Cap.29 Grace †

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Nos encontramos con el grupo y les explicamos lo que había pasado. Salimos corriendo de allí tan rápido que podía notar mi corazón bombear.
Estábamos descansando debajo de unas escaleras mecánicas de un centro comercial donde acampamos por un rato. Al cabo de unas horas retomamos la marcha, corría al lado de Heather y Grace, notaba como Grace iba empalideciendo, y eso me preocupaba.
-¿Te encuentras bien? -le pregunté.
-La verdad es que no... Me duele todo el cuerpo -respondió con una pequeña sonrisa que se notaba falsa.
-Seguiremos un poco más y luego pararemos, si? -le dije y ella asintió débilmente.
Mientras íbamos corriendo pude notar como Grace corría cada vez menos y se tambaleaba de un lado a otro. Estaba unos pasos detrás mío y pude ver como se desplomaba en la arena. Di un silbido para que pararan y me dirigí corriendo hacia ella. Estaba temblando y fría.
Tomé su pulso y era acelerado, pero casi no se lo podía notar.
-¿Qué pasa? -preguntó Harriet corriendo hacía nosotras.
Pude ver una mancha de sangre en su tobillo y le levanté la manga del pantalón. Tenía la pierna rasgada e infectada. No teníamos nada para curarle, y casi no podía andar.
-Me mordieron -dijo Grace con los ojos inundados.
-¿Qué? -le pregunté confusa.
-Uno de esos raros me agarró del tobillo -dijo con lágrimas deslizándose por sus pálidas mejillas.
-¿Qué hacemos? -le pregunté a Harriet que estaba agachada a mi lado.
-No lo sé, nunca había visto nada así. Pero tenemos que continuar... -respondió Harriet.
-Marcharos... -dijo Grace con un hilo de voz.
-¿Qué? No voy a dejarte -le dije, no la iba a dejar, era mi mejor amiga. La conocía desde que llegué al Claro.
-Mira como estoy. No tenéis medicamentos para curarme, supondré una carga para vosotras -dijo, sabía que tenía razón, pero por muchos motivos no quería abandonarla, a parte el tiempo jugaba en contra de nosotros.
-Gracias... -me dijo cogiéndome de la mano, no pude evitar que los ojos se me inundaran, esto era demasiado para mí, sabía que iba a perder a una de mis mejores amigas, y no podía hacer nada para evitarlo. Heather se puso a mi lado llorando y la abrazó.
-Toma... -dijo Harriet entregándole un cuchillo afiliado. -Dejarás de respirar cuándo tu lo decidas -y se levantó.
Sabía que teníamos que continuar, me solté lentamente de su mano, sabiendo que esa era la última vez que sentiría su tacto y escucharía su dulce voz. Retomamos la marcha, en lo único que podía pensar era en que había perdido a una valiosa amiga y la echaría muchísimo de menos.
Caminamos por un largo rato, nadie decía nada. Sólo se escuchaban truenos que indicaba una tormenta. Esperaba que no fuera otra tormenta de rayos, porque sino estaríamos muy jodidos.
Por suerte no lo fue, cada vez estábamos más cerca del refugio. En un par de horas ya habíamos sobrepasado la montaña y a lo lejos había un letrero donde no se podían leer muy bien las letras.
Al final, llegamos a nuestro destino. Era un letrero de madera dónde ponía escrito la palabra refugio. Me quedé un poco anonada, representa que esto tendría que ser el refugio y no un palo de madera con esa palabra. Me fui a mirar el cartel más detalladamente,
algunas chicas estaban retomando aire y Harriet se puso a mi lado mirándolo.
-¿Es en serio? ¿Esto era la prueba? -le dije a Harriet de brazos cruzados, definitivamente, hoy tenía un día de mierda.
-Debe de haber algún error... -dijo.
-¿Este es el sitio? -nos preguntó Newt acercándose a nosotras junto con Minho.
-Parece que sí -respondió Harriet.
-Tiene que haber algo... -dije acercándome de nuevo al letrero. Le dí una patada pero no pasó nada.
-Dándole patadas no vas a solucionar nada -me dijo Minho con su típica sonrisa.
-¿Qué hora es? -le pregunté a Harriet.
-Faltan cinco minutos para las siete en punto -respondió.
De repente se escuchó un ruido y el suelo empezó a temblar. Agarré mi katana y ví como un edificio con unos muros altos subían para arriba. Entre los muros habia un espacio y estuve a punto de pasar cuando Minho me detuvo.
-Espérate un momento impaciente -me dijo él y quise soltarme de su agarre cuando justo en ese momento aparecieron Thomas, Teresa y Aris corriendo hacia nosotros.
Me solté de Minho y entré, los demás me siguieron y cuando todos entramos los muros se cerraron sin dejarnos salida alguna.
El suelo empezó a temblar otra vez y se me cayó la katana. Del suelo aparecieron unas cajas y en esas cajas habían unos seres parecidos a los raros, solo que de color verde y con bombillas naranjas que parpadeaban. Salieron de esas cajas que a la vez se hundieron en el suelo y los raros esos se acercaban a nosotros.
-Vienen a por nosotros -dijo Harriet mirándome.
-Pues ataquemos -le dije recogiendo mi katana.
Fui corriendo hasta uno y se la clavé en una bombilla. Escuché a Minho dando una orden para que los demás atacaran y escogieran a su adversario.
Me centre en el mío y le metí cuchillazos por todas partes.
Estaba malherido, pero seguía vivo. Le clavé el cuchillo en las bombillas que pude, ya que eso les debilitaba, al acabar de romperle todas las bombillas quedó desplomado en el suelo.
Miré a mi alrededor cansada, notaba gotas de sudor recorrer mi cara, mi mirada se centro en Minho, quien estaba descansando en el suelo con su adversario ya muerto. Él se levantó y se dirigió hacia mí corriendo, cuando llegó me abrazó muy fuerte y me dio un beso en la frente. Nos quedamos mirándonos, creo que con eso ya lo decíamos todo sin tener que hablar. Los demás seguían luchando por sus vidas.
Miré y vi a Sonya matar a su adversario, pero cayó encima de ella clavándose el cuchillo que llevaba en la pierna. Ella soltó un grito de dolor y me acerqué corriendo. Tenía que ayudarla.

Unidos por CRUEL (Minho, TMR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora