Estaba tan gustosa mientras dormía, pero alguien estaba intentando despertarme.
-Ether, vamos... Te tienes que levantar – oh ese aroma y esa inconfundible y masculina voz.
Duster.
De a poco comencé a abrir los parpados que tanto me pesaban y ahí estaba.
Estaba sentado en la cama mientras me miraba con una enorme sonrisa. Los rayos de sol ya entraban y alumbraban toda la habitación.
-Me estás mirando mucho Ether y te juro que me encanta, pero necesito que te levantes.
Suspiré en resignación, si no tenía opción iba a tener que levantarme. Le indiqué que saliera de la habitación y después de darme una sonrisa burlona salió.
Me di un ligero baño y me ropa linda.
Todavía no me olvido que había dicho que hoy sería nuestro día especial, y si iba a ser especial tendría que estar presentable.
Me arreglé un poco el cabello, formando algunas ondas y di una última mirada. Creo que estoy presentable.
Bajé las escaleras y caminé directamente al comedor, ahí estaba Duster sentado. Por un momento pensé que me iba a esperar con el desayuno listo... Pero no.
-Al fin Ether. Ahora tenemos que irnos – toma mi mano y antes de que diga algo, me saca de la casa.
Después de haber pasado por el pueblo, llegamos al bosque y nos adentramos. Me estaba muriendo de curiosidad y hambre.
Después de tanta caminata, el estómago estaba comenzando a quejarse. Algo que hiso que me diera una vergüenza tremenda.
-Ya llegamos, no te preocupes – asentí y le seguí el paso.
De un momento a otro delante de nosotros había una enorme manta llena de comida, mientras que alrededor, en esta parte del bosque estaba lleno de hermosas flores.
Lugar que me ha extrañado mucho no conocer.
-Hace poco encontré este lugar y quería mostrártelo. Y nada mejor que un lugar especial, para un momento especial.
-Sigues diciendo esa palabra Duster, me da mucha intriga ¿Me dirás algo? – niega energéticamente y opta por sentarse sobre la manta, y palmea a su lado para que haga lo mismo.
-Está bien – me acomodo y juntos comenzamos a comer el desayuno. Que aunque era muchísimo, lo terminamos completamente.
-¿Qué tal si nadamos un poco? – no, imposible. Niego rotundamente pero me hace caso omiso ya que me toma de las piernas, y me tira al agua.
-¡¿Cómo pudiste?! – le tiro agua mientras se ríe a carcajadas.
-Está hermosa el agua, disfrutemos Ether – tenía razón, el agua estaba tibia.
Después de haber nadado un poco, salimos y lo veo caminar detrás de un árbol donde viene con toallas y ropa.
¿Acaso tiene todo pensado para el día de hoy?
-Respondiendo a tu pregunta, sí. Tengo todo pensado para el día de hoy.
-¿Cómo supiste que estaba preguntándome eso?
-Porque a veces la conexión se abre y puedo escucharte – sonríe pícaramente y siento ganas de meterme tres metros bajo tierra.
El resto de la mañana transcurrió y ahora almorzábamos en la casa principal. Nosotros dos solo.
Una cena elegante entre nosotros, ya que me había obligado a ponerme un vestido que me había dado. Un vestido demasiado bonito.
-Estás hermosa Ether, muy hermosa.
-Gracias – digo mientras siento cómo los cachetes me comienzan a quemar.
La comida terminó y lo sentía un poco nervioso. Me tiende la mano y le sigo hasta la sala, tomando asiento a su lado en uno de los sillones.
-Yo... quiero que hablemos de algo Ether.
-Está bien Duster, hablemos – lo animo y tomo su mano. No importa cuántas veces tenga estos pequeños toques, siempre siento ese hormigueo, esa pequeña electricidad.
Suspira y me mira con esos hermosos ojos – Hace años fue cuando me enteré de que eras mi pareja predestinada, pero por una mala acción mía no funcionó lo nuestro. Después las cosas fueron empeorando y todo terminó trágicamente, a mí emparejándome con otra mujer y tú yéndote a la ciudad. Los años siguieron pasando y siempre estuve esperando, ahora que eres una más de nosotros te das cuenta que todo lo que sentimos nosotros es mucho más fuerte a un sentimiento humano. Por eso, es verdad que te he esperado todo este tiempo, porque de verdad mi corazón te pertenecía y siempre iba a la ciudad solamente porque necesitaba verte. Y ahora después de tantos años sigo sintiendo lo mismo y podría decir que es más fuerte porque siento que al fin estamos comenzando algo...
Antes ni siquiera me hubieran afectado sus palabras pero ahora ocurría todo lo contrario. Por una parte me sentía feliz por todo lo que había vivido, pero por otro lado sentía que había perdido mucho tiempo lejos de él.
-Nunca quise presionarte solamente porque sabía que a final de cuentas íbamos a estar juntos, porque estamos predestinados, ese es nuestro destino... Estar juntos y es lo que quiero. Pero la pregunta es... ¿Tú quieres lo mismo Ether?
Asiento y lo veo suspirar de alivio. De a poco hace que me pare y él se coloca sobre su rodilla derecha.
-Quiero esto de verdad Ether y quiero que lo nuestro sea para siempre. Y quiero que nuestro para siempre empiece desde hoy. Por eso... ¿Te gustaría convertirte en mi esposa? – saca un pequeño anillo de su bolsillo, pero un anillo hermoso. Lo sostiene delante de mí mientras está tomando mi mano.
Por supuesto que era lo que quería, ahora estaba más decidida que nunca. Realmente siento que necesito esto. Y más porque él me ha demostrado que se lo merece.
-Me encantaría Duster – coloca de a poco el anillo y juntos admiramos mi mano. Se levanta y me regala esta enorme y preciosa sonrisa. Le regalo mi mejor sonrisa y me tiro a sus brazos.
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No quiero ser tu luna
Hombres LoboEther tiene 17 años y es aventurera, extrovertida, rebelde, valiente, inquieta, con un gran corazón y amante del arco. A ella le encanta salir todas las mañanas a cazar. Cuando cumple 18 años, se ve implicada en tomar una decisión que no pensaba que...