Cap. 37 Mitad de un corazón

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En capítulos anteriores: Cuentan a sus compañeros lo que vieron sobre CRUEL y el líquido azul. Decidieron elaborar un plan arriesgando.
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A la mañana siguiente me dirigí al despacho de mi padre, Janson. Di tres toques a la puerta, con cada toque notaba mi nerviosismo crecer. Me estaban empezando a sudar las manos, tenía demasiada presión, pero debía hacerlo.
Intenté sacarme todos los pensamientos negativos de la cabeza y pensé en positivo. Tenía que sonar creíble y decidida ante él. Sonó un interruptor dejando la puerta del despacho entreabierta.
-Adelante -sonó la voz de Janson, y acabé de abrir la puerta dejándome ver el rostro de mi padre trabajando con unos papeles, levantó la vista. -Itzel, que te trae por aquí? -preguntó dejando el bolígrafo.
-Emm...Verás. He reflexionado mucho últimamente, sobre lo que ha pasado. Antes de todo quería pedirte perdón por mi comportamiento -dije, creo que había sonado bastante creíble.
-Siéntate -dijo señalándome la silla, a lo que cedí.
-Me gustaría ayudaros. Si quiero un mundo mejor tendré que ayudaros y no estarme de brazos cruzados, no quiero ser un simple sujeto -.
-Disculpas aceptadas. Quieres un puesto de trabajo, cierto? -.
-Sí, quiero que me trates como tu hija y a la chica que devolvieron sus recuerdos. Creo que ayudaré más a CRUEL como empleada que como sujeto -.
-Tendría que hablarlo con la ministra Ava, pero en principio no veo problema en que nos ayudes de esta forma. Me alegro de que hayas reflexionado y hayas entrado en razón  hija-.
-Entonces creo que ya me voy -dije levantándome de la silla.
-Te avisaré si tengo notícias -.
-Gracias -dije antes de cerrar la puerta.
De momento todo iba bien, seguíamos con el plan. Ahora sólo quedaba que me aceptaran y poder hablar con Brenda.

Me dirigí a los dormitorios, era la hora de comer y por lo tanto no había nadie. Llamaron a la puerta, me levanté y la abrí. El corazón se me aceleró.
-¿Qué haces aquí? -le pregunté a Minho cerrando la puerta.
-¿Qué tal te ha ido? -me preguntó esquivando mi pregunta.
-De momento bien, ahora sólo falta que me acepten. Lo que implicará no poder hablar con vosotros -dije cruzándome de brazos.
-Quiero que me perdones. Sé por lo que has pasado y yo he sido un completo idiota -.
-Sólo quiero que me digas la verdad -.
-No pasa nada entre Jessica y yo. No quiero otros besos o abrazos que no sean los tuyos. Te quiero a ti y a nadie más -.
-Prométemelo. Necesito saber que nunca me dejarás. Que no te apartarás de mi lado -dije al borde del llanto.
-Cómo piensas que puedo tener algo con ella. Te elegí a ti... Eres la persona que tengo en mente siempre. A la única que me arriesgue a decirle todo lo que sentía y no me arrepiento de nada. Todo el día estoy pensando en ti, lo que te podría pasar con este arriesgado plan. La persona por la que seguiría a pesar de todo eres tú. No te cambiaría por nada ni por nadie -.
-Siento todo lo que ha pasado. Tengo demasiada presión y han habido muchos cambios. Tengo miedo. De perderte o de perderos. Por mi culpa -en ese momento ya no pude más y me derrumbe. Exploté en llanto. Él me abrazó con fuerza y hundí mi cabeza en su hombro.
Me separé levemente de él y noté el choque de sus labios contra los míos. Lo retuve abrazándole fuertemente y luego nos miramos fijamente para darnos fuerza y esperanza el uno al otro.
Sabía que uno de sus peores miedos era perderme, al igual que el mío. No iba a ser fácil estar estos días alejados, pero pasase lo que pasase siempre lo amaría como el primer día o incluso más.

Unidos por CRUEL (Minho, TMR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora