Los merodeadores.

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Una vuelta. Charlie sonríe volviendo a la misma posición de baile, acortando nuevamente la distancia.

—¡Sirius! ¡Charlie! —grita James con Lily en mano, interrumpiendo el hermoso momento que tenía— Vamos a ir a algún otro lugar, ¿quieren venir?

—¿A dónde iríamos? —pregunto deteniendo el baile entre Charlie y yo, sin quitar la distancia.

—No sé... podríamos ir al lago —dice James.

Charlie se separa de mí, me agarra la mano jalando de mí y caminando hacia James.

—¿Remus? —pregunta mirando hacia los alrededores.

—Está en la entrada, su cita terminó siendo una psicópata enamorada de él —contesta James encogiéndose de hombros.

—Yo sé de un lugar, todos estaríamos cómodos ahí —murmura.

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—Descubrí esté lugar en nuestro primer año, me había perdido —murmura Charlie pasando otra vez por una ¿armadura? En el séptimo piso.

—Creo que está vez también te perdiste —murmura James fastidiado.

—¿Seguro?

Una puerta enorme de madera aparece en la pared, Charlie sonríe de manera muy arrogante y entra al lugar abriendo la puerta. Entro detrás de ella y miro todo el lugar, lleno de libros, cojines, sillones, calderos y una que otra mesa.

—Sabías de esto...

—¿Y no nos dijiste nada? —termino la frase de James.

—Aquí solía venir con Dumbledore —susurra encogiéndose de hombros—, era un tipo de secreto.

—Bueno, creo que este será ahora es nuestro pequeño secreto —dice Lily sonriendo.

—Sí, no podríamos compartir un lugar tan genial como éste —susurra James asombrado—, se llenaría de estudiantes... aunque me gustaría que tuviera camas...

De la nada, uno de lo sillones se empieza a estirar, convirtiéndose en una cama que, realmente, parece cómoda. James sonríe y se avienta a ella con los brazos abiertos, acurrucándose y cerrando los ojos.

—Bienvenidos a la Sala de los Menesteres, o también conocida la sala que viene y va, todo lo que quieran estará aquí, excepto comida y esas cosas. —Charlie se sienta en un sillón y un libro sale de la estantería a su mano.

—Es asombrosa —murmura Remus que empieza a ver los libros que se encuentran ahí.

Lily y Remus empiezan a hablar de los libros, viéndolos y analizándolos mientras James y Peter están acostados en camas diferentes. Me acerco a Charlie y me siento a su lado. Bajo su libro y con algo de delicadeza se lo quito y lo pongo en una pequeña mesa que acaba de aparecer aun lado mío.

—Eres asombrosa, ¿lo sabías? —pregunto mirándola a los ojos.

Ella sonríe.

—Eso me han dicho —murmura acomodándose levemente, teniéndola frente a frente de mí—. ¿Qué te traes entre manos, Black?

—¿Entre manos? —pregunto haciéndome el confundido— Quiero enamorar a la chica más hermosa y genial de todo Hogwarts.

—Lo siento, no puedo ayudarte con Kenny —dice sonriendo levemente—, creo que ya está saliendo con Louise.

—Ella no, Charlie —contesto riéndose.

Ella imita mi acción tapándose levemente su boca. Se ve hermosa. Demostrándome otra faceta de ella. La tímida, cariñosa y frágil, con ese hermoso vestido y la ligera pintura que tiene en su rostro.