44 'Destino'

2.3K 241 68
                                    

La sensación de que alguien esta observándome es tal que me hace revolver el estomago. Siento la bilis subir por mi garganta y de pronto la sensación de vomitar es muy intensa. Doy unas miradas a mí alrededor. El frío que me cubre es tal que no puedo evitar temblar, es un frío tan profundo que se siente casi sepulcral.

— ¿Niall? —llamo. No quiero gritar, no me siento nerviosa o asustada, sólo un poco ansiosa.

No encuentro respuesta. Intento un par de veces más, pero no funciona. Miro el panorama que me acoge, es tan distinto; es oscuro, lúgubre, como si un manto negro lo cubriera todo. Me siento como en otra dimensión. Suspiro pesadamente, no tengo la menor idea de que hacer o de si debo siquiera tratar de salir. Usualmente mis planes terminan con alguien muerto y yo siendo rescatada. No es como si quisiera ser la damisela en apuros, rescatada por un príncipe en su leal corcel, es sólo que estoy cansada de generar tantos problemas.

Miro a mi derecha. Por unos instantes no creo lo que estoy viendo. Encuentro a tres mujeres vestidas de blanco que a la distancia se ven hermosas. Pienso en que ellas podrían ayudarme a salir de donde sea que me encuentre. Pero un pensamiento fugaz aparta las ideas de mi cabeza y hace que me detenga, ellas pueden ser las que me trajeron aquí en primer lugar, además no conozco sus intenciones.

— ¡Elizabeth! —suelta una con un tono alegre. Similar al tono que utilizarías al ver a un amigo que no veías hace mucho pero que aún así esperabas su visita.

Yo no respondo. Las observo a la distancia, tratando de descifrar sus rasgos. Me es imposible adivinar más allá del tono blanco de su piel. Avanzan con gracia hacia mí. Es entonces cuando puedo detallar sus rostros.

Una de ellas tiene los ojos brillantes; tan dulces que es imposible imaginarlos. De inmediato pienso en Ami y en su presencia, tan luminosa, tan maternal. La que le sigue es bastante neutral, podría apostar a que en el centro de su ser guarda un secreto; un secreto que protege con su vida. La tercera se ve algo demacrada, como si el peso del destino sobre sus hombros fuera tal que la llevará al punto medio entre la vida y la muerte.

En cuanto están a unos pasos de mí sus rostros cambian completamente, ahora lucen... normales. Como una chica que verías en cualquier lugar, lo único que dista en ellas es la ropa antigua y el estilo griego que las cubre por completo.

La primer mujer es la que se ubica más cerca de mí, casi como invadiendo mi espacio. Se aproxima más y toma mis mejillas entre sus manos por un par de segundos. Me mira fijamente antes de girar sus manos y acariciar mis pómulos con sus nudillos, tan delicadamente que su piel apenas roza la mía. Con su dedo índice recorre cada centímetro de mi rostro. No me muevo, creo que he dejado de respirar, pero no quiero huir, siento su toque muy familiar.

—Sabia que serías hermosa —comenta con dulzura, con un toque de superioridad. Sus ojos reflejan ese brillo especial, ese brillo que me tranquiliza por unos instantes —. Estás hecha para grandes cosas.

— ¿Quién eres? —Susurro en un hilo de voz cuando sus dedos dejan mi rostro — ¿Quiénes son? —inquiero.

—Somos tu destino —dice la segunda mujer. Su tono de misterio me hace encoger con un ápice de miedo.

Moiras —logro articular entre mis dientes.

—Sí —suelta la tercera —. Más específicamente, las dueñas de tu vida.

—Vamos Átropo, no hables como si en serio fuera tuya —sentencia la primera —. Eres dueña de su muerte en dado caso —opina encogiéndose de hombros. Le dedica una mirada de reto antes de dirigirse a mí —. Veras —explica —, nosotras regulamos el ciclo de la vida de las personas, seres, dioses y héroes. Yo, soy Cloto, hilo la vida de los mortales, tejo sus primeros acontecimientos, soy la primera en ver tu destino. Ella —señala a la segunda mujer —, es Láquesis, es quien enrolla el hilo, le da un nudo a tu historia —musita antes de dirigirse a la tercera —Ella es Átropo, es la encargada de terminar con tu vida, de cortar el hilo cuando el momento justo llega.

Estix #2 |Niall Horan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora