Estix #2 |Niall Horan.

46 'Pesadilla'

Cuando aquella diosa desaparece de mi vista caigo rendida en el suelo, sobre mis rodillas apoyando mi peso en mis manos. Todo esto es tan confuso que realmente me complica el pensar con claridad. Bajo la mirada hacia la dura tierra que me sostiene y dejo que mis manos se apoyen allí. Clavo mis dedos en ella y mis uñas se llenan de suciedad.

Siento que un escalofrió recorre mi cuerpo al observar que los cuatro hombres que me acompañan están tendidos en el suelo ¿Sin vida? Espero que no. Mi cuerpo no reacciona en cuanto quiero levantarme, el frío se apodero de cada fibra de mi ser.

Las lágrimas recorren mi rostro pero no me esfuerzo en retirarlas. Mi corazón se siente roto, descompuesto, incompleto. Bajo la mirada y la clavo en mis manos cubiertas de tierra y césped. Respiro profundamente, parece ser insuficiente, el mundo a mí alrededor gira, gira, gira, tan rápido que me marea y quiero vomitar. Mis uñas se entierra con fuerza entre la tierra, puedo presentir que la sangre fluirá en cualquier momento. Antes de que pueda evitarlo, mi rostro también cae y se sume en ella.

Con fuerza mantengo mis ojos abiertos. Me cuesta respirar. El miedo que siento de cerrar los ojos y ver la mierda que Loki, muy seguramente, tiene lista para mí, es más fuerte que el impulso de todo mi cuerpo para hundirme en las penumbras.

Me incorporo con dificultad mientras que todo da vueltas a mí alrededor. Caigo más que un par de veces y mis pequeñas heridas escuecen con fuerza. Siento que de mi boca cae sangre y cuando rozo mis dedos con aquella piel sensible, en efecto, noto que la sangre, del golpe accidental que Harry me propino, inicia su camino. Trato de limpiarla, pero no es trabajo sencillo, así que opto por utilizar mi camisa para tal acción y funciona un poco mejor que intentar retirarla con mis manos sucias.

En cuanto llego al cuerpo del rubio me arrodillo frente a él. Acaricio su frente y retiro el cabello color oro que se une a su frente y a la sangre seca de sus heridas.

—Amor mío —susurro y poso mi mano en su mejilla —Niall, despierta, por favor —gimoteo dejando un pequeño beso en sus labios, ignorando el dolor que esto me produce en casi toda la boca —Te necesito, ahora más que nunca.

Él no reacciona y sé que no lo hará en un buen tiempo. Su rostro se contrae de dolor, sus manos están apretadas en un par de puños. La sangre brota en su nariz, su boca, su frente, sus brazos, sus piernas y su costado. Esta tan lastimado que siento como lentamente mi corazón se estruja.

Doy una ligera mirada al brillo rojo que esta junto al rubio. Harry. Miro su rostro, esta igual o más lastimado que el de Niall, tiene cardenales, raspones y rasguños en casi cada rincón. Acaricio ligeramente su mejilla. Bajo la mirada a su traje, no puede estar más arruinado, el tono rojizo está cubierto de rayones color plata y abolladuras, no me sorprendería notar que su cuerpo ha recibido daño aun por debajo del traje.

Mis chicos, los hombres que más amo en este y en todos los mundos, están lastimados y todo es por mi culpa. Si nunca hubiera desobedecido las ordenes desde un inicio, probablemente estaríamos todos tranquilos en la base; viendo una película o quizás tomando algo. Probablemente Zayn estaría junto a nosotros, no habría regresado con su padre. Shon estaría con su familia y no muerto... si desde un momento me hubiera mantenido alejada, lejos de la mitología, de Niall, de Jane, de Asgard, todo esto sería completamente distinto.

Soy una idiota...

Tomo la mano de Harry y luego la de Niall. Me siento completa, ambos me hacen sentir bien de diferentes maneras, pero si no los tengo a los dos, estoy vacía, incompleta. Miro hacia el suelo y me remuerde la conciencia el pensar en todas las mierdas que he hecho a lo largo de estos años. En este momento cambiaría mi vida y recuperaría mi monotonía de siempre con tal de que ellos estuvieran bien, no así, no heridos.