#392: The Holder of The Mist

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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a la pileta o lago más cercano durante una noche nublada. Apunto tu dedo tres veces al cielo y exige que las nubes desciendan. Si han respondido a tu llamado, y una niebla se comienza a formar en el agua, permanece quieto. Si no, entonces lánzate al agua y quédate allí hasta que ya no puedas respirar. Si no has muerto cuando salgas del agua, podrás intentarlo luego de la siguiente luna llena.

Camina adelante, no temas al agua, pues no tocará tus pies. Mientras te adentras más en la niebla, horribles gritos alcanzarán tus oídos. Rugidos de animales nunca vistos por hombres rasgarán el aire, pero no temas, mientras estés en la niebla nada te tocará. Si el espesor de la bruma baja, rápidamente camina en otra dirección: estar expuesto ahora implicaría una muerte segura.

Luego de lo que parecerán horas, rayos de luz perforarán este nebuloso mundo. Sigue caminando hasta que emerjas en un vasto desierto árido. Habrá un hombre moreno con un turbante sentado al lado de un cactus grande. No te acerques a él, debes estar allí, quieto, bajo el sol implacable, sin agua hasta que aparezca una planta rodadora. Esa es tu señal para acercarte.

Hay sólo una pregunta que hacer aquí: ¿Qué sucede cuando ya no pueden ver nada más?

El hombre gruñirá, y sacará un odre del interior de su turbante. Si él bebe un poco del odre, entonces prepárate para morir lentamente de deshidratación. Pero si te lo entrega, derrama un poco del líquido que contiene y la bruma regresará. Camina dentro de ella y no te detengas hasta que reaparezcas en el cuerpo de agua al que fuiste.

El líquido del odre nunca se acabará, y por medio de la bruma podrás ir a cualquier cuerpo de agua en las cercanías.

El odre es el Objeto 392 de 538. Cuando no puedes ver, el único camino que queda es ir adelante.

Los portadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora