Cap.1 ¿Chicos?

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«CRUEL es buena», una frase compuesta por tres palabras que no paraba de resonar en mi cabeza.
«Me llamo Itzel», fue lo primero que recordé al despertar de la caja.

Desperté sobresaltada, una pesadilla.
Llevaba tres años sin poder dormir bien por culpa de ellas y aunque me recordaban cosas de mi pasado, seguía sin saber quien era antes de subir al Claro. De todos modos, eso ahora mismo daba igual ya que mis principales preocupaciones eran desinfectar y vendar. Trabajando en el puesto médico. Parece mentira como sin darme cuenta este lugar rodeado por cuatro enormes muros de piedra había acabado convirtiendose en mi hogar.

Al terminar mis tareas matutinas, me dirigí al comedor. Ahí estaban mis dos amigas Heather y Grace, sentadas en una mesa hablando y riendo. Cogí una bandeja con mi comida y me senté junto a ellas, junto la cocinera Grace y la conreadora Heather. Quedé con ellas en hablar con Sonya, una de las líderes, para organizar los preparativos de la fiesta de este mes. Si, cada mes, cuando la caja subía a una nueva chica, se organizaba una.

La localicé y al llamarla un ruido espantosamente fuerte empezó a sacudir el Claro. Unas puertas subterráneas del suelo, qué no sabía ni que estaban allí, empezaron a abrirse. De inmediato cogí un palo afilado y todas las chicas se dirigieron hasta ese lugar. Todas estabamos calladas esperando una respuesta. Estaba en shock, que foño se suponía que era eso? Después de unos golpes, un chico de piel morena salió de entre las puertas.
Aún perpleja, me puse al lado de Sonya y apunté al chico moreno con el palo, a lo que el respondió con las manos en alto.
-Hola, soy Alby -dijo el chico moreno.
-Hola, yo soy Sonya -dijo nuestra líder calmadamente.
-¿Y la que me está apuntando con el palo? - preguntó él.
-Itzel -le respondí seca y bajé el palo a órdenes de Sonya. Se veía pacífico pero aún así no deje de estar alerta.
-Chicos salid -dijo Alby.
En ese momento salieron más chicos de la puerta subterránea, un chico tirando a rubio se puso al lado de Alby. Tras ellos apareció una chica ojiazul.
Supuse que el primer chico que había salido era el líder de todos ellos, aunque no hay que ser muy lista para deducirlo.
-¿Quiénes sois, y de dónde llegáis vosotros? -pregunté.
-Eso me gustaría saber a mi -dijo otro chico asiático de brazos musculosos y alto.
-Nosotras vivimos aquí -dijo Sonya.
Alby inspeccionó el lugar y la verdad es que tenía cara de sorprendido. Miré el reloj y sólo faltaban tres minutos para que las puertas del laberinto se cerraran. Al parecer Sonya también miró mi reloj y pude notar su nerviosismo.
Las puertas empezaban a sonar como siempre dando señal de que iban a cerrarse.
-No, porfavor, esto no puede estar pasando -maldecia Sonya.
Las puertas empezaban a cerrarse y nadie regresava. Sentía como cada milésima de segundo que pasaba el pánico iba invadiendome y mi desesperación aumentaba.

Unidos por CRUEL (Minho, TMR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora