Capítulo 3

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―Perdón, no quería molestarte, pero quería preguntarte si lo que estás leyendo es una saga de tres libros ―dijo con timidez.

―Em sí, sí. Tiene 3 libros la saga ―contesté, algo confundida.

―Gracias y perdón si soy entrometido... de verdad no quiero parecer inoportuno pero te vi llorar y sentí la necesidad de hacerte sentir mejor o intentarlo al menos. Si hay algo en lo que pueda ayudar o aconsejar acá esto. Si me permitís decirlo y con todo respeto, yo creo que si esa persona valiera la pena no te haría llorar ―opinó y me hizo una sonrisa de costado.

―Gracias a vos. Es lindo recibir palabras de apoyo cuando una está triste...Te lo agradezco ―respondí y le sonreí.

―No es nada, me gusta ayudar a las personas ―expresó, sonriendo.

― ¿Sos psicólogo o algo de eso?

―No ―dijo riendo―. Solo me gusta ver feliz a la gente.

―Oh ―reí con él―. Es muy amable de tu parte eso. ¿Entonces, en dónde trabajás? ¿En alguna fundación ayudando? ―pregunté, intrigada.

―Algunas veces. Es bueno para mí ayudar al que lo necesita. Es decir, todos necesitamos ayuda alguna vez, pero hay personas que lo precisan mucho más que otras y poder ver lo agradecidos que son y saber que ayudaste tanto en sus vidas es algo muy satisfactorio.

―Wow. Simplemente wow ―dije asombrada―. No suelo encontrar gente que piense de esa forma y es realmente genial que pienses así. Yo siempre quise ayudar a fundaciones, de hecho lo hice un par de veces. Doné ropa, juguetes y demás para los nenes. Es un sentimiento hermoso cuando sabés que estás cambiando para bien sus vidas.

―Es un halago para mí, gracias. Justamente a eso me refiero, la felicidad que sienten al tener todas esas cosas y también nuestra felicidad al verlos contentos. Ahora tengo curiosidad, ¿de qué trabajás?

Amantes (En físico y en ebook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora