Salió a la entrada del orfanato y se sentó en uno de los columpios que había en el patio delantero. Soltó un largo suspiro mientras empezaba a mecerse -no entiendo que le vio Alfred de bueno- definitivamente no, no le veía nada de bueno a ese franchute que pareciera odiarlo o no caerle bien - ¿Cómo se supone que me lleve bien con alguien como él? - he ahí la cuestión....
Lanzo un largo suspiro y se quedó allí algunos minutos hasta que vio que el francés salía del orfanato y se dirigía al lugar donde estaba su bicicleta para poder ir a casa.
-Supongo que realmente tienes una mala personalidad...- dijo en un suspiro, siendo escuchado por el francés, quien volteo a verlo sin entender si lo que decía era para él, o no.
- ¿Qué dijiste? - pregunto frunciendo el ceño ligeramente, el británico lo miro de reojo y regreso su vista nuevamente al horizonte distraído.
-Debido a tu mala personalidad no tienes amigos, y ya que no tienes amigos viniste aquí a jugar con los niños en tu día libre...- explico su punto de vista con una voz neutra y algo aburrida. Francis sintió un ligero tic en su ojo. Esas ingles sí que servía para sacar conclusiones apresuradas.
-Tienes talento para contar los hechos de una forma retorcida- lo miro con los ojos entrecerrados, el británico lo miro de vuelta -de seguro te han de haber dicho eso muchas veces- mascullo cruzándose de brazos algo molesto.
-Para nada- se defendió ofendido por las palabras del francés. Soltó un largo suspiro y regreso su mirada a la nada -escucho a menudo que molesto a las personas con la forma en la que hablo... y que soy un poco... insoportable- soltó con sinceridad, algo cohibido, bueno, en realidad el también a veces pensaba que sí, su personalidad era muy torcida, pero no era su culpa... no del todo.
-Por lo menos tienes una visión objetiva de ti mismo- dijo en un suspiro algo agotado mientras se disponía a retirarse de allí, pero se detuvo al escuchar el teléfono del británico sonando. Vio como el menor contestaba de reojo, pero no pudo evitar mirarlo al escuchar de quien era la llamada.
-Hola Al...- saludo por el teléfono mirando de reojo que la mirada francesa estaba sobre la suya, el mayor desvió la mirada al piso algo avergonzado -estoy a punto de irme- suspiro para después escuchar lo que el americano le quería decir en shock - ¿What? ¿con el doctor Boissieu? - casi grito al escuchar esa noticia, Francis al oír su nombre alzo a verlo sin comprender - ¿esta noche? - trago saliva nervioso, definitivamente se había quedado sin palabras.
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Ambos doctores caminaban por los pasillos de neonatología, deteniéndose frente al cristal que los separaba de la habitación donde yacían los recién nacidos en las incubadoras. Ambos se quedaron viendo los bebes con nostalgia.
-Arthur y Alfred fueron alguna vez así...- suspiro el escoces mirando a los pequeños que dormían en las incubadoras tranquilamente -no recuerdo muy bien ese día, pero solo sé que mis padres y mis hermanos estaban totalmente felices de recibir a un nuevo miembro en la familia...- susurro nostálgicamente recordando ese día en el cual su hermano había nacido, solo venía a su mente la felicidad de sus padres y sus hermanos en ese momento, al ver por primera vez a su nuevo hermanito- yo sentía que cada vez me volvía más viejo siendo el mayor de mis hermanos, y que tendría otro del que cuidar, ese día me hice la promesa de protegerlo a toda costa...- se rio ligeramente al recordarlo, ese día había decidido y jurado cuidar siempre de su nuevo hermanito, al igual que a los demás... había fallado en su promesa...
-Yo lo recuerdo todo... cada detalle- sonrió nostálgicamente la mujer a su lado. Poso sus ojos azules en aquellos bebes, tan pequeños... igual que su hijo cuando nació -cuando me dijeron que podía morir al dar a luz... no me importo, con tal de que mi bebe nazca sano...- sonrió con la imagen de Alfred riendo felizmente en su cabeza, de verdad, cada segundo de su vida agradecía el no haber abortado y haberse arriesgado a cuidar a su bebe sola, pese a los peligros que la asechaban.
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Angel Eyes
RomanceUn accidente habia cambiado todo... Viviría para siempre con aquella carga, su vida era un infierno del cual nunca saldría. Se lo merecía, era su culpa. Pero, tal vez algo podría salvarlo de aquel hoyo negro en el que habia caído, eso algo, era cono...