Beautiful Chance

Capítulo 040

***

—¿Vas a abrir la maldita puerta o nos quedaremos hablando por la ventana?— Preguntó Clarisse.

Solté una carcajada— No estúpida, bajo en seguida para que entres.

Me puse pantuflas, un sweeter y baje. Le abrí la puerta a Clarisse y la salude.

— Mamá, sacaremos algo para comer del refri y del mueble— Le grite desde la cocina.

—¡¡Esta bien!!— Gritó riéndose.

—Clarisse, ¿Qué quieres?— Pregunté.

—Oh, se me revelan unos berlinés, así con harta crema, pero dame unas galletas— Sonrió.

Saqué hartas variedades de galletas y una bebida para cada una. Subimos a mi habitación, acerqué el velador a la cama y dejamos todo en él para sentarnos.

—Bueno, ¿Y qué pasó? — Preguntó Clarisse, mientras expulsaba migas de galletas.

— Asquerosa — Me reí.

—Siempre— Abrió la boca para que viera toda la comida que tenía dentro de ella y solté una carcajada— ¿Qué ha pasado?—.

—Máx se alejó de mí por que esta con Francisca— La miré.

—Es un maldito hijo de puta, que se cre... ¡¡QUE!! ¡¿Con Francisca?! Maldita perra— Dijo enojada mientras sacaba otra galleta.

— Por eso se alejó de nosotras sin ningún motivo... Pero me da lo mismo, solo quería saber el porqué de su alejamiento y ya lo sé, ahora sólo les deseo lo mejor— Sonreí.

— Taylor, pero que estas madura por favor, ¿Que mierda tienen las galletas?— Soltó una gran carcajada.

—¡¡Estúpida!! Te amo— La abracé.

—Y yo a ti, pero necesito aire para seguir comiendo, sueltame un poco — Dijo fingiendo que le faltaba el aire.

—Okey, okey—.

                               ***
Luego de que se fue Clarisse, me quede viendo televisión por mucho rato, mi madre habia ido al mercado. Baje para servirme un vaso de agua y sonó el timbre. Abrí la puerta y casi caigo de espalda al suelo.

—¿Qué haces aquí? — Pregunté mirándola a los ojos.

—¿Puedo pasar?— Preguntó Francisca.

—¿Crees que tienes el derecho? Pues no, ahora dime, ¿Qué haces aquí?— Bufé.

—Quiero hablar contigo... — Hizo una pausa.

—Prosigue— respondí.

—Bueno... Solo quería pedirte disculpas, jamás quise quitarte a Máx—.

— Mira, me di cuenta que Máx no es la gran cosa, a parte ya superé que no estamos juntos, es más, ya no siento nada hacia él.

— ¿Cómo que no es la "gran cosa"? Máx me trata como una princesa, me ama demasiado, me apoya en todo... Quizás tu no lo supiste valorar— Me miró de pies a cabeza.

Solté una carcajada y dije sarcásticamente— Mira mi vida, estuve antes que tu, hizo lo mismo cuando estuvo conmigo, pero luego se engatusó con una zorra que se hacia llamar amiga y me dejó... Así que no te hagas tantas ilusiones— Sonreí y le cerré la puerta en la cara.

¿Qué cojones se cree para venir a mi casa? Sinceramente la estupidez humana no tiene límites.

Subí nuevamente a mi habitación, me iba a acostar y sonó el timbre, me enfurecí, bajé rápidamente, abrí la puerta y grité.

—¿¡NO TE BASTO CON QUE TE CERRARA LA PUERTA EN LA CARA!?— Jason me quedó mirando asustado— Oh dios, disculpame— lo abracé.

— No te preocupes... Pero cuentame, ¿A quien le cerraste la puerta en la cara? — preguntó intrigado.

— Chismoso— susurré

— Siempre — sonrió — Ya, cuenta— dijo entrando y pasando al living para sentarse en un sillón.

Me senté a su lado y le conté todo, desde que fui a la casa de Máx, hasta que vino Francisca.

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