42 'Eslabones'

2.5K 256 78
                                        

Al parecer dormir como una persona relativamente normal, ya no va conmigo. No he dormido mucho más de dos horas y la vista del techo ha terminado por aburrirme. Pienso en que si llego a moverme, el rubio recostado a mi lado va a despertarse. Giro para verlo. Esta dándome la espalda, veo la gran cantidad de lunares que surcan su blanca piel, si tuviera un marcador por supuesto que me divertirá al formar distintas figuras, uniendo uno a uno los pequeños y los grandes puntos cafés que tanto me encantan.

Suspiro frustrada. Cuento quizá hasta cien y no logro dormirme. Sé que no son más de las doce. Doy una vuelta en la cama y con mucho cuidado salgo de la sabana azul oscura que cubre nuestros cuerpos. Me levanto. Cubro las piernas del rubio, acaricio su cabello y me dirijo a la puerta, tratando de no generar un caos.

Una vez fuera mis posibilidades no son mucho mayores. Doy unos pasos más, la claridad de la luna entra por las ventanas diminutas, pero en gran cantidad que recubren la base. Recuerdo que la habitación de Harry no está muy lejos de aquí. Cuando estoy frente a la puerta, me maldigo por no pensar un poco, antes de tocar. Escucho un murmullo proveniente del huésped allí dentro.

— ¿Estas despierto? —Pregunto indiscretamente. Logro oír un pequeño murmullo de afirmación — ¿Harry? —Y allí está el murmullo de nuevo —Di algo —ordeno en un susurro.

—Entra —balbucea.

—Está cerrado, genio —puntualizo. Cinco segundos después la puerta se abre. Harry me mira fijamente. Parece que ha despertado de sopetón, cuando sus ojos se topan con los míos.

— ¿Estás bien? —farfulla rápidamente. Recorre mi cuerpo con su mirada, me toma de los brazos y su revisión parece tranquilizarlo.

—Lo estoy —mis palabras solo lo confirman. Suelta mis brazos y suspira pesadamente.

— ¡Vaya susto! —Se queja —. Entra, Lizzy —dice más sereno. Hago caso y entro en su habitación. Enciende la luz. La visión que me da solo consigue ruborizarme. Él ríe.

—No te burles —digo fingiendo seriedad. Me siento en la cama. Harry permanece de pie frente a mí —. Ponte una camisa —suelto.

— ¿Te desconcentra? —suelta con sorna.

—Pero claro que lo hace, ¿te has dado cuenta de lo guapo que puedes llegar a ser? —puntualizo, a lo que él suelta una risotada.

—Eres la primera en decírmelo —comenta parpadeando con rapidez, cual adolescente.

—Que mentiroso —digo y ruedo los ojos —Quizá soy la primera en el día. Pero no te preocupes, la chica que no conoces, pero abrazas posiblemente te lo diga en un par de horas —Musito, mis palabras salen como si de veneno se tratasen.

— ¿Estas celosa, Lizzy? —se sienta a mi lado. Una sonrisa se posa en su boca y ocupa la mitad de su rostro.

—Claro —afirmo sincera—Supongo que como mejor amigo te perdí —apunto ahora evitando cualquier toque de burla.

— ¡Hey! —dice y se acerca a mí. Acaricia mi mejilla y sonríe —Pero por supuesto que no, tú eres mi chica especial, mi Lizzy, eres mi mejor amiga. Eso no lo cambia nadie.

— ¿Ni una chica de largo cabello y ojos hermosos? —digo y hago un puchero.

— ¿No te das cuenta? —pregunta. Yo frunzo el ceño a manera de respuesta —Tú eres mi chica de largo cabello y ojos hermosos —Le dedico una sonrisa y me pego en su pecho.

— ¿Será así por siempre? —cuestiono.

—Pues claro, tontita —suelta divertido —. Eso jamás cambiara. Podre conocer miles de chicas, pero ninguna se compara contigo.

Estix #2 |Niall Horan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora