Mis manos tiemblan, nunca me había sentido tan estúpida. Bajo la mirada, no sé cómo responderle, tampoco quiero hablar, siento que mi voz va a quebrarse, mi corazón late fuerte y rápido, puede dejar su lecho en cualquier momento.
Niall está en frente de mí, se acerca aun más y levanta mi rostro, toma mi mentón y suspira.
–Pensé que me odiabas –susurro entre dientes.
– ¿Odiarte? –Suelta, casi indignado – ¿Cómo podría hacerlo?
–Te comportabas tan... extraño –trato de bajar la mirada pero él no me lo permite –No me hablabas, cuando te vi por primera vez, pensé que ibas tan siquiera a sonreír, supuse que el verme despertaría en ti, por lo menos un sentimiento de alegría, pero fuiste seco, distante, entonces supe que nuestro adiós había sido para siempre.
Pasan un par de segundos Niall no habla así que continuo.
–Luego me evitabas, después me sonreías, me ayudabas y en un par de segundos explotabas y me detestabas. Entendí que las cosas habían cambiado, pero esperaba tan siquiera contar con tu amistad. Pero no fue así, Niall, estabas quebrando mi corazón. Me besaste y me dejaste allí, como una tonta, y sí, quizás soy una tonta por devolverte el beso, por estar durmiendo a tu lado, por seguir hablando contigo, porque aún estas quebrando mi corazón, me estas destrozando, ¿no lo entiendes?, si tú sintieras lo mismo que siento yo, estoy más que segura que no me apuñalarías con tus palabras, ni cerrarías la herida, cada dos días.
Siento que me he liberado de un gran peso, mi corazón late muy rápido y mi respiración se corta, levanto mis manos y las dejo caer sobre mis piernas, estoy molesta, él no habla, quiero escuchar lo que piensa.
–Habla –exijo – por si no lo has notado, yo no soy la que lee las mentes –gimoteo, exasperada.
–No pensé que pudiera haberte lastimardo de esa forma –es lo único que sale de sus labios y ahora mismo solo quiero abofetearlo.
–No lo pensaste –musito –es porque tú no lo sentías. Maldición, Niall, te vi girar en esa silla y sólo quise arrojarme a tus brazos, pero tu mirada hizo una grieta en mi corazón, una grieta que fue creciendo con cada palabra y cada gesto que tenias hacia mí, sé que no me despedazaba porque el amor que te tengo es más grande que el daño que me haces.
Me freno en seco, le he dicho que aun lo amo, aun lo amo. Sí, aun lo amo. Sin embargo no puedo seguir hablando, y ahora quiero despertar, fervientemente.
No noto cuando las lágrimas comienzan su camino por mis mejillas hasta que estoy a punto de caer al suelo y hundirme en mis sollozos.
–Elizabeth –susurra muy despacio para atraparme en sus brazos y caer de rodillas a mi lado –lo siento –gimotea.
–No lo sientas, no es tú culpa que yo sea una estúpida, esa estúpida que a pesar de los años aun te ama –hablo mientras que mi voz se quiebra, quiero apartarlo de mi cuerpo, pero él me une a su pecho, acaricia mi cabello, y besa la coronilla de mi cabeza –Y si recuerdo bien tus palabras, ahora sé que mi corazón no va a romperse, porque es ahora cuando he descubierto que por cuarta vez en mi vida se ha desilusionado.
–No llores, por favor –habla con su tono de voz armonioso –no llores –repite y me une más a su pecho –Elizabeth, yo también te amo.
Entonces despierto, estoy en mi habitación, las lágrimas bañan mi rostro, lo sé porque se siente húmedo, pero todo sigue oscuro. A mi lado Niall ya no está, camino hasta la pared y enciendo la luz, algo más falta, el cajón de la mesa de noche está abierto y la carta que le he escrito para desahogarme no está.
ESTÁS LEYENDO
Estix #2 |Niall Horan.
Fanfiction«No me pidas que trate de dormir cuando mi insomnio lleva tu nombre.» Segunda temporada de "El hijo de Thor" 2015