Rick caminó de un lado al otro, comprendiendo lo que le habíamos dicho.- así que eres inmune- dijo una vez que se detuvo, su vista fija en mi.
-sí, papá- Rick ignoró a su hijo y volvió a hablar.
-te eh preguntado algo, Scarlet- su voz era dura y, en vez de intimidarme, me enfadó.
-puede ser- constesté simple- no sé si solo ah sido coincidencia, y la verdad es que me importa mierda si soy inmune o no. -vi como aprieta la mandíbula y se llevó la mano hacia el puente de la nariz, exasperado.
-entonces... díganme ¿por qué diablos se estaban besando?- vacilé sin saber qué decir.
-no creo que sea de tu importancia Rick, después de todo tanto Carl comi yo somos mayores y responsables.- dije seria ganándone una fulminante mirada.
-comienzo a enojarme, Scarlet. Si fuera tu, me mantendría callada- dijo advirtiéndome, lástima que a mi no me gustaba acatar órdenes, o amenazas.
-gracias a Dios, no lo eres- sonreí falsamente- y si me disculpan ambos, tengo cosas que hacer y ustedes una charla de machos, así que me marcho- caminé a zancadas hasta la puerta no inmutándome ante las amenazas de Rick y las súplicas de Carl porque no lo dejara solo con su padre.
Salí de la habitación y bajé las escaleras, en ese momento me di cuenta que estaba en pijama pero no le di importancia, no saldría de todos modos.
Tom fue el primero en verme, por lo cual corrió hacia mis brazos, asegurándose de decir cuán feliz estaba porque me había curado.
-sí, ya estoy mejor- asentí y ambos nos sentamos en el sofá de la sala, por lo que veía, estábamos solos- ¿qué hiciste mientras no estaba?
-no mucho- dijo desviando la vista, mi ceño se frunció al saber que mentía.
-¿seguro que todo está bien?
-sí, yo... conocí a una chica- aclaró con sus mejillas rojas, sonreí ante tal gesto adorable.
-¿ah sí? ¿y cómo se llama, cómo es?- pregunté rápidamente, quería asegurarme de que mi hermanito no estuviera detrás de una perra o algo así, sobre mi cadáver.
-se llama Isabela- bien, no tiene nombre de perra- y es muy simpática... y muy bonita- sus ojos caen en los mios y sonríe- su cabello es rubio clarito y sus ojos oscuros, muy oscuros y son muy lindos.
-¿te gusta esa niña?- él abrió sus ojos, sorprendido.
-y-yo...
-puedes decírmelo- le alenté al ver que se cruzaba de brazos.
-vale, pero luego tu me contestarás una pregunta, es lo justo- había olvidado que se trataba de mi hermano, era obvio que querría algo a cambio- ¿trato?- asentí suspirando.
-maldito enano capitalista- murmuré haciendo que riera.
-¡soy más alto que tu!- respondió riendo
-¡como si eso fuera difícil!- le contesté también entre risas y una vez más calmada hablé- ya contesta.
-me encanta- dijo con sus ojos brillando- es perfecta...- sus ojos recaén en mi y su sonrisa se cambia, volviéndose pícara- ahora responde ¿a ti te gusta Carl, cierto?
-¿qué?- fruncí el ceño ¿cómo diablos sabía?
-oh, vamos, que es obvio. No sé cómo los demás no se han dado cuenta.
-te odio- murmuré y él volvió a reir.
-mentira, no podrías odiarme porque soy demasiado sexy- rodé los ojos- hablando de sexy, te dejo con tu príncipe- él solo rio antes de marcharse, al mismo tiempo que Carl bajaba de las escaleras.
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Mi máscara. (Carl Grimes)
FanficHistoria sin editar. Ella parecía ser tan delicada y débil, como un cristal... Tan bonita y femenina, como una rosa que acaba de nacer... Y tan perfecta, como una diosa... Pero lo que nadie sabía es que detrás de esa máscara se encontraba una verdad...