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Charlie estaba haciendo un berrinche, tirando cosas y gritando enojada, nadie parecía acercarse a ella, ni Remus, que siempre trata de tranquilizarla.

Me acerco a ella y agarro con suavidad su hombro, ella se está volteando para lanzarme algo, tal vez el libro favorito de Remus, o tal vez me quiera enterrar su varita por... Bueno, el punto es que me quiere hacer daño.

—Charlie, tranquila —gruño agachando mi cabeza para que no me golpee—, nos vas a dejar todo el cuarto destrozado.

—¡No me digas que me tranquilice, Black! —suspiro y agarro sus hombros para agitarla bruscamente.

Miro a Remus, él parece estar acostumbrado a sus destrozos, ya que está leyendo un libro en su cama con tan tranquilidad que no combina para nada con el momento.

—Levanta la cabeza —digo con autoridad. Ella me obedece y me mira a los ojos—, eso es. Ahora sal de la puerta y finge que te encanta tu nuevo cabello.

—¿Para qué... —Remus le manda una advertencia con la mirada, esta niña es más grosera que James y yo juntos— hongos me servirá eso?

—Ella lo hizo porque piensa que te dolerá, si te ve feliz con tu cabello rubio se enojará porque su plan no funcionó —comento como si fuera lo más lógico, porque lo es.

Un Black haría eso.

—Sirius nos salió más perra de lo que pensamos —dice James sorprendido.

—¡Oh, ya sé! —grita Charlie, agarra unas tijeras de su baúl y se vuelve a meter al baño, cantando de alegría.

No sólo es inteligente y deportista, ¡ahora es cantante!

Después de unos minutos sale, se ve más hermosa, con el pelo, que ahora esta más corto que antes, ahora no le llegaba a la cadera, ahora está un poco abajo de su cuello.

James está escondido detrás de su cama, con una mancha en su mejilla derecha, un recordatorio del berrinche que hizo Charlie.

—Vamos al Lago  —dice Charlie sonriendo, agarrando su cabello en una coleta, parece una pequeña colita, tierna e inocente. Cosa que no es.

—Ni loco voy contigo —gruñe James—, ya tuve suficiente con el golpe.

—Te compro una cerveza de mantequilla —ofrece Charlie acercándose a la cama de Jame—, y te digo donde puedes encontrar a Lily Evans —dice sonriendo.

—Trato —dice James y se levanta del piso.

Todos nos alistamos, menos Charlie, ella sólo nos estaba viendo mientras nos cambiábamos, haciendo comentarios sobre nuestras túnicas o posiciones, luego comentaba de sus libros favoritos, citas o momentos que le gustaron, Remus era el único que platicaba con ella, James y yo no tenemos idea de lo que hablan.

Salimos a la sala común, cuando miran a Charlie las conversaciones cesaron, mirándola con asombro, miro como Lonter le dice algo a sus amigas, las chicas se ríen, señalando y burlándose de Charlie, aunque en el fondo parecen sorprendidas.

Abrazo a Charlie por los hombros, puede que se sienta mal por eso, uno de sus peores miedos es que se burlen de ella, ¿no?

—No pasa nada —murmuro suavemente.

—Claro, los tengo a ustedes —contesta riendo, pasa su brazo por mi cintura y con la otra a Remus.

Salimos a los pasillos, pocas personas se dieron cuenta del cabello de Charlie, y los que se daban cuenta la miraban por mucho tiempo. Más del debido.

—Quiero ir a Hogsmeade —murmuro mirando como unos chicos de quinto van caminando.

—Yo también —comenta James suspirando.

Los merodeadores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora