La noche parece no avanzar. Ahora soy la única que continua despierta y la idea no me agrada en lo absoluto. La pequeña luz que brindaba el fuego se ha apagado. He tratado de avivar la llama, pero es imposible, se ha consumido en su totalidad.
La oscuridad me rodea y me siento expuesta. No tengo la fuerza suficiente para cerrar los ojos y presenciar todas esas imágenes repugnantes, pero tampoco deseo ver la infinita nada que se abre paso a mí alrededor.
Desearía escuchar algo, algo que me indicara que los chicos están aquí, acostados a menos de dos metros de mí. Pero no escucho nada, ni un suspiro, ni sus respiraciones, ni un ronquido.
Sostengo entre mis manos el collar de los nueve mundos. Es en este momento cuando me alabo por tomar la decisión de traerlo. Sentir el frio metal entre mis dedos me brinda confianza. Tanteo mi cuello hasta poder soltar el collar. Retiro el anillo que Niall me dio cuando me pidió ser su novia. Le he explicado que no necesito otro para ser su esposa, pero él insiste en que conseguirá el mejor anillo de compromiso. Pero por ahora este es más que importante para mí y no lo perderé por ningún motivo así que decido colocarlo dentro del collar, para que cuelgue con el dije de Yggdrasil.
No me toma mucho tiempo el volver a colocar el collar en mi cuello, así que aprovecho la oportunidad para esconderlo dentro de mi blusa. Desearía haber traído una chaqueta o un suéter, el frío me hace tiritar. Sólo espero que amanezca pronto y que esta travesía termine a la voz de ya.
Trato de darme calor al colocar mis piernas contra mi pecho y formar con mi cuerpo una pequeña bola. Así logro dormir quizás por una hora. Pero al despertar la oscuridad sigue rodeándome y ahora quiero llorar, quiero hundirme en un hoyo profundo para no salir nunca más.
La luz que me brinda el firmamento es mínima pero me sirve para recorrer un pequeño camino entre la maleza y despejar mi mente mientras los demás despiertan. Me levanto del suelo y la acción es bien recibida por mi cuerpo. Mis piernas se sienten bien al caminar y les permito el movimiento por unos metros más.
Lo único que veo a mí alrededor es verde, verde y más verde. No esperaba encontrar un ser mitológico o un monstruo para luchar. Pero quería ver algo distinto, lo que fuese. Suspiro algo frustrada.
Deseo encontrar el final de este laberinto de árboles y arbustos. Quiero escapar del color verde y de todo lo que este representa. Adivino que el camino no será fácil una vez que me giro y todo lo que veo es básicamente igual.
—Maldición —mascullo en voz baja. Supongo que ahora tendré que quedarme en este lugar hasta que por lo menos amanezca. No puedo decir que hasta ver el sol, realmente dudo que en este lugar tan lúgubre el sol se vea.
Decido que lo mejor es detenerme por el momento. Ya era completamente lógico que yo hiciera algo estúpido. Pero ¡vamos! He exagerado al avanzar tanto en un lugar desconocido. Solamente falta algo para empeorarlo.
Cuento mentalmente hasta cinco. Mantengo los ojos cerrados hasta que termino mi cuenta regresiva y los abro de golpe. Nada ha pasado. Quizás sobreviva.
Ha pasado cerca de una hora y no paro de maldecirme por esta absurda decisión. Agradezco aun el seguir con vida. Pero comienzo a preocuparme, la claridad esta rodeándome y puedo intuir que los chicos deben estar despiertos y asustados por mi ausencia.
Suspiro. Tomo mi cabello y lo recojo como puedo en un moño alto. Doy inicio a mi camino de regreso no muy segura de lo que hago, pero decidida a llegar.
Trato de recrear el camino en mi mente, pero es casi imposible. Todo luce igual y en mis recuerdos son sólo manchas borrosas, negras y verdes. Doy más de un traspié y rasgo mis brazos al adentrarme entre la maleza sin importar nada, no son más que un par de rasguños, así que no les doy mucha importancia.
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Estix #2 |Niall Horan.
Fiksi Penggemar«No me pidas que trate de dormir cuando mi insomnio lleva tu nombre.» Segunda temporada de "El hijo de Thor" 2015