Estix #2 |Niall Horan.

29 'Sangre'

Pasan algunos brindis más y los nervios dentro de mi estomago no me permiten concentrarme en las palabras de nadie. Desde las del Steve hasta las de Fury sólo recuerdo el levantar mi copa y beber un poco del vino natural que reposa burbujeante en aquella pieza de oro.

Al terminar con las palabras de todos los presentes y cuando digo todos, realmente me refiero a todos, pasamos a cenar. Para mi suerte la comida que sirven en mi plato no se basa más que en frutas, un poco de queso y una rebana de jamón. Estoy segura que Niall y Sif están en esto. Sin embargo mi estomago se niega a comer, es como si lo hubieran cosido con grapas o con algún hilo. Pero me obligo a terminar todo en un tiempo record.

—Vaya Lizzy —comenta Harry —. Nunca te había visto comer tan rápido.

—Es la comida de este lugar. Es deliciosa —musito apartando la mirada. Mi voz sale chillona en un susurro.

—Claro —Espeta con sarcasmo. Lo encaro y no puedo evitar notar que tiene la mirada clavada en su plato. Este tiene gran cantidad de carnes.

— ¿Todo bien? —él ríe al recordar nuestra vieja línea. Fue algo intencional, quería recordar algo del pasado. Algo que me diera el valor que necesito para no terminar arrojándome al vacio.

—Todo bien —responde y para mi mala suerte nuestra plática termina.

Pasan un par de minutos, quizá media hora. La música comienza a sonar, en vivo por una banda, algo desaliñada. Tocan realmente bien, la música es similar a un buen vals. Thor se levanta de la mesa y extiende su mano para que Sif baile con él. Así lo hace, caminan a la pista, no puedo evitar sonreír al ver tan dulce escena.

Niall Camina hacia mí y realiza el mismo gesto que su padre, me invita a bailar y por nada del universo me negaría. Tomo su mano y sonriente, eventualmente alejada de mis miedos, bailo con él, hundida en su pecho me muevo a su ritmo. Suspiro constantemente y lo uno más a mí.

—Amo estar contigo —susurro — ¿Estarías conmigo pese a todo? —pregunto sin mirarlo.

—Claro que sí —comenta algo contrariado —Te amo Elizabeth. Atravesaría cualquier obstáculo. Haría lo que fuera para estar contigo. Por toda la eternidad.

—Gracias —digo y rodeo su cuello con mis manos. Miro sus hermosos ojos azules. Brillan para mí, como si esta fuera la última vez que los viera. Acaricio su rostro. Poso mis manos a ambos lados de sus mejillas. Niall sonríe. No paramos de bailar y cuando regreso mis manos a su cuello él me acerca más hasta que logra tenerme a un par de centímetros de su rostro.

—Mi princesa. Mi hermosa Elizabeth. Cuanto te amo —susurra y me besa. No corto el beso sino que lo siento en mi cuerpo, en mis huesos en mi alma. Me aparto de él en cuanto la música deja de sonar. Miro a nuestro alrededor, muchas parejas bailan. No había notado a nadie más, cuando estoy con Niall el mundo parece desaparecer.

De su mano regreso a mi asiento. Al parecer el rey de Asgard tiene bastantes parejas de baile.

En la fiesta nadie va a extrañarme. Niall está muy ocupado para poder estar conmigo, la atención de todos está sobre él y no creo que noten que me he ido.

Camino lentamente hacia la puerta de la gran sala en la que estamos, no se ha cerrado ni por un instante, así que no es difícil pasar por ella.

—Perdóname Niall —logro susurrar antes de salir y caminar hacia la sala de trofeos.

¿Qué estoy haciendo? Cuestiona mi mente un millón de veces. Sin embargo mis pies siguen moviéndose caminando hacia mi perdición. En el camino no me topo con casi nadie. Así que logro sonreír lo suficientemente creíble para los pocos que veo.