No siento su cuerpo junto al mío, su respiración ya no cae sobre mi tez, se ha ido, no me proporciona equilibrio, de todas maneras no quiero abrir los ojos. Pasan un par de segundos y lo hago, los abro, él ya no está. Siento como el alcohol deja mi cuerpo y una sensación indescriptible lo inunda.
Miro a mí alrededor, es un lindo balcón, no lo había observado antes, la vista es esplendida, el viento golpea mi rostro y me da atisbos de realidad. Me ha besado pero, ¿Por qué?, mi cabeza maquina teorías, una tras otra, mientras me sostengo con fuerza de la baranda que separa el edifico de una muerte fatídica; golpeando mi cabeza contra el pavimento. Consigo sostener tres teorías, una más improbable que la otra: Me beso porque simplemente quería trastornar un poco más mi mente, me beso porque no soportaba que su primo lo hubiera hecho, a esta la llamo teoría celos, o me beso porque... aun me quiere.
Vaya que la tercera debe ser improbable en todos sus aspectos.
El firmamento oscuro cada vez se va tornando más claro, las estrellas han desaparecido, al igual que el noventa por ciento de los invitados, decido dar un vistazo a la pista de baile, no queda nadie. Los pocos que quedan están sentados, ebrios, dormidos, o simplemente pensativos.
Logro ver a Niall, coloca su chaqueta sobre los hombros de Himeko, ubica un mechón de cabello negro detrás de la oreja de su dueña. Maldición, mis teorías se desmoronan, una tras otra hasta dejar una como ganadora; Me beso para trastornar mi mente, como no lo vi antes, él no me quiere, me quiso, pero nunca más va a volver a hacerlo, maldita sea, me humille frente a él, le rogué por un beso, cuando él lo único que quería era estar seguro de mis sentimientos, para poder tenerme en la palma de su mano.
Estoy echando chispas, no puedo negar que su beso me gustó, porque sí, lo hizo, me gustó, me encantó. Pero por él, volví a humillarme, por última vez.
¿Lo amo? Me pregunto una vez tras otra, mientras lo observo. Himeko lo toma del brazo, y salen del salón, supongo que la llevará a su casa o a un maldito motel. No puedo perdonarle esto, pero no puedo decir que ya no le amo, mi corazón aun tienen su nombre, su cochino nombre.
No entiendo cómo puede causar tanto en mi, en un momento mi corazón late y se detiene por él y en otro, mi corazón se estruja y se oscurece al recordarlo.
En cuanto ha dejado la sala, ingreso por la pequeña puerta que ha dejado abierta a su paso. Todo está calmado, la música suena muy bajo, en una esquina veo a Zayn, se besa apasionadamente con la pelirroja, por lo menos esto me quita un poco de culpabilidad, regreso a la mesa que ocupaba antes de cometer el peor error de la noche, la botella de vodka gime mi nombre, tomo asiento y sostengo la botella en mis manos. Estoy relativamente sola, nadie me mira, nadie tiene los ojos abiertos o la boca sin ocupación como para saber lo que hago. La botella vacila entre mis manos, la levanto y la coloco sobre mis labios, bebo su contenido, hasta que necesito aire, el escozor de mi garganta es mínimo, así que después de una buena bocanada de oxigeno, continuo con mi labor hasta que la botella con liquido transparente esta casi vacía.
Mi risa es lo único que suena, o eso creo, me levanto, los malditos tacones me estorban, decido quitarlos de mis pies y arrojarlos lejos, camino en lo que parece un zigzag, me tropiezo un par de veces, pero finalmente estoy en la puerta de salida ¿Cuándo pasé por el ascensor? Es una buena pregunta ya la responderé luego.
***
El ruido de los pájaros, los niños corriendo y el fuerte sol; golpeando mi rostro me obligan a despertar. ¿Dónde estoy? Mi cabeza quiere explotar. Me incorporo. Rápidamente miro a mi lado derecho, luego al izquierdo, rogando por no encontrar un tipo desnudo, estoy sola. Gracias.
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Estix #2 |Niall Horan.
Fanfic«No me pidas que trate de dormir cuando mi insomnio lleva tu nombre.» Segunda temporada de "El hijo de Thor" 2015