Estix #2 |Niall Horan.

10 'Un día con Niall'

Han pasado dos semanas completas desde que "La trampa" de Loki altero las cosas por aquí. Mi relación con Harry ha mejorado una vez que hablamos de todo lo que debíamos. Primero, si es un mujeriego, pero me ha mencionado algo, sobre una chica que según él lo está ayudando a sentar cabeza. No deja de repetirme que el baile de su padre será este sábado, para lograr que quede tranquilo le he dicho que iré con Zayn, la noticia no le ha agradado, pero tiene más que claro que no podrá hacer nada para que cambie de opinión.

Zayn es realmente una buena compañía, solemos pasar tardes enteras observando por la ventana sin decir nada. Me comenta que Niall suele mostrarse un tanto celoso, pero yo no creo mucho en eso. Menciona que ha estado a punto de romper su cara en más de una ocasión, estoy segura que exagera.

Por otro lado, el rubio no ha tenido mucho contacto conmigo, tampoco ha mostrado cambios, sus miradas suelen ser hirientes, en la mayoría de los casos. No hemos tenido un contacto directo, más que alguna palabra cortes o necesaria.

Las misiones de los vengadores son más constantes de lo que me gustaría. Pero no suelen dejarme sola, Harry, Bruce, Clint, Steve y Zayn, se turnan para acompañarme en esas largas tardes, que aunque no lo son, para mí se hacen eternas.

El miedo y la incertidumbre me bombardean día tras día. Siempre me preocupo hasta que veo a todo el equipo reunido y sé que están bien, las pistas de Loki son efímeras, casi inexistentes. Comienzo a pensar en que es invisible o algo así.

La alarma ha sonado hace un par de horas, aun me pregunto quién se quedara conmigo esta vez. Quizá se han cansado de cuidarme y han notado que no lo necesito, puesto que Loki no ha tratado de llegar al Helicarrier de nuevo.

Me levanto de la cama, quiero ir por algo de comer, además, necesito ver que pasa en el perímetro, no he escuchado nada y nadie ha venido a comentarme que ocurre.

Coloco unos zapatos para cubrir mis pies del helado y antiséptico piso de S.H.I.E.L.D. camino sin mucha prisa y trato de detallar todo, esperando que algo me dé una pista sobre lo que está ocurriendo.

Voy fundida en mis pensamientos, no levanto la mirada, ahora tengo bastantes conocimientos de la base, la he recorrido completa un par de veces. Siento que choco contra algo blando y gigante, unos brazos me toman con fuerza y evitan mi prominente caída.

Mis ojos no quieren encontrar los suyos, se quién es. Pero no quiero ser despreciada, de nuevo, no por él.

Tiemblo un poco, pero despacio levanto mi rostro, mis mejillas se tiñen con rubor cuando él me mira, me observa de una forma algo extraña, veo un poco de diversión en sus ojos, pero inmediatamente me suelta.

- ¿Dónde están los demás? -inquiero mirando al suelo.

-Están en una misión.

- ¿Y tu porque no? -la pregunta salta antes de que pueda contenerla.

-Debo cuidarte -suelta de una manera suave, no percibo rasgos de molestia en sus palabras.

-Supongo que eso te molesta -declaro él solo se encoje de hombros -De todas maneras, no te preocupes por mí. Estaré en mi habitación -Me giro y le doy la espalda, no recuerdo a donde iba antes de estrellarme con él, pero decido irme por lo seguro y regresar a mi cuarto.

-Espera -dice en mi espalda -A decir verdad, Fury tiene un trabajo para ti.

- ¿Para mí? -inquiero incrédula.

-Sígueme -es lo único que dice. Obedezco y camino detrás de él, sin hablar.

Me lleva hasta la oficina del mandamás, está vacía. Dentro las paredes blancas le dan un ambiente algo pesado al lugar. Sobre su mesa hay varias cajas, camino hacia ellas y miro con disimulo, veo una gran cantidad de fotografías, pinturas, lienzos y oleos de varios colores.