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Había dormido toda la noche pero el día ya había llegado. Mi mente a pesar de recordar todo lo sucedido en mi anterior vida y en esta seguía confundida. Tenía muy en claro que mi nombre era Lenna pero dentro de mí algo me gritaba que también mi nombre era Ether. 

Recordar quién fui, qué es lo que hice me hizo querer ser una sola persona y esa era Ether. Ya no quería más ser Lenna, me arrepentía de todo lo que alguna vez hice y mi mayor ofrenda de arrepentimiento ya la estaba comenzando a planear. 

Ya iba teniendo una idea Lameth quería venganza, algo que yo también quise en su tiempo pero ahora sentía que algo más fuerte que yo me atraía a Duster y ese simple hecho me hacía estar del lado de los lobos. Me hacía querer estar con ellos y no con una bruja que hizo lo mismo que yo; se dejó llevar por la avaricia. 

Lameth entra a la habitación y sonríe –Al fin despiertas Lenna ¿Tomamos el desayuno juntas? Debes tener muchas preguntas y quiero responderlas. 

  – Me aseo y voy –asiente y se marcha. 

Me levanto y me dirijo al baño, necesitaba un cálido baño para después volver a la habitación y vestirme con el vestido que me habían conseguido. 

Al salir de la habitación me encuentro con un estrecho pasillo de madera que seguía en sincronía que toda la casa, la casa era mediana pero tenía aspecto hogareño. Una casa así sería de mi gusto pero, ¿el gusto de Lameth? Definitivamente no lo es. 

En la sala observo la mesa con comida y me siento fingiendo un poco de timidez. 

  – Toma lo que gustes –ofrece y miro todo lo que hay delante de mí –Supongo que quieres que empiece ¿no?

  – Correcto –sirvo un poco de té y busco algunos panecillos. 

  – Comenzaré desde el comienzo. Darius, tú y yo sabíamos que te habían descubierto al practicar hechicería oscura y venían por ti por eso los tres comenzamos a buscar hechizos sobre esa magia y lo logramos aunque no fue lo que esperábamos. Encontramos una manera de que volvieses a ser una niña pero tus recuerdos se borrarían. Cuando lo hicimos tuvimos que dejarte en el pueblo donde vives. Nosotros tuvimos que esperar años hasta que al fin a tus dieciochos pudimos volverte a ver, en cierto modo he estado ayudando a Darius todo este tiempo y ha decir verdad todo lo que hemos hecho funcionó, a excepción que los lobos no pudieron esperar a que regresemos tu memoria y mataron a tu hombre... En fin, como acá me ves tuve que hacerme cargo yo de la situación y tienes tu memoria, ahora solo nos falta esperar un poco e ir por los lobos. 

Un pequeño dolor de cabeza comienza y bebo un poco más de té. Lo único en lo que podía pensar era en Duster y en mis padres, porque aunque no fuera legítima ellos me habían dado todo como también me acogieron y me dieron todo su amor.

Quizás ellos habían hecho la diferencia entre Lenna y Ether. 

  – Ahora debemos hablar de tus poderes– dice. 

  – ¿Qué hay con ellos?– pregunto recondandolos pero no sintiéndolos. 

  – Tenemos que hacer un breve hechizo para que vuelvan. 

  – Estoy de acuerdo, pero necesitamos a un brujo más – le recuerdo. 

  – No te preocupes, mi novio Kyle nos ayudará – así que era su novio... 

Aceptando y dando por terminada la conversación seguimos desayunamos, cuando al tiempo aparece Kyle.

  – Buenas días hermosas– saluda.  

  – Buenos días mi amor– saluda Lameth mientras le indica que se acerque a ella. Kyle se acerca y veo invadir su cavidad bucal.  

Sabía que la situación no iba a terminar allí así que dejé todo como estaba y salí del lugar topandome con el bosque. 

No quiero ser tu lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora