Estix #2 |Niall Horan.

24 'Algo va mal'

Cierro la puerta sintiéndome como la mayor estúpida. ¿Por qué no le he dicho lo que pasa? ¿Qué podría hacerme Loki desde la distancia? ¿Darme una migraña? Camino hasta la cama pensando en las consecuencias que me hubiera traído el decirle a Niall y cuando estoy decidida a salir y contarle la verdad un dolor más que fuerte se posa en mi cabeza y se extiende por mis brazos haciéndome caer al suelo.

Quiero gritar, gritar lo más fuerte que pueda, pero no consigo ni entonar una nota, ni un gemido cuando mucho.

El dolor dura lo suficiente para hacer que todo mi cuerpo se contraiga. Mi nariz comienza a sangrar. No paro de temblar y el respirar se hace la tarea más difícil del planeta.

Temblando me apoyo de la cama para incorporarme e ir por algún pañuelo. Pero mis manos fallan y caigo al suelo, de nuevo.

"Un simple dolor de cabeza ¿Eh?"

No pienso responder. Me levanto de nuevo y corro al baño por un pañuelo. Controlo la hemorragia sin problemas. Al terminar de limpiarme deseo salir. Parece que no hay problema con eso, camino a paso cansino por la torre, bajo a la planta donde está la cocina y antes de entrar los escucho hablar.

— ¿Crees que está bien? — suelta el que creo es Tony.

—Según ella —murmura la voz apagada de Niall —Pero la conozco, sé que algo va mal.

—Pienso que lo mejor sería que regresara a la base —Creo que es Steve.

—Pero estaría sola —musita Harry —Natasha y Clint han regresado a su casa. Bruce esta todo el tiempo en el laboratorio, no sale ni a las misiones. ¿Quién va a cuidar de ella?

—Tienes razón —expresa Niall —Aquí podemos estar todos con ella. Además Tony tiene varios escuadrones que velan por su seguridad.

Mis piernas se mueven por su cuenta, no de nuevo. Quiero controlar mis actos pero antes de que lo logre ya estoy dentro de la cocina, justo en medio de ellos.

—Estoy bien ¿Sí? —expreso y no sé si es él quien me controla o si soy yo la que habla.

—Princesa —gime Niall y camina hacia mí — ¿Estás segura? —Acuna su mano en mi mejilla y me observa con pesar.

—Lo estoy —murmuro muy bajo. Esto no me lo creo ni yo.

— ¿Qué te ha pasado? —pregunta y posa su vista sobre mi nariz maltrecha y mis mejillas.

—He tropezado —musito y aparto mi mirada de la suya.

—No mientas —susurra

—No lo hago —respondo y me aparto de su agarre. Rueda los ojos y sé que ahora está más que molesto aunque trata de disimularlo.

—Esa nariz necesita hielo —suelta Steve luego de un largo rato de silencio. No respondo sólo me siento donde él me indica —Esto puede doler. Bien, realmente dolerá —musita y me asusto, toma mi nariz entre sus dedos y la mueve grácilmente. Un dolor que no logro describir abate todo mi cuerpo. Busco algo que sostener y la mano de Niall toma la mía, la aprieto con fuerza cuando Steve gira mi nariz y la deja en su lugar.

—Maldición —musito. Cuando Niall va a quitar su mano de la mía, la aprieto y no permito que deshaga nuestro agarre. Él no pelea y entrelaza sus dedos con los míos.

—Sé que duele —comente Steve —pero ahora está en su lugar.

Sorprendentemente la sangre no aflora. Harry me alcanza una toalla con algunos hielos dentro y la apoyo contra mi nariz.