluetas que verás por todas partes, acosándote y hostigándote, sintiéndose como que fueran a entorpecer tu trabajo en cualquier momento. Mantén el control.

La persona despertará, con todas sus heridas sanadas, pero un poco intranquila. Rápidamente, cierra los ojos y apuñala a lo que tengas detrás. Si la daga se hundió en algo, suéltala rápidamente y no abras los ojos hasta que caiga al suelo, luego vuelve a intentarlo. Si no hay nada detrás, espera un poco. El Holder se estará manifestado ante ti y la otra persona. Su forma no es física, o al menos no del todo. Te sentirás cada vez más acosado, observado, incómodo y en peligro de ser atacado en el momento menos esperado. Estas sensaciones podrían sobreabrumarte y dañar tu mente, tales son las maneras del Holder. Él existe como la paranoia misma, y la otra persona lo sentirá también. Un par de ojos, que parece miran a través de tu propia alma, se alzarán entre la locura, por tu visión periférica, cambiando de posición y acercándose amenazantes.

Dirígete a esos ojos y pregunta: ¿Por qué se esconden?

El Holder te hablará de cada proeza de sigilo, buena o mala, que haya sido realizada por cualquier criatura o alma, natural o no. Oirás sobre violaciones, asesinatos y robos que sorprendieron a sus víctimas. A medida que te cuenta su historia, te sentirás cada vez más afligido ante el repentino aumento en estímulos, pero no te distraigas ni un poco, o el Holder se incomodará y te dejará allí, a ser devorado por tu propia expectación. Resiste, y cuando termine, te dirá: "El que no lo veas no significa que no exista". Parecerá que se aleja, pero podrás sentir que pronto intentará atacarte. Rápidamente, clava la daga en uno de sus ojos, los cuales estarán cada vez más a tu alcance. Oirás un grito ensordecedor, y pronto todo se llenará de humo. Respíralo y mantenlo en tus pulmones, para poder salir de este mundo. Quedarás inconsciente de nuevo, pero ya estarás a salvo, aunque quizá la otra persona no...

Despertarás en tu cama, con la daga en tu mano. Estará amaneciendo, y es probable que recibas una llamada de aquella persona, sobre un sueño perturbador que te involucra. Ahora, esa persona estará agitada y temerosa por el resto de su vida, a menos que sienta que tú estás cerca. Mientras poseas la daga, podrás ver todo aquello que hace a la humanidad paranoica, por insidiosos o discretos que sean sus demonios. También se acentuará tu propia paranoia, pero podrás calmarla cortándote con la daga. Ten cuidado, ahora tú los ves a ellos, pero ellos te ven a ti, y si te sorprenden autoflagelándote, no querrás saber lo que ellos podrán hacerte.

La daga es el Objeto 480 de 538. ¿El conocimiento de su existencia es mejor que vivir en la ignorancia?