Prefiero dejar el tema atrás, nunca he sido buena para mantener a raya mis sentimientos mucho menos para explicarle a alguien acerca de estos, sobre todo cuando los míos están hechos una porquería.
– ¿Crees que aún lo amas? –suelta de repente, nublando aun más mis pensamientos.
–No estoy segura –hablo, honesta –Es complicado de responder, sobre todo cuando no sé cuáles son sus sentimientos.
– ¿Dudas de ellos?
– ¿De sus sentimientos?– Él asiente –Quizás –murmuro desganada.
–Yo podría apostar a que él todavía te ama.
–De ahí viene el problema, si me ama todo se convertirá en un círculo vicioso, donde de nuevo volverá a dejarme.
– ¿Por qué estas tan segura?
– ¿Por qué preguntas tanto? –respondo con una pregunta.
–Vamos, responde –insiste y en su voz siento necesidad por saberlo, una necesidad real.
–Niall es el rey de Asgard, no creo que necesites un argumento más.
Él no habla, estoy más que segura de que Zayn ha entendido el porqué de mi confusión.
***
–Volvamos –dice después de un largo tiempo sin hablar, creo que paso casi una hora.
–Esto no fue nada divertido –digo pensativa –Lo lamento.
–Fue reconfortante –murmura –me agrada tu compañía.
–A mí me gusta estar contigo, también –expreso sincera. Me levanto y lo guio hacia un pequeño puesto de helados. El helado alegra hasta los momentos más tristes.
Hay una pequeña fila, debemos esperar que pasen al menos cinco personas para que nuestro turno llegue. El vendedor pregunta el sabor para nuestros helados, pido frutos rojos y giro mi rostro para que Zayn elija. Lo veo confuso, no creo que sepa lo que es un helado.
–Para él uno de vainilla –por un momento pienso en el chocolate, pero no quiero introducirlo en esa pequeña obsesión.
El vendedor nos entrega los helados, pago con el poco dinero que aun tengo en mi poder y ordeno a mi compañero sentarse en el césped. Da una probada a su helado y veo como cierra los ojos, haciendo un gesto exagerado de gusto por el postre.
–Esto es delicioso –prueba de nuevo –Dame del tuyo –ordena cual niño pequeño, no se lo niego él prueba mi helado y suspira –Es lo mejor de este mundo, de todos los mundos –señala moviendo sus brazos con fuerza. Se encoje y prueba otro poco, no termina de demostrar su asombros hasta que ha desaparecido hasta la más mínima señal de galleta o helado que hubiera pasado por sus manos, me compadezco, quiero comprarle otro, pero mis reservas de dinero son mínimas, le entrego el mío, no he comido mucho. Él ha sido tan rápido en devorar el suyo que mi postre aun está congelado, como agradecimiento me otorga una sonrisa.
El ocaso ha llegado, las personas están regresando a sus casas, son remplazadas por trabajadores que transitan de un lado a otro, portando bolsos, maletines o algún teléfono celular.
–Es mejor que volvamos, quizás ellos ya llegaron –propongo, he mirado hacia el cielo varias veces, pero no he visto cambios. Mis teorías son que realmente se toman enserio eso de que la gente no vea el Bifröst, algo estúpido, ahora que todos saben de la existencia de los héroes.
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Estix #2 |Niall Horan.
Hayran Kurgu«No me pidas que trate de dormir cuando mi insomnio lleva tu nombre.» Segunda temporada de "El hijo de Thor" 2015