Cap.19 Mi pasado

2.5K 181 1
                                    

En capítulos anteriores:  Los laceradores atacaron el Claro, llevándose a Alby. Gally y Aris se autoproclamaron líderes.  Gally le propone a Itzel ser corredora, pero ella tiene recuerdos no muy buenos acerca del laberinto. Ella se enfada con Gally causando alboroto en el comedor. Minho intenta hablar con ella.
———————————
Volví a mirar a Minho y hablé. No le quería engañar ni tener secretos con él, ya que éramos pareja y no se lo podía ocultar.
-Verás... Yo fui la séptima en llegar al Área. La primera en llegar fue Harriet. Y ella paso un mes sola. Sonya fue la tercera en llegar. No sabíamos nada del laberinto, ni porqué estábamos en ese lugar. Pero nos las apañamos para sobrevivir. Éramos diez chicas cuando decidimos inspeccionar el laberinto. Y como no, yo me ofrecí a inspeccionar el laberinto con otras chicas. Descubrimos a los laceradores y perdimos a dos chicas por ello. Esas dos chicas iban conmigo cuando murieron, a una se la llevó un lacerador, la otra chica intentaba seguirla pero tropezó y cayó por una grieta. En esos tiempos yo era la que entraba al laberinto cada día. Pero... un día... se nos hizo tarde. Me quedé una noche atrapada en el laberinto con una compañera. Ella no sobrevivió. La dejé. La dejé morir. Y yo no hice nada. Más bien ella se suicidó, saltó por una de las grietas y yo no la pude detener. Cuando llegué a las puertas estaban cerradas. Lo pasé muy mal. Estaba sola. Rodeada de muros. Con esos bichos. Y no sólo eso... -le explicaba, y notaba mis mejillas humedas.
Él me las secó con sus manos cálidas y me hizo un gesto para que continuara. -Pude ver las letras. CRUEL. Las iniciales. No se como pero llegué sana al Área. De las casi diez chicas que éramos al comienzo ahora sólo quedamos Sonya, Harriet, Heather, Grace y yo. Las demás están muertas. Sólo ellas saben la verdad. Y para que las siguientes chicas no se suicidaran ni hicieran locuras contamos que nadie había sobrevivido una noche en el laberinto para que no lo intentaran y se echarán atrás. Pero nuestra advertencia no ha servido, a algunas les ha dado igual. He visto muchas chicas nuevas llegar y al cabo de un tiempo morir. Y por eso nunca he sido de hacer muchos amigos... Las únicas que me comprenden son ellas cuatro. Y cuando empecé a ser amiga de Rachel... La perdí. En el laberinto. Odiaba este lugar Minho. A quien nos trajo aquí. Todos estos tres largos años que he vivido. ¿De verdad ha merecido la pena luchar por haber llegado aquí? Aveces me paro a pensar que hubiera sido mejor haber muerto en el laberinto. Pero me doy cuenta de que tengo personas que me importan por las que luchar. Y por eso no abandono. Porque sé lo que es querer a una persona. He vivido momentos difíciles aquí. Pero no quería que supieras esa parte de mi pasado. Perdóname -tenía los ojos inundados y estaba a punto de llorar. No solía contarle mi pasado a nadie. Bueno... El pasado que recuerdo...
No esperé ninguna respuesta y le seguí contando. -Hace... Hace unos días... Tuve un sueño. Había una mujer. No paraba de repetirme una y otra vez CRUEL es buena. Me decía que era fuerte. Y que superaría las pruebas del laberinto con éxito. Yo miraba dos pantallas... En una estaban chicos y en otra estaban chicas. Se veía tan real... -no podía continuar hablándole. No me salían las palabras, y notaba como me recorrían lágrimas por las mejillas.
Minho no dijo nada. Sólo me abrazó.
-No dejaré que te pase nada -me dijo abrazándome.
-Pero y si te pasa algo. Y estoy yo... Yo no me lo perdonaría -le dije entre sus brazos.
Él no respondió, sólo me siguió abrazando.
-Te quiero. Creo que ya lo sabes, pero igualmente te lo diré millones de veces -dijo, y le rugió la barriga. -No tengo hambre -me dijo.
-Tu barriga no opina lo mismo -le dije intentando sonreír.
-Voy a desayunar -me dijo.
-Vale -le respondí. Y me dio un beso en la mejilla.
-¿Vienes? -me preguntó.
-No me apetece... Ya si eso luego... Nos vemos en media hora -le dije y se encogió de hombros.
Fui a la sala de mapas, al menos lo que quedaba. Me equipé para entrar al laberinto y me dirigí hacia las puertas donde estaba Minho esperándome. Él me miró y me sonrió. No pude contener el devolverle la sonrisa y le sonreí.
-Vamos -me dijo enérgico.
-No hay más remedio -dije.
Y acto seguido entramos al laberinto, a ese pasillo interminable y lleno de hiedra. Sentí un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo y me dispuse a correr al lado de Minho. Con él estaba segura y podíamos confiar el uno en el otro. 

Unidos por CRUEL (Minho, TMR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora