Cap.2 La enfermería

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Nos quedamos todos mirando las puertas, y de repente Harriet apareció corriendo haciendo un sprint. Por suerte ella pudo cruzar las puertas antes de que se cerraran por completo hasta la mañana siguiente. Justo cuándo pensé que todo había terminando, enseguida me di cuenta de que Rachel no había regresado con ella.
Sin pensarmelo dos veces, corrí hacia Harriet que estaba sentada en el suelo apoyando su cabeza contra la puerta cerrada. Cuándo estaba más cerca puede ver que lloraba y al verme se puso a llorar más.
-¿Hey Harriet estás bien?, ¿Qué foño ha pasado?, ¿Dónde está Rachel? -dije haciéndole un montón de preguntas, pero ella sólo lloraba desconsoladamente sin poder parar y mi histeria aumentaba.
-Lo siento, yo no quería que pasara esto - dijo ella intentando secarse las lágrimas.
Al levantarla vi que tenía las manos con cortes y le sangraban.
-Harriet vamos a la enfermería a curarte -le dije al ver sus manos.
Ella asintió como pudo y mientras intentaba dar unos pasos, giré mi cabeza hacia Sonya y pude ver su mirada de preocupación. Ella se giró para seguir interrogando a los chicos y yo llevé a Harriet conmigo a la enfermería.

Senté a Harriet en la camilla y cogí unas vendas y desinfectante para curarla.
-Antes de ponerte las vendas ves a ducharte, te irá bien y así te aclaras y te despejarás. Luego me cuentas -le ordené lo más serena posible.
-Gracias Itzel, ahora voy, y cuando acabe te lo contaré todo -dijo.
Ella salió de la enfermería y al instante entro un chico. Era Alby.
-Hola, venía a decirte si me podías mirar una herida que me hice en la mano al intentar abrir la fuca puerta -dijo el chico.
-Claro, ¿te ha enviado Sonya aquí? -le pregunté.
-Pues la verdad es que sí -respondió.
-Bueno pues siéntate en la camilla -le ordené señalandosela.
Él se sentó en la camilla y me enseñó su mano, yo la cogí con cuidado para verla mejor.
-Tienes un rasguño de nada, no te debería doler tanto con los moratones que llevas en el brazo -dije.
-La verdad es que ya estoy acostumbrado a tener moratones -respondió.
Cogí el desinfectante y lo eché en sus manos.
-Oye, ¿Que le ha pasado a esa chica que venía del laberinto? -me preguntó con seriedad.
-Pues no lo se, la verdad, espero que me lo cuente. Oye un momento, ¿¡cómo sabes tú que eso es un laberinto?! -le dije sorprendida.
-Resulta que yo y los demás chicos venimos de un sito exacto e igual a éste. Sólo que eramos todo chicos y una chica. Y si no tengo entendido mal con vosotras hay un chico, no? -dijo más serio. - Yo soy el líder -y me sonrió.
Me quedé sorprendida. Acabé de vendarle la mano y  se levantó.
-Gracias, eres una buena doctora -me alagó.
- No hay de qué -le respondí.
El salió de la enfermería y esperé a que Harriet regresara. Durante toda la tarde estuve haciendo mis labores inquietamente, no podía parar de pensar en todo lo ocurrido. ¿Qué le había pasado a Rachel? Con todo eso, se hicieron las ocho y media, casi la hora de cenar, supongo que ya lo debían de tener todo apunto, así que recogí la enfermería y salí.

Unidos por CRUEL (Minho, TMR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora