EXTRA 1: Annabeth Gwendolyn Leslie Smith-York Thomas y Asthon James Hayden Thomas-Stuart Smith.
Hace casi diecisiete años:
Las llaves aún no habían tocado el metal del cuenco cuando su pareja entró en el rellano. El delantal que cubría el caro jersey de cuello gris estaba salpicado de rastros de harina y con un movimiento cogió de la mano al hombre pelirrojo.
—Cariño, tenemos que hablar —Dijo con una seriedad tan impropia en él que George se preocupó.
—¿Qué ocurre?
Jackson tomó una amplia respiración, había practicado el discurso una y otra vez, incluso disponía de apoyo visual y musical si la cosa se complicaba. Tiró de una de las cutículas de sus dedos con los dientes, suspiró y le dijo:
—Quiero un hijo.
George alzó las cejas con confusión y cogió a su marido de la mano.
—Tesoro, adoptar es algo muy complicado, tendría que hacer mucho papeleo... podría durar meses.
Pero Jackson negó y apretujó con más fuerza su mano.
—No quiero adoptar, quiero que, al menos, tenga algún gen nuestro.
El asombro quedó fielmente plasmado en el rostro del pelirrojo que no supo que contestar ante eso. Ambos sabían que eso era imposible, la naturaleza no lo permitía.
—Pero...
—Emily, tu mejor amiga y su pareja, estuve hablando semanas atrás con ellas, también quieren un hijo, pero necesitan... ejem... semen, pensé que... sabes que en esos embarazos suele haber más de un niño.
George que comenzaba a entender donde quería ir a parar suspiró. A él también le apetecía ser padre de un retoño y realmente en los embarazos por in vitro había más probabilidad de parto múltiple.
—Está bien, ¡hablaremos con ellas!
Nueve meses y un par de días después...
—¡Juro que la próxima vez los pares tú! — Chilló Emily.
Tenía la cara completamente roja y gruesos goterones de sudor le recorrían el rostro mientras empujaba con todas sus fuerzas aferrando la mano casi sin sangre de Rachel.
George asintió despacio sujetando a Jackson que había perdido la consciencia cuando el parto comenzó. Al parecer era demasiado sensible para presenciar el nacimiento de su hijo.
Los doctores que se agrupaban alrededor de la madre parecían exhaustos.
Pasaron tres minutos antes de que se escuchase un llanto. Una niña completamente roja y cubierta de restos de la placenta chillaba entre llanto en los brazos de una matrona que corrió con ella abandonando la sala. Restaron cinco minutos para que el varón también comenzase a chillar en una sala donde la madre se desplomó agotada aferrando la mano de su pareja; el padre atendía a su marido desmayado y dos mellizos nacieron en una familia muy particular.
Unas horas después...
Todo había acabado ya y los cuatro padres, dos biológicos y otros dos muy especiales contemplaban como los dos niños dormían. Al parecer el niño por una leve complicación había perdido parte del sentido de la vista, un golpe duro para ellos que sin embargo animó más a Emily.
—Quiero criar al niño.
Los tres le miraron. Rachel se acercó a ella y la besó suavemente en los labios antes de alargar una mano y acariciar el corto cabello rubio del bebé.
—Es perfecto.
Jackson se acercó a la cuna contigua donde la niña dormía, su pequeño rostro estaba arrugado como todo recién nacido, pero, al apreciar la presencia de alguien parpadeó abriendo unos grandes ojos azules. Y el hombre no pudo contenerse más: rompió a llorar.
—¡Mi niña! — Berreó cogiendo al bebé que sólo soltó una risita.
George se acercó a ellos y se unió al primer abrazo familiar de muchos de los que vendrían.
Esa misma noche:
—¿Cómo lo llamaréis?
Jackson que mecía a la niñita entre sus brazos alzó la cabeza, sabía que en ese momento él no debía influir, debían ser los tres quien nombrasen al niño.
—Asthon. — Murmuró Emily.
—James. —Susurró Rachel.
Geroge sonrió.
—No hay límite de nombres, ¿no? A mí me gusta Hayden.
Emily contempló a su hijo y sonrió.
—Hola, pequeño Asthon James Hayden Thomas-Stuart Smith.
George se volvió hacia su hija y su marido que estaban en el otro extremo de la habitación.
—¿Y qué te parece Annabeth?
—A mí me gusta Gwendolyn.
—Leslie es un buen nombre— Comentó Emily desde la cama.
Jackson sonrió y apartó el corto mechón claro de la niña que se revolvió en sueños.
—Con que mi bebita te llamarás Annabeth Gwendolyn Leslie Smith-York Thomas.
En el presente.
POV ANN.
Sonreí ante la historia pasando un dedo por la primer foto familiar. Puede que no hubiese sido un comienzo muy normal en una familia corriente, pero había sido el mío.
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Mis dos padres, dos madres y mi estúpido vecino de al lado.#Wattys2015
Teen FictionMi nombre es Annabeth Gwendolyn Leslie Smith York Thomas, aunque podéis llamarme Ann. En mi vida no existe ningún grado de normalidad palpable. ¿Por qué? Comencemos con mi familia, tengo dos padres gays a los que amo más que al chocolate, dos madre...