—¡Charlie! —grito y corro tras ella— ¡Lupin, detente!
Charlie entra a un pasadizo, al cual entro siguiéndola, saliendo al instante en un salón deshabitado. Charlie sale por la puerta y yo sigo persiguiéndola. El timbre de salida suena y los alumnos empiezan a salir, pero todo a mi favor. Los alumnos se interponen en el camino de Charlie, y, cuando estoy a un paso, agarro su brazo.
—Quiero hablar contigo —murmuro en su oído, recargando mi pecho en su espalda.
Miro todo borroso, y, de la nada, Charlie está detrás de mí, agarrando firmemente mi brazo, haciendo que me duela... nuevamente.
—Bien, te escucho —dice en mi oído.
—¿Quieres ir al baile conmigo?
—¿Era solo eso? —pregunta desconfiada.
—Sí.
—Vete al diablo.
—Sólo si tú me acompañas.
Charlie me suelta y sigue caminando, abriéndose paso entre los alumnos que querían ver nuestras típicas escenas.
—¡Oh, vamos! —grito siguiéndola— ¡Sólo tienes que decir que sí!
—Ya, rindete —murmura burlesca.
¿Así que a eso jugamos?
—Ve al baile conmigo, no te arrepentirás —contesto caminando a su lado, como supuestos amigos que somos.
—¿Qué gano yo con eso? —pregunta levantando una ceja.
—A mí, por supuesto —contesto sonriendo.
—Arrogante, como siempre —dice rodando los ojos—. Consigue a otra, hay muchas esperando por ti.
—Y yo sólo espero por ti. —paso mi mano por la suya, ella me mira aun con sus ceja levantada. Entrelazo nuestros dedos.
—Siempre estás con demás chicas, dudo mucho que lo que dices sea real. —estruja suavemente su mano con la mía, para luego querer soltarse.
—¿No te has dado cuenta? —pregunto deteniéndola, en el marco de la salida hacia el jardín. Ella voltea completamente su cuerpo quedando frente a mí, negando con la cabeza— Todas tienen algo tuyo. —frunce el ceño— Teresa Thomson, tiene tus pestañas. —me acerco a ella y con mi pulgar acaricio sus pestañas derechas, haciéndola cerrar su ojo— Ángel Bloont, tus labios. Marcely Therry, el color de tu cabello. An...
—¿Lonte? ¿Me vas a decir en que mierdas nos parecemos? —gruñe molesta, tratando de soltarse con más ferocidad.
—La misma energía con las que discuten la una con la otra —contesto encogiéndome de hombros—. No sé, ¿sabes? Hace unos minutos me acabo de dar cuenta de todos esos parecidos que tenías con las demás..., pero ninguna son tú.
—Eres un estúpido —gruñe molesta.
—¡Oh, vamos! —grito nuevamente— ¿Te digo algo como eso y tú respondes eso? ¡No puedo creerlo!
—¿Qué quieres que diga? —pregunta.
—Que sí vas a ir al baile conmigo.
—Que lástima, no lo haré.
—Caerás a mis encantos —guiño mi ojo derecho y ella sonríe, solo un poco.
—Suerte.
—Gracias, la necesitaré —contesto besando suavemente los nudillos de su mano—. No aceptes la invitación de nadie.

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Los merodeadores.
FanfictionEl mujeriego Black, sin durar con una chica menos de un día, sin corazón, arrogante y misterioso Black. El merodeador más deseado de todos y, claro, el más compartido. Black, el que nunca se enamora y siempre piensa por sí mismo... ¿o eso es lo que...