× 47 ×

13.8K 1K 768
                                    

Miro el techo.

No hay más que pueda hacer, Lily está cocinando, James acomodando los platos, Peter no vendrá y los hermanos Lupin no han llegado.

Genial.

Muy genial.

Muy, muy genial.

Miro a un lado, a la chimenea, cuando oigo la aparición de algo. En mi interior quería que fuera Charlie, pero no, es el estúpida de Remus.

—¿Y tu hermana? —gruño cansado.

—No sé, ya debió aparecer —murmura Remus mirando la chimenea—. Iba a aparecer después de mí —chasquea su lengua—. Raro... Aunque...

¿Aunque...?

—Antes de irme vi como le llegaba una carta, tal vez por eso se está tardando —murmura y se dirige a la cocina saludando a Lily y a James.

—Un hipogrifo se columpiaba sobre la tela de una araña, como veía que resistía...

—No empieces, Sirius —me calla James.

—Cantaré hipogrifos hasta que llegue Charlie —contesto y sigo cantando—... Fueron a llamar a otro hipogrifo. Dos Hipogrifos se columpiaban sobre la tela de una araña, como veían que resistía fueron a llamar a otro hipogrifo...

—¡Ven a ayudar! —gruñe James desde la cocina.

Me levanto tarareando y me acerco a la cocina. Abro la alacena y agarro cinco platos, llevando a la mesa y acomodándolos en nuestros respectivos lugares.

[ • • • ]


—Docientos tres hipogrifos se columpiaban sobre la tela de una araña —ahora cantábamos James, Remus y yo—, como veían que resistía fueron a llamar a otro hipogrifo. Docientos cuatro hipo...

—¿No le habrá pasado algo? —murmura preocupada Lily— Ya tardó mucho y...

Una pequeña luz azulada llega y se coloca en el centro de la mesa. Con una pequeña explosión de color azul platinado se aparece un pequeño lobo frente a nosotros.

El patronus de Charlie.

—Chicos —la voz de Charlie parecía aterrada—, tengo miedo —murmura el patronus—. Mucho, mucho miedo —la voz de Charlie se rompe—. Vengan, por favor, sellaron las puertas y pusieron una barrera —la voz parecía cada vez más controlada, o eso aparentaba—, no puedo salir por la puerta o aparecerme, ¡hasta las ventanas están selladas!

—Charlie... —murmuro parándome y alistándome para salir a la chimenea, pero Remus me sorprendió. Él ya estaba ahí, soltando polvos sin que ocurriese nada.

—Llegó la última carta —miro el patronus. La voz de Charlie se vuelve a romper—. Por favor, vendrán por mí, no quiero... —sale un pequeño sollozo— no quiero ir con ellos... —la voz disminuyó en la última frase— Lord Voldemort está detrás de los medimagos... por favor —murmura el pequeño lobo. Un pequeño silencio me atormente, hasta que vuelve a hablar—. Joder.

Y, después de eso, el patronus se esfuma.

Corro hacia Remus, quien está desesperado en la chimenea.

—Remus, la casa de tus vecinos —digo rápidamente.

Remus agarra polvos y me sonríe agradecido.

—Casa Smith —dice y suelta los polvos.

Las llamas verdes consumen a Remus, dándome paso libre a la chimenea. Imito la acción de Remus y aparezco en la casa de los Smith, que la única razón por la que están registrados en la red de polvos flu es porque su hijo menor es mago.

Los merodeadores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora