Me mantuve estática en mi lugar mientras veía cómo Todd se apresuraba a abrir el armario y armar un pequeño bolso. Apenas recordaba el estar besándolo, en un beso que se había tornado mucho más fuerte cuando disparos comenzaron a oirse. Un adolescente castaño había entrado informando que al parecer estaban reciviendo un ataque. Todd se había puesto como loco y rápidamente se había puesto a hacer el bolso mientras el chico nombraba un código rojo, que no entendí.
-creo que ya está- murmuró caminando hacia mi y tendiéndome la mano, la tomé insegura y él me sonrió tratando de darme confianza- debemos irnos, bebé. Ahora.
-¿pero dónde vamos?- pregunté mientras lo seguía, extrañada porque Todd había dejado el bolso en la habitación.
-a un lugar seguro hasta que todo se calme, confía en mi, te pondré a salvo. - prefrerí mantenerme en silencio hasta salir hacia la parte trasera de la fábrica. Donde, luego de una reja que estaba atestada de caminantes, había un frondoso bosque, que creo que había sido el plan A de Todd.
Traté de mirar hacia la parte delantera pero Todd me lo impidió.
-no veas. Hay una guerra ahí adelante- murmuró nervioso. Lo supe por el como mordía su labio con fuerza.
-eh visto muchas guerras antes- le dije para calmarlo pero el solo me sujetó más fuerte del brazo, haciéndome doler- ¿qué haces? Suéltame, me duele.
-no, vámonos ahora Scarlet- me arrastró con fuerza mientras el pequeño destello de esperanza dentro de mi explotaba como una bomba molotov en mi interior.-nunca te alejarás de mi, amor- Me removí de su agarra con ojos llorosos, llamándome ilusa, estúpida porque por un momento pensé que podría ser feliz.-siempre mía- dijo en un murmuro sombrío para él mismo.
-¡suéltame!- grité mientras nos íbamos acercando cada vez más a la reja, tenía miedo. No sabía en qué estado estaba Todd, qué tan lejos podría llegar.
-¡suéltala!- gritó una voz tras de mi, ambos, Todd y yo, nos detuvimos estáticos al reconocer al poseedor de esa voz. Me giré con rapidez sintiendo entre alivio y preocupación al ver aquella mirada azul tan conocida.
-no puede ser- murmuró Todd bufando y alzando también su pistola, apuntando a Carl, quien, extrañamente, se encontraba desarmado -¡eres como un maldito grano en el trasero!- gritó desaforado, apretándome con tal fuerza que sentí como mi brazo comenzaba a cosquillear debido a la ausencia de sangre.-¡ella es mía, entiéndelo de una jodida vez!- estaba furioso, igual o peor que la vez que me había golpeado.
-¡ella no te quiere, entiéndelo y olvídalo como te olvido ella a ti!- grito desde a unos 3 metros de nosotros y vi la intención del rubio a mi lado así que rápidamente me apresuré a empujarlo sintiendo un pitido luego de oir el disparo de tan cerca.
El fuerte sonido, mezclado con la falta de comida y las grandes emosiones que había tenido en los últimos días, comenzaron a marearme. Tenía la vista borrosa y me encontraba sentada en el suelo al sentirme imposibilitada de levantarme sin caer.
Entre los borrones puede difetenciar como una cabellera rubia y otra castaña peleaban a mano a unos metros de mi. Comencé a sentir que las lagrimas rodaban por mis mejillas.
No quería eso.
Quería estar de nuevo con Todd, tener de nuevo 14 años y sentir que si él vivía yo también lo haría. Quería sonreir cada vez que él lo hiciera y oder contarle todos y cada uno de mis secretos y sueños por tontod u horribles que sean.
O estar en aquella cabaña con Carl, donde nos dimos nuetra primera vez y nuestro primer te amo, quería poder contarle todo lo que aún no sabía de mi y oir todas las anécdotas que supiera.
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Mi máscara. (Carl Grimes)
FanfictionHistoria sin editar. Ella parecía ser tan delicada y débil, como un cristal... Tan bonita y femenina, como una rosa que acaba de nacer... Y tan perfecta, como una diosa... Pero lo que nadie sabía es que detrás de esa máscara se encontraba una verdad...