Unidos por CRUEL (Minho, TMR)

PLEASE (Newt)

Esto és un imagina de Newt y tú. Se que no tiene que ver con la historia pero lo quería subir. 💕
SAD:100%

Recuerdo estar caminando por el desierto. La noche era cálida y el viento hacia volar los granos de arena dificultando la visión.
Estaba triste, agotada, sola y sin esperanza. Sólo quería cerrar los ojos y no volverlos a abrir. Perdí todo, família, amigos y al amor de mi vida...
Ahora me encaminaba hacia el Palacio de los Cranks donde me esperaba una muerte segura. Llevaba días sin comer, lo único que me quedaba era media botella de agua.
Después de unas horas, estaba parada frente aquél lugar, donde estaban las personas consumidas por la Llamarada. Me dolía pensar que después de todo lo vivido, de todas las pruebas pasadas y guerras, acabara aquí. Pero era lo correcto. Notaba esas chispas en mi cerebro y sabía que tenía el virus. Di un paso más hacía mi muerte. Las puertas del Palacio se abrieron y salió un chico cabizbajo. Levantó su mirada y me observó. Thomas. Noté una fuerte punzada en mi corazón y no tardaron en salir las lágrimas. Me acerqué a él y me abrazó con todas sus fuerzas.
-Que haces aquí Thomas? No eras inmune? -pregunté sin entender nada.
-Yo... Es mejor que no entres -dijo apenado.
-Thomas está bien. Es mi destino -cogí su mano y lo miré fijamente a los ojos.
-Es por tu bien, vete de aquí -contestó con un nudo en la garganta.
-Porque? Que escondes? -insistí. Él se rindió. Sabía que no lo iba a impedir.
-Newt -su voz se quebró y empezó a sollozar.
-Que pasa con él? -pregunté nerviosa.
-Él... El virus avanza rápido. Quiso venir aquí y pasar el resto de sus días solo -dijo llorando. Era incapaz de procesar lo que acababa de decir.
-Quiero verlo -solté su mano y miré hacia el Palacio.
-No te lo impediré. Adiós -sin poder contestarle, se fue.
Entré al Palacio y miré por todos lados pero no pude encontrarle. Rendida, me fui del Palacio en busca de Newt. Debía decirle un par de cosas.
Después de unos días caminando hacia Denver, me encontré con un grupo de Cranks, querían que me uniera así que acepté. Había perdido la esperanza de encontrarlo, pero al llegar al alojamiento de aquellas personas, lo vi. Allí estaba él, Newt. Levantó su cabeza y se quedó atónito al verme. Se acercó a mí y me acarició el rostro como si fuera irreal.
-Newt... -susurré a punto de llorar.
-No puedes verme así -dijo, y se giró para irse. Grité su nombre varias veces desesperada, pero fue en vano.
Al día siguiente de camino a la ciudad no hablamos. Se mantenía distanciado de mí y podía notar sus ataques de cordura. Su enfermedad estaba más avanzada que la mía. El motor de una furgoneta negra me sacó de mis pensamientos. De ella bajó Thomas y después la furgoneta se fue.
Vi como se acomodaba la pistola en el bolsillo dándome un escalofrío.
Agarró a Newt cayéndose los dos en la desierta arena. Thomas estaba encima de Newt y lo apuntó con la pistola en la cabeza. Sabía cuál era el siguiente paso, debía detenerlo.
-¡Thomas no! -grité desesperada.
-Lo siento -decía llorando.
En ese momento Newt recobró la cordura, y casi como en un susurro le pidió algo a Thomas que no llegué a escuchar. Inmediatamente, pulso el gatillo.
Grité y lloré sin poder hacer nada. La furgoneta recogió a Thomas y se fueron. Y yo me quedé allí parada con la mirada perdida. Ahora si que había perdido al amor de mi vida.
Al cabo de unos días mientras vagaba sin rumbo alguno un fuerte viento se levantó. Asustada, miraba a todas direcciones buscando refugio, noté un fuerte golpe en mi cabeza y lo extraño es que no sentía dolor alguno. Luego todo se iba tornando negro y oscuro. Por fin estaba en paz.