Después de tantos años que lo hice esperar, ahora quería esto. Quería todo lo que tuviera que ver con él, porque con él solo me he podido sentir tan maravillosamente bien como me estoy sintiendo ahora mismo.
Todo por él.
Ademas ahora todo había cambiado, ya no era completamente humana y ahora ambos compartíamos lo mismo. Ahora los dos compartiríamos el mismo estilo de vida.
– ¿A donde vamos ahora Duster? – hace rato habíamos comenzado a caminar y ya estaba comenzando a ponerme demasiado ansiosa. Supuestamente es otra sorpresa, pero ya quiero saber qué es.
–Tranquila Ether, todo a su tiempo – lo escucho reír y sigue caminando.
Después de largos minutos de caminata ya estábamos de nuevo en el pueblo, ahora nos estábamos dirigiendo a la casa principal.
– ¿Por qué estamos acá? – vuelvo a preguntarle pero sólo me ignora. Entramos a la casa y estaba Judith con otras muchachas.
Duster me deja con ellas y se aleja, perdiéndose por los pasillos.
– ¿Alguna de ustedes me puede explicar algo? – las cuestiono, pero las tres niegan. Suspiro en derrota y vuelvo a mirarlas – ¿Y ahora? ¿Qué hacemos?
Las tres me miran con una enorme sonrisa y me toman del brazo, me conducen por el pasillo y al final terminamos llegando a mi habitación.
Mi habitación que ahora estaba cambiada ¿Qué era todo esto?
¡Realmente esto no puede ser! No puede ser lo que estoy creyendo.
¿En serio esto era verdad?
Volví mi mirada a las muchachas y seguían con la misma enorme sonrisa mientras asentían enigmáticamente, confirmando mis pensamientos.
– Vamos, tiene que tomarse un baño señorita. Tómese el tiempo que necesite – me empujan dentro del baño y todo estaba listo.
Me miré en el espejo y mis mejillas estaban sonrojadas ¿De verdad iba a pasar lo que estaba pensado?
Me despojé de toda la ropa que tenía y luego comencé a bañarme. Intenté tomar todo el tiempo necesario para matar la ansiedad y las cosquillas en el estomago que estaba sintiendo.
Me coloqué un par de toallas y cuando estuve lista, salí encontrándome con Judith y las dos muchachas.
– Muy bien señorita, primero comenzaremos con su maquillaje ¿Esta de acuerdo? – pregunta y asiento. Camino unos pasos y me hace sentar en una silla.
Cerré los ojos y dejé que hicieran todo lo que tuvieran que hacer.
Aproximadamente estuve más de una hora en esa posición y ya me estaba comenzando a sentir incomoda, estaba cansada de estar en la misma posición.
– ¿Falta mucho? – les pregunto con vos aflojerada.
– Ya casi terminamos, estamos dándole el ultimo toque al peinado – anuncia Judith . Asiento y me todas ellas se quejan por mi brusco movimiento. Me río en silencio y sigo esperando.
(...)
Los minutos habían pasado y estaba completamente lista. Sentía que en cualquier momento los nervios me iban a matar, que iban a acabar conmigo y nada de esto se realizaría.
– Es hora señorita – me dice una de las muchachas y me indica que la siga. Intento caminar como puedo, ya que se me hace un poco imposible y le sigo el paso.
Estábamos al comienzo de las escaleras y estaba mi padre ahí mismo. Corrí hasta él y nos abrazamos.
– ¡Por Dios! No puedo creer que estés aquí papá.
-Por favor, no llore señorita. Recuerde el maquillaje – me limpio las lagrimas y vuelvo a mirar a papá que tenia la mirada brillante.
– ¿Cómo no iba a estar acá mi niña? A pesar de todo sos nuestra única hija, y la única adoración de nuestras vidas.
– Gracias papá, en serio. Los amo.
– Nosotros te amamos mucho más – acaricia mis mejillas y mira detrás de mí. Me doy media vuelta para ver lo que está mirando y mis ojos no lo pueden creer.
Lean viene corriendo hacía mí y nos abrazamos.
– No hay mujer más hermosa en todo este lugar que tú mamá – Respiro hondo demasiadas veces y controlo las lagrimas que cada segundo están amenazando con salir y arruinar mi maquillaje.
– Te amo Lean, con mi vida hijo.
– Te amo más mamá.
– Perdonen que los interrumpa, pero es hora – Judith nos anuncia, y ambos asienten mientras cada uno toma un brazo mio.
– ¿Es lo que estoy pensando? – le pregunto a ambos. Me miran y me sonríen.
– Así es, ahora vamos – comenzamos a bajar las escaleras y terminamos dirigiéndonos al jardín.
Una vez que estuvimos en la entrada de este, pude notar que estaba casi todo el pueblo y bastantes personas de mi anterior pueblo.
Todos me sonreían, se los veía felices pero no tanto como yo.
Comenzó a sonar una suave y muy tranquila melodía y comenzamos a caminar.
Entre todas las personas logré ver a mamá quien lloraba. Le susurré un te amo, y comenzó a llorar más.
– Bueno... Creo que hemos llegado hija. Toda mi vida te voy a amar, recuerdalo siempre – deja un beso en mi frente y va a la misma dirección donde se encuentra mamá.
– Estoy muy feliz mamá, nos vemos enseguida – me da un ultimo abrazo y mira amenazadoramente a Duster – Quiero que la cuides.
– Así será – le responde para después mirarme a mí con esa enorme sonrisa y tenderme su mano. Sin dudarlo la tomé –¿Estás de acuerdo con esto Ether?
– Estoy de acuerdo Duster. Hagamos lo – deja un rápido beso en mis labios y volvemos a mirar hacia adelante esperando que la ceremonia comenzara.
Sí, me estaba casando con el hombre que me amaba y que yo también amaba.
Ambos nos colocamos un anillo y al final terminamos sellando nuestro matrimonio con un beso.
-Te amo Ether, soy el ser más feliz en todo este maldito mundo y sólo por ti.
-Yo también te amo Duster y mucho.
Una pequeña fiesta comenzó y todos comenzaron a bailar. Obviamente mi ahora esposo fue el primero en tomar mi mano y llevarme donde todos bailaban.
Después de un par de canciones, la música terminó y Duster llamó la atención de todos.
-Buenos, principalmente quería agradecerle a todos ustedes por estar presentes en el momento más feliz de mi vida y por toda su ayuda, porque yo solo no hubiera podido. Deben notarlo pero prefiero decirles cuán importante es la mujer que tengo ahora como esposa, la amo con todos mis sentidos, con todas mis fuerzas y estoy loco de amor. Realmente me siento un adolescente enamorado – todos rían y siguen prestando atención – Por eso ante todos ustedes... Ether quiero hacerte una pregunta – asiento y me mira directamente a los ojos – ¿Te gustaría ser mi Luna?
– Me encantaría ser tu Luna Duster – lo abrazo y siento como todos aplauden y silban emocionados.
ESTÁS LEYENDO
No quiero ser tu luna
Manusia SerigalaEther tiene 17 años y es aventurera, extrovertida, rebelde, valiente, inquieta, con un gran corazón y amante del arco. A ella le encanta salir todas las mañanas a cazar. Cuando cumple 18 años, se ve implicada en tomar una decisión que no pensaba que...