Entro a la cocina de su hogar mientras seguía a su hermano menor que en ese momento se encontraba algo molesto.
-Francis, ya dije que no los puedo hacer hoy- repitió seriamente mientras intentaba detener al mayor.
-Por favor Mathew- rogo casi poniéndose de rodillas
-Los scones son para el miércoles, recién es sábado- se quejó mientras miraba a su hermano de reojo, no sabía porque tanta insistencia en que haga los scones
-No es como si eso estuviese determinado por la ley ¿Sucederá algo si cambiamos un poco el menú? Apura mon amour, solo tú puedes hacerlos. Si el cliente los quiere, entonces debemos escucharlo ¿no sabes que el cliente manda?- dijo desesperado, tenía que tener scones para mañana, se lo había prometido
-Ah, ya se... ¿Quieres comerlos verdad?- rio su hermanita menor mientras veía divertida la discusión de sus hermanos.
-A él ni siquiera le gustan...- bramo el de lentes molesto.
-Si me gustan, me encantan, en verdad, así que hazlos mon petit, ¿sí? Te ayudare en lo que quieras, hazlo por el hermano mayor- sonrió mientras veía como el menor suspiraba profundamente.
-¿Por qué tu hermano esta así?- le pregunto a su hermanita, la cual se encogió de hombros y se rio al ver el entusiasmo del mayor.
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Ambos estaban sentados en un gigantesco sillón que se encontraba frente a una televisión aun mas gigantesca, donde se veía como si estuviesen en un cine. En una mesita al frente de ellos estaba un plato con scones y a lado una taza de té y una de café. Estaban cerca el uno del otro, disfrutando de la película. Arthur a pesar de no poder verla, escuchaba atentamente todo. Había escogido una película que le encantaba desde que era niño "Harry Potter y la piedra filosofal".
Desde pequeño siempre pasaba viendo películas donde la magia se veía involucrada, creyendo en ella y en los seres fantásticos que estas mostraban, a pesar de que algunas veces sus compañeros de clases lo llamaban loco o extraño por creer en tales cosas.
-Francis...- dijo despacio mientras escuchaba e intentaba imaginar en su mente la película. El mayor lo miro de reojo con una pequeña sonrisa, esperando a sus palabras.-Tu... ¿crees que la magia pueda existir?- su pregunta sonaba seria. Parpadeo seguidamente para después sonreír ligeramente "para mí...todos estos momentos en los que pasamos juntos, son como si fueran mágicos"
-Creo que talvez pueda existir- contesto mirándolo con ternura al notar las migajas de scone alrededor de la boca del británico. Con algo de cuidado dirigió su mano a ese lugar y pasó sus dedos por la comisura de los labios ajenos limpiando los restos de aquel biscocho que su hermanito había preparado. Arthur al sentirlo se sonrojo de manera notable y parpadeo rápidamente sin saber que pasaba.
-¿Po-porque hiciste eso?- susurro anonado, Francis al darse cuenta de lo que verdaderamente acababa de hacer se sonrojo al igual que el menor o probablemente aún mas
-Tenias...tenías migajas de scones- se justificó algo nervioso mientras se reía sin saber que más hacer. Se levantó del sillón dejando al menor sorprendido mientras él se dirigía al armario del cual el anglosajón había sacado la película que estaban viendo. Lo abrió con curiosidad encontrándose con miles de películas, clasificadas por géneros y nombres, todo aquel armario estaba lleno de estas- Wow...sí que tienes muchos DVDs... te deben encantar las películas- rio aun algo nervioso.
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Angel Eyes
RomanceUn accidente habia cambiado todo... Viviría para siempre con aquella carga, su vida era un infierno del cual nunca saldría. Se lo merecía, era su culpa. Pero, tal vez algo podría salvarlo de aquel hoyo negro en el que habia caído, eso algo, era cono...