Estix #2 |Niall Horan.

1 'Italia'

Mi vida no ha podido ser más monótona. He pasado días enteros recostada en la cama, mirando hacia la ventana, esperando que en la noche él aparezca en la ventana, lo he soñado constantemente, ha rondado mi cabeza meses enteros y luego, como si de magia se tratara desaparece y mi vida sigue su curso. ¿Qué pasa conmigo? Debo estar muy asustada para imaginarlo tantas veces, para necesitarlo de nuevo.

He conocido tanta gente, personas vienen y personas van, ninguno podría remplazar a Ami, Louis o Harry, mucho menos reemplazarlo a él.

S.H.I.E.L.D, oh mi tan querida organización... realmente detesto ese lugar, no se han cansado de buscarme, he tenido que huir un sinfín de veces, es como si ellos quisieran tener todo bajo control y no lo lograran, solo por mí, que he decidió hacerles esto un poco más difícil.

Al parecer cuando algo se les escapa de las manos, lo buscan por cielo y tierra hasta dar con él. Agentes han entrado a mi casa, a mi piso o a mi departamento. Donde me encuentre ellos llegan, solo debo correr, correr y escapar en el primer transporte terrestre que salga, no he podido pisar un aeropuerto, sin que intenten llevarme presa o sin que mi visa no funcione.

Ahora me encuentro en Italia, los días aquí no han sido distintos, realmente extraño mi vida en España, incluso más que la que llevaba en Phoenix. En este lugar no logro sentirme cómoda, es como si todo el tiempo alguien me observara, pero no de una manera pacífica, como tal vez lo haría S.H.I.E.L.D sino de una manera depredadora, un escalofrió me recorre el cuerpo con tan solo recordar todo eso.

He tratado de conseguir empleo en varios sitios, pero el idioma sin duda ha sido mi peor enemigo. Pero debo agradecer al único lugar que hallé que no necesariamente tienes que hablar italiano, para conseguir el puesto, lo que aun me parece extraño es el hecho de que todos lo hablen y yo simplemente deba sentarme a leer y leer.

-Bueno días, señorita Hamilton –saluda mi jefe en cuanto entro en mi oficina.

-Buenos días, señor Astori.

-Querida Elizabeth, ¿te has realizado ya los exámenes médicos?

-No he tenido tiempo –respondo sincera.

-Espero que lo hagas pronto –me sonríe y asiento –incluso, tomate el día, y corre al hospital.

-No es necesario –me encojo de hombros –Yo tengo mucho trabajo aquí, pero en cuanto termine iré, lo prometo.

-Está bien, querida, como te sientas más cómoda –le sonrió y regreso a mi trabajo en cuanto él sale. Comienzo con un manuscrito, al parecer es una novela nueva. Esta empresa es una de las editoriales más representativas de toda Italia. Realmente me aterra, cuando algo bueno llega a mi vida, no es un buen presagio.

Son cerca de las 16 horas, salgo a comer mi almuerzo en un parque cercano, es un lindo jardín, no puedo dejar de pensar en mi encuentro con Harry, de eso ya ha pasado un mes. Miro hacia el horizonte, no estoy segura de que realmente lo haya visto, pero tampoco quiero negarlo, sus facciones eran tan perfectas, tan exactas, que no pude simplemente imaginarlo y ya.

-Elizabeth –susurra una voz familiar.

-Dime –me giro y veo a Emily, la recepcionista.

-El señor Astori, me envía para que te tomes lo que queda del día y te realices los exámenes.

-Puedo ir más tarde –me encojo de hombros.

-Anda, no seas terca. No entiendo porque te molesta ir al médico –Coloco una mano en mi pecho y siento a través de la tela, la cicatriz que atraviesa mi pecho.

-Simplemente no me gusta –suspiro rendida –De todas maneras, debo ir. Así que, hasta mañana.

Me giro para ir por mis cosas, ella me detiene.