Sección 01: Caddia, Abadón y el Imperio Occidental del Caos
Durante las primeras oscuras décadas de los diez mil años de dolor, antes que la esperanza feneciera por completo, las fuerzas del Saqueador hicieron su jugada. Mientras toda la galaxia convulsionaba ante el terror y el sufrimiento, Abaddón y su 20° Cruzada Negra, final e irrevocablemente, derrotaban al bloqueo Imperial alrededor del Ojo del Terror. Finalmente, Cadia caía ante sus fuerzas. Bestias, demonios, locos y monstruosos Astartes se esparcían sobre cada mundo en los sistemas que rodeaban la grieta en la realidad. Aunque algunos puntos focalizados de resistencia se mantuvieron firmes mucho más de lo esperado, cada bastión Imperial, Fortaleza Inquisitorial y Capítulo de Marines Espaciales fue superado en esos siglos de aflicción.
El Imperio se había extralimitado a sí mismo, y Abaddón lo castigó por su laxitud, tallando un dominio que se extendía por casi todo un Segmentum. Sin embargo, de toda la miríada de mundos que Abaddón conquistó, ninguno era más preciado para él que el mismo Gran Bastión: Cadia.
Cadia fue un símbolo de su último triunfo sobre los Altos Señores de Terra, y su desafío a sus débiles intentos de contenerlo. Aunque el mundo había ardido ante la barbarie y la matanza, Abaddón, posteriormente, reforjó el planeta en algo completamente distinto. Reparó las Kasrs desmanteladas, formidables fortificaciones admiradas por Abaddón. Él había aprendido a respetar sombríamente a Cadia, pues le había repelido una y otra vez en los milenios pasados. Él rehizo a Cadia a un oscuro y retorcido reflejo de su antigua gloria. El Saqueador deseaba mostrar a todos que, aunque el Caos era un destructor y deshacedor de cosas, podía representar también la gloria y la creación.
Se construyeron enormes estandartes y arcos triunfales por incontables esclavos, laboriosos y quebrados. Estatuas de grandes Príncipes Demonio y Marines Espaciales del Caos se alineaban en los bulevares y las avenidas. La Imperial Aquila permaneció a vista de todos, pero cada una fue cuidadosamente decapitada, tallando la estrella de ocho puntas del Caos en lugar de sus cabezas gemelas.
Aunque muchos Cadianos habían sido asesinados durante las primeras semanas de la invasión, algunos habían sobrevivido. Los Kasrkin caídos y soldados traidores, numerados en solo un puñado de cientos, fueron dejados vivos por Abaddón. Él les prometió regalos maravillosos y poder, pero exigió que crearan para él una fuerza como los viejos regimientos cadianos. Así, los deformados habitantes de la Nueva Cadia se vieron forzados a aprender el arte de la guerra, desde los antiguos remanentes de los Cadianos Traidores originales. Estos nuevos 'Cadianos Oscuros' fueron llamados simplemente como 'los Despojados'. Eran de élite, brutales y totalmente leales a Abaddón, a quien veneraban como portavoz de los mismísimos dioses del Caos.
Inevitablemente, luego de la derrota de los Imperiales, la caótica alianza se fracturó, pues cada una de las Legiones y bandas de guerra luchaban entre ellas, con cada Señor o Príncipe Demonio deseando la dominación sobre los demás, igualmente arrogantes y egoístas, líderes de las partidas de guerra rivales. Abaddón no era diferente, y se unió a la lucha, buscando consolidar su reino de locura caótica en un nuevo Imperio Oscuro. Muchos de sus rivales, en particular los Primarcas Demonio Angron y Perturabo, estaban disgustados con Abaddón pues él buscaba traer el orden al sagrado caos de su situación actual. Forjaron una alianza, y le declararon la guerra al Imperio Oscuro de Abaddón. Esta declaración de guerra fue un error de cálculo por parte de los dos Primarcas. Esto obligaría a las demás partidas de guerra del Caos a escoger bandos.
Los Portadores de la Palabra, en mayor parte, se unieron a Abaddón casi instantáneamente, pues sus visiones de un Imperio Oscuro coincidían con las suyas en cierta medida. Esto trajo un considerable número de Marines bajo control de Abaddón, y los Portadores de la Palabra trajeron consigo además una cantidad verdaderamente impresionante de soldados-esclavos y adoradores. La Legión Negra, por supuesto, se alió con Abaddón, pues serían los más beneficiados ante su ascendencia a gobernar este reino del Caos. Las demás Legiones, completamente descentralizadas por miles de años de desconfianza y guerra civil, formaron partidas de guerra, no adjuntándose a ningún líder en particular. Cambiaban de bando entre la alianza de Angron y Perturabo y el reino de Abaddón casi anualmente durante el combate, aunque la gran mayoría de partidas de guerra siguieron a Abaddón en algún momento. Además, donde la mayoría de las fuerzas de vasallos humanos controlados por la alianza de Angron y Perturabo eran simplemente turbas de mutantes y milicia cultista, Abaddón había creado la gran fuerza de 'los Despojados', cuyos números aumentaban intensivamente mientras reclutaba más y más Soldados de la Guardia traidores, desde la misma Cadia o desde otros planetas, desesperados una vez más por algo de disciplina militar.
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Los portadores
Horror[No apto para gente sensible, puede contener escenas grotescas] "¿Tu serás uno de los valientes que reúna todos los objetos? ¿podrás soportar cada obstáculo que eso tenga? Solo tu lo decides. Enfrenta tus miedos. Aquí, tu eres el protagonista." Divi...