Estix #2 |Niall Horan.

2 'Convénceme'

Al despertar busco unos jeans y una playera fina, blanca. Por suerte no debo vestirme de traje, detestaría eso. Pero para darme un toque profesional, decido ponerme un pañuelo de seda en mi cuello. Desayunaré luego, no hay problema, salgo y tomo un taxi hacia la oficina, sin esperar una fiesta, ahora que lo pienso, su excusa fue un poco tonta.

-Buen día, Em.

-Lizzy -dice y baja la mirada.

-¿Volverás a taclearme?

-Claro que no -suelta y ríe.

-Iré a mi oficina -Ella trata de decir algo, pero cierra la boca y asiente.

Subo por la escalera, al entrar en la oficina, la puerta del señor Astori está cerrada, no me molesto en tocar, nunca lo he hecho y a él no le molesta.

-Buen día, señor As... -mi boca cae abierta, mis ojos se salen de sus orbitas y todo mi cuerpo tiembla.

-Señorita Hamilton -dice el hombre que delante de mi jefe me sonríe. Yo retrocedo hacía la puerta sin perderlo de vista. Mi corazón comienza a latir con prisa y antes de que pueda cambiar de opinión corro, corro con fuerza, sin mirar atrás, sin importarme a quien me lleve por delante. Me siento desesperada, y al bajar del quinto piso al primero mis pulmones me gritan que me detenga y mis piernas no quieren moverse más, giro, nadie viene detrás de mí, pasó el torniquete y miro a Emily.

-Lizzy -suelta pero yo la ignoro y pese a que nadie me sigue, le pido un nuevo impulso a mis piernas y corro, corro fuera del lugar, llegando a la esquina. Como lo suponía, tres agentes de S.H.I.E.L.D me detienen, trato de soltarme, pero no lo logro, esta vez vienen con todo y no se darán por vencidos.

-¡Suéltenme! -grito con fuerza, trato de lanzar golpes, pero a ninguno le atizo.

-Cálmese, señorita Hamilton, no le haremos daño.

-Déjenme, ¿Qué quieren de mí?

-Suéltenla -ordena una voz detrás de mí. En cuanto intento escapar, ellos no me detienen -¿De nuevo vas a huir? -suelta casi en mi nuca, tiemblo pero me detengo.

-¿Qué quieres? -digo sin girarme.

-Solo hablar contigo.

-Eso estamos haciendo. ¿No?

-Una charla tranquila, solo eso pido - susurra y sin muchas ganas me giro.

-Habla -murmuro mirando al que reconozco de tantas otras ocasiones, nada más y nada menos que Fury, el director del Sistema Homologado de Inteligencia, Espionaje, Logística y Defensa, más conocido como S.H.I.E.L.D.

-Deja que te invite un café, es lo menos que puedo hacer.

-No estás en deuda conmigo.

-Tal vez no, pero es por mí que has huido.

-Acepto el café, pero no tardaremos, debo buscar mi próximo destino.

-¿Aun quieres salir corriendo?

-No tengo opción.

Fury me conduce hacia una cafetería cercana.

-¿Cómo están ellos? -pregunto una vez que tengo una gran taza de chocolate frente a mí.

-Están bien, pero no es momento para hablar de ellos, quiero hablar de ti.

-Mira, yo no sé qué planes tienes conmigo ahora que me tienes aquí, pero comprende que no quiero regresar.

-Esto ya no se trata de que es lo que tú quieres.

-Si piensas que vas a borrarme la memoria o cualquier experimento extraño, estas equivocado. No quiero que lo hagas, mi vida está bien, todo está bajo control. Llevo una vida calmada, tenía un buen trabajo, no sé si lo tengo, la verdad creo que debo buscar otro, pero ese no es el problema, escúchame, ya todo está en orden.