Capítulo 9.

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Me paré al sentir mis piernas dormirse, por no hablar de mi trasero, el cual ya debía estar cuadrado por tantas horas pegado al suelo. En la noche no había podido dormir, el solo echo de estar encerrada y sabiendo que Gareth estaba en libertad y no podía hacer nada, me ponía histérica.

Según mis cálculos, debían ser cerca de las seis de la mañana. Todos estaban dormidos escepto yo. .

El día anterior Maggie se había encargado de presentarme con todo el mundo y contarme sobre la "trampa" que nos había tendido Gareth ( quien al parecer era el líder de Terminus) y habían decidido qie hoy escaparían, incluso comenzaron a hacer armas y todo. Pero al llegar la madrugada todos estaban tan cansados que prefirieron reponer energías.

También había tratado de buscar alguna avertura en las paredes eel bagón, algo que me ayudara a escapar, pero nada. Quizá la oscuridad en este era algo me había jugado en contra... la noche no me ayudaba.

O puede que la histeria que traías encima te haya segado...

Decidí que no escucharía a mi conciencia. Bastante tenía ya como para aguantar sus estúpidos y crueles comentarios. Volví a sentarme, me sentía ahogada y malhumorada, ese bagón era un asco. Los pisos viscosos por alguna sustancia desconocida me daban repulción. Y esto, sumado a la falta de luz y al poco espacio y aire propio que podía tener, contando con que había unas 15 personas aparte de mi, no era algo cómodo.

La compuerta superior se abrió interrumpiendo mis pensamientos negativos,y la luz que entró por ella me enceguesió por un momento como era de esperarse. Pero rápidamente se cerró de nuevo dejándome ver una pequeña bandeja de metal con algo de pan y agua encima. El almuerzo, supuse. En la noche nos habían dado lo mismo, tirándolo desde el twcho sin importarled si el agua caía al suelo o no, como en ese entonces sí había pasado, pero nadie despertó.

Me fijé en un pequeño papel que había sobre el pan y me acerqué cuidando de no despertar a nadie. Con delicadeza extrema lo tomé, fojándome que a unos metros había una pequeña envoltura gris.

Para que lo recuerdes, este ya no es el mismo mundo, Scarlet.

Gareth.

Hasta su caligrafía me daba repulción. Pero no mentiría, una pizca de curiosidad se había engendrado en mi.

Me dispuse a tomar la envoltura y volver a mi lugar... Solo pedía que no sea algo que me doliera mucho. Sabría que sería malo.

Abrí la envoltura y tiré suvcontenodo encima de mis muslos extendidos.

Al parecer tus pedidos no fueron escuchados...

Carl Grimes's POV:

Me resfregué los ojos, en verdad odiaba estar encerrado. Era algo que me ponía histérico, el no poder hacer nada útil, el haber sido tan estúpido de confiar que este lugar nos serviría de refugio para mi y para mi gente... había sido un idiota al confiar tan siegamente.

Detube mis pensamientos al oír pequeños suspiros y, curioso, dirogí mi vista hacia allí. Sorprendido contemplé como las lagrimas mojaban la cara de Scarlet, quien miraba fijamente una especie de collar con dos anillos como colgante. Algo que me extrañó mucho, debo decir.

Vuelvo a refregar mis ojos, no creo estar viendo bien. Esa no puede ser Scarlet ¿o sí? Sus ojos me dicen lo contrario. Sw mantenían de ese color tan exótico como el que me había el día anterior. Me había sorprendido gratamente, nunca había visto unos ojos tan hermosos, tan originales...

Fruncí el ceño al ver cómo se limpiaba las lagrimas bruscamente al ver que todos se levantaban poco a poco. Al parecer, no se había dado cuenta de mi mirada.

Mi máscara. (Carl Grimes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora