Sarah
Para ser sincera me daba algo de miedo estar en un país bastante lejos del mío, pero era una oportunidad única y no podía desaprovecharla. Hubo un momento en el que pensé que era una locura hacer todo este viaje, pero mis familiares siempre me apoyaron y aunque no querían que me aleje de ellos sabían que era una gran oportunidad y no podía desperdiciarla. Decidí arriesgarme y ver qué me depara la hermosa ciudad de Londres. Marqué el número de mi casa en Argentina para contarle a mi familia que había llegado bien y ya estaba instalada en el que iba a ser mi hogar por un tiempo. Me lo llevé a la oreja y esperé unos segundos hasta que contestaron.
― ¡Hola hija! ¿Cómo estás? ¿Llegaste bien? ¿Comiste algo? ¿Está todo bien?
Me reí.
― ¡Hola ma! Bien. Sí. Todavía no. Está todo más que bien ―dije con una sonrisa contestando todas sus preguntas en orden.
La escuché reírse.
―Me alegro, amor. Comé algo, mirá que no voy a estar yo cuidándote como acá. ¿Es lindo? ¿Son amables? ―preguntó ansiosa.
―Voy a comer, no te preocupes. Ya lo sé, me encantaría que estuvieras...Es muy lindo y son amables ―contesté con un poco de tristeza.
―Y a mí me gustaría estar ahí, mi vida, pero no se puede...Cuidate, ¿sí?―dijo con la voz medio entrecortada.
―No va a ser mucho tiempo, nos vamos a ver pronto. Sí, ustedes también cuídense.
―Bueno amor, acá todos te mandan besos y mucha suerte.
―Dale ma, gracias y saludos a todos. Los amo y los voy a extrañar mucho.
―Nosotros a vos, te amamos ―dijo con su tierna voz.
―Yo a ustedes, les mando besos.
―Besos para vos también, hija ―dijo antes de cortar la llamada.
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Amantes (En físico y en ebook)
RomanceUna historia sobre un amor prohibido, un pecado para muchos. En el mundo hay demasiada controversia acerca de la infidelidad. Algunos opinan que no está mal si en la relación en la que te encontrás no te hace feliz y otros que si estás con alguien y...