#84: The Holder of Dreams

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En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a cualquier institución de salud mental o centro de rehabilitación en que puedas llegar por ti mismo. Al llegar a la recepción, pide visitar a alguien que se hace llamar El Portador de los Sueños. La persona detrás del mostrador te mirará con ojos penetrantes, diciéndote que esa persona no está allí. Pregúntale a él o a ella, dónde puedes encontrarlo, y te será entregada una llave con un número en ella.

Sal del edificio, en la calle, ve hacia el norte. Si la calle no va al norte o al sur, ve hacia el este, hasta que la calle gire hacia la izquierda, y puedas dirigirte hacia el norte. Sigue caminando hasta que veas un hotel. Tal vez nunca has oído hablar de él, tal vez nunca te diste cuenta de que estaba allí, pero este es tu destino.

Entra en el hotel, no hables con nadie, ni respondas a ninguna pregunta por parte del empleado en la recepción o de los huéspedes. Mira el número de la llave, y encuentra la puerta del dormitorio a la que pertenece. Una vez que la encuentras, abre la puerta. Entra en la habitación, y cierra la puerta.

Tendrás que esperar al menos hasta el atardecer, cuando las primeras estrellas aparezcan en el cielo. Apaga tu celular, no enciendas el televisor, y deshazte de cualquier objeto que pueda producir sonidos. Sin cambiarte de ropa, acuéstate en la cama, y cierra los ojos. Incluso aunque no tengas sueño, tu mente se apagará, y dormirás pronto. Piensa en cosas buenas mientras mantienes los ojos cerrados, pues si llegas a pensar en algo malo o a sentir miedo, será demasiado tarde. Ellos sabrán que estás ahí.

Si todo va bien, te despertarás a la mañana siguiente. Sal del hotel sin dar explicaciones, vuelve a tu casa y reanuda tu vida, pero debes estar preparado. Has completado, sin saberlo, un pacto. Aceptar este camino traerá horribles consecuencias.

Tres personas que conoces van a morir en los próximos días. Van a morir de una forma tan horrible y repugnante que jamás hubieras imaginado que fuera posible. Ante esto, debes reaccionar de una forma normal, como si no supieras que pasaría. Ve a los funerales, llora por ellos. Continúa con tu vida. No trates de volver al hotel o al asilo, o será lo último que harás, y al conocer tu destino, desearás morir de la misma forma en la que murieron aquellas tres personas cercanas a ti. Pues eso sería menos horrible.

Después de una semana (siete días completos) verás la muerte de la tercera persona. No habrá manera de evitarlo. Será la persona que tu más quieres, y no importa cuánto intentes quedarte solo aquel día, aquella persona irá hasta ti, sin saber lo que le espera. No importa cómo llegará a donde estés, aquella persona estará ahí. Cuando esto ocurra, serás incapaz de salvarla, no debes evitar ver su muerte o cerrar los ojos, pues si lo haces, sufrirás su misma suerte. Será como si la Legión del Infierno haya llegado a consumir a tu ser amado en el dolor, la agonía y la desesperación hasta el último aliento.

No debes gritar, o reaccionar. Sólo mirar. Cuando todo haya terminado, cuando no quede nada, mas que el cadáver mutilado del ser a quién tanto quieres, sentirás que una mano toca tu hombro. No des la vuelta, o aquel ser se aferrará a tu cuello, y tu muerte será lenta y dolorosa. La figura detrás de ti, preguntará: "¿Lo disfrutaste?"

No contestes. En su lugar, pregúntale: ¿Cómo puedo proteger a mi ser querido?

La mano sobre tu hombro se elevará y apuntará al cadáver. Acércate a él, y verás una tenue luz que viene desde el interior de su pecho ya en descomposición. Agáchate y quita un pequeño dije plateado de su carne. No te preocupes en comprobar si es como has oido que es, ya que nunca es el mismo para cada persona. Una vez que hayas hecho esto, se escuchará un grito agudo, y el suelo bajo tus pies se desvanecerá. Manten bien agarrado el dije, no lo sueltes, o caerás en la oscuridad.

Despertarás en la habitación del hotel. Consulta el calendario. Esos siete días fueron un sueño. No pasó nada en absoluto, y tus amigos y familia están sanos y salvos. Sin embargo, tú tendrás el dije en tus manos.

El dije es el Objeto 84 de 538. Dáselo a quién tu más quieres, podría ser su única esperanza de salvación para lo que se viene.

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