Pensé que nunca iba a llegar, la botella con líquido morado está frente nuestros ojos, hoy iniciaría la venganza de Charlie.
Utilizaremos la ambición que tiene Bellatrix hacia las galletas para hacer que se coma la poción.
Idea mía.
Gracias, días familiares que odio.
—Charlie, ¿qué son los animagos? —pregunto al recordar el nombre de su libro, que ahora descansa con el calamar gigante.
—Los animagos son magos que se pueden convertir en un animal voluntariamente —dice sonriendo—, pero, por lo que leí en el libro, el proceso es difícil.
—¿Por qué quieres un libro como ése? —pregunta James levantando una ceja.
—Porque me quiero escabullir de Sirius lo más rápido posible —dice pasando un brazo sobre mi hombros, con algo de trabajo, claro. Ella es más pequeña que yo, no tanto, pero lo es.
—Tú no quieres separarte de mí —le guiño un ojo y ella sonríe.
—Remus, Sirius me esta coqu...
—¡No es cierto! —grito escondiéndome atrás de Charlie, Remus ya está por soltar el libro hacía mí, pero se detiene— ¡Yo sólo estaba bromeando!
—Que chillón eres —dice James riéndose—, ¡mi mejor amigo es un chillón!
—Oye, ten más respeto hacia mi perso —me interrumpo, ¿dijo mejor amigo?—... ¿me consideras tu mejor amigo?
—¡Claro! Todos ustedes son mis mejores amigos —dice sonriéndonos.
Se oye un golpe, James y Charlie están en el piso. Charlie está arriba de James mientras lo abraza a más no poder, Charlie parece un gato encima de James, demoliendo a James con su gran abrazo, ganándome el placer de ser yo quien lo haga.
Siempre ganándome en todo.
Ella no podría ser más anormal de lo que ya es, eso me agrada, todos mis amigos están locos.
Pasamos un rato hablando y vamos a la Torre de Gryffindor para combinar las galletas con la poción, cosa que Charlie hace exagerando las cantidades de poción.
—Charlie, no la quieras matar con la poción —digo riendo.
Ella no se detiene, le echa hasta la última gota que hay en la botella.
—Si pudiera, lo haría —dice bromeando, ella no es capaz de matar a nadie, es demasiado tierna para hacerlo... aunque no parezca.
—Bien, ahora... ¿cómo se las vamos a dar? —pregunta James, todos nos quedamos callados— ¿no pensaron en eso? —voltea a ver a Remus y Charlie, los cuales están callados.
—¿Nos crees tontos? —pregunta Charlie fingidamente indignada.
—Yo nunca dije eso —murmura James.
—Bellatrix tiene una pequeña obsesión con molestar a Charlie —dice Remus.
—Me quita mis libros y útiles —le sigue Charlie—: por lógica, si me ve con su comida favorita, me la va a quitar.
Charlie envuelve las galletas como si fueran un regalo con ayuda de su varita, se para y me guía un ojo, saliendo de la sala común con Remus unos pasos atrás.
—¿Van a venir? —pregunta Remus— Solamente tendríamos que ir unos pasos atrás, Bellatrix tiene que pensar que Charlie está sola.
Nos paramos y fuimos, Charlie no tardó en encontrar a Bellatrix mientras caminaba del jardín a la lechuzería, Charlie finge muy bien. Camina fingiendo no haberla visto mientras nosotros nos escondíamos detrás de una estatua, una gran estatua.
Bellatrix se para y se voltea a verla, la examina y echa una mirada por todo el pasillo, mirando que no haya nadie en el pasillo.
—¿Te perdiste, pequeña sabelotodo? —pregunta Bellatrix con desdén.
—No soy tú, pequeña Arpía. —Charlie la mira y la examina con asco.
Nunca me imaginaría a Charlie con esa mirada... y no quisiera recibirla.
—Tu valentía de Gryffindor te llevará a la ruina —contesta Bellatrix, mientras sacaba su varita. La estoy sacando yo también, por si se atreve a lastimas a Charlie.
—Sirius, suelta eso, arruinarás todo —me susurra James.
—¿Y si la lastima? —pregunto mirando las miles de escenas que se pueden desarrollar entre Charlie y Bellatrix.
—Confía en ella —susurra Remus—. No se dejara intimidar, ése es el plan.
—¿Y tú dónde quedas, querida Bella? —pregunta Charlie— ¿Dónde esta tu astucia? Ahora te comportar como una cobarde, amenazándome cuando no están mis amigos cerca... como siempre —dice Charlie—. ¿Será envidia? ¿No te agrada que tenga mejores amigos que los tuyos?
—¿Estás loca? Mis amigos destruirían a los tuyos en un duelo —dice Bellatrix escupiendo las palabras.
—Bueno, yo no metería a mis amigos en un duelo, ¿cuándo se enfrentaran tú con tus amigos contra mí? —pregunta Charlie asombrando a Bellatrix, la cual la apunta con su varita— Bueno, cuando tengas una fecha exacta, me dices. Por ahora tengo cosas que hacer —dice señalando el paquete de galletas y da media vuelta dispuesta a irse.
—¿Así que un regalo? —Bellatrix sonríe— ¿Qué será?
—Nada que te importe —comenta empezando a caminar a la lechuzería.
—¡Carpe Retractum! —pronuncia Bellatrix, de su varita sale una pequeña cuerda, la cual agarra la caja donde contiene las galletas, fue tan rápido que no me di cuenta en que momento Bellatrix tuvo la caja— ¡Oh, pequeña Charlotte! ¿Cómo sabías que me encantan las galletas? —pregunta con cierta burla en su voz.
—¡No son para ti! ¡Dame mis galletas! —grita Charlie buscando su varita.
—Que lenta eres, niña... ¡Locomotor Mortis! —las piernas de Charlie se pegan entre ellas, Bellatrix empieza a caminar— ¡Everte Statum!
Charlie pierde el equilibrio y se cae hacia atrás de una manera ruidosa.
—¡No te las comas, no te vendrán bien! —grita.
—¡Claro, fingiré que te creo! —contesta Bellatrix soltando una carcajada, cuando ya no la vemos por el pasillo, nos acercamos corriendo hacia Charlie.
—¿Estás bien? —pregunta James.
—Me duele mi trasero, ¿me pueden ayudar? —suelto una pequeña risa y, con un hechizo de Remus, Charlie queda como nueva.
—Así que —empieza a decir James—... ¿un duelo con ellos?
—Sí, yo soy fuerte —dice Charlie sonriendo.
—Claro, y Malfloy y Narcissa son de quito —comento con ironía—, ¡está claro que te harían pedacitos!
—Bueno, pero puedo estudiar hechizos avanzados —murmura pensativa—, mas no me ayudará mucho si me atacaran por la espalda.
—¡Charlie! —gruño molesto.
—Ya, Sirius —dice James poniendo su mano en mi hombro.
—Sirius se preocupó por ti —comenta Peter hacia Charlie.
Charlie sonríe y me abraza.
—Perdón por preocuparte —murmura.
Si me abraza cada vez que me preocupo, viviría preocupado hasta del aire que respiro.

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Los merodeadores.
FanfictionEl mujeriego Black, sin durar con una chica menos de un día, sin corazón, arrogante y misterioso Black. El merodeador más deseado de todos y, claro, el más compartido. Black, el que nunca se enamora y siempre piensa por sí mismo... ¿o eso es lo que...