Capítulo 10

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Aunque entre poca claridad en la habitación y ya sé que es de mañana. Supuestamente Duster iba a venir a desayunar con nosotros. Pero lo extraño de todo esto era que me sentía nerviosa, inquieta solo porque quería que ya llegara.

Nunca había sentido algo así, hasta me siento una adolecente enamorada. Es un poco grande la palabra enamorada pero es algo especial lo que estoy sintiendo.

De ante mano ya sabía que el sentimiento de los lobos es mucho más fuerte de lo que puede llegar a sentir una persona. Nunca sentí amor, el de sentirme totalmente enamorada. Todavía no sé cómo se siente pero siento que pronto lo sabré.

Siento unos pasos cerca y corro al baño antes de que entre. Vuelvo a mirarme por última vez en el espejo y vuelvo a lavarme los dientes.

Escucho la puerta abrirse y libero un gran suspiro. Me tranquilizo un poco y abro la puerta como si nada.

Lo veo sentado en la cama y apenas me mira siento que me quedé sin aire.

¿Él se habrá sentido siempre así conmigo?

-Buenos días Ether.

-Buenos días – me siento a su lado y nos quedamos en silencio.

-Pedí desayunar afuera, no te molesta ¿No? – me dio una media sonrisa y sentí mis palpitaciones mucho más rapidas.

-No, no me molesta. Despierto a Lean y podemos ir yendo.

Después de haber hecho todo lo posible para poder despertar a mi hijo, salimos de la habitación dirigiéndonos a la parte trasera, donde ahora que prestaba más atención había un enorme jardín y después comenzaba el bosque.

Después del desayuno que tomamos los tres, Duster nos dijo que teníamos que empezar con un mini-entrenamiento aunque yo no lo llamaría así. Es más como acostumbrarnos a nuestra forma lobuna.

Una vez transformado hicimos algunas prácticas para adaptarnos y después de haber pasado toda la mañana, haciendo algunos ejercicios y acostumbrándonos al olfato y al oído agudo. Pudimos terminar y volver a comer algo.

-Pensé que ibas a ser menos estricto – me quejo una vez que nos sentamos en una mesa, en lo que se podría decir que era el comedor del lugar.

-Pensé que querías irte rápido de aquí – lo pienso unos segundos y asiento, tiene razón –Entonces por eso fui estricto.

-¿Mamá? – pregunta Lean mientras se acerca a nosotros.

-¿Qué pasa?

-Caitlin va a venir a comer con nosotros, no tienes problema ¿No?

Lo pienso unos segundos y sí, si tenía problema en que venga a comer con nosotros.

-Mm no lo sé Lean...

-Pues ya está acá... - miro la puerta y ahí estaba ella, caminando en nuestra dirección.

-Hola – nos saluda a todos. Dudo si en responderle o no.

-Hola Caitlin – Duster le sonríe mientras la saluda. Tomo una larga respiración y lo pateo por debajo de la mesa ganando su atención mientras lo fulmino con la mirada.

-Hola – la saludo sin mucho interés. Se sienta al lado de Lean y ruego para que no vuelva a hablar en lo que queda.

-Lean me comentó que han estado haciendo prácticas y que les ha ido muy bien a los dos... - comenta pero la ignoro.

-Han estado muy bien – agrega Duster.

Y así pasó el resto de la comida, yo evitando lo más posible contestarle mientras Lean parecía fascinado cada vez que una palabra salía de su boca.

Me irritaba.

-Te estas comportando como una niña Ether, ya eres bastante grande y Caitlin parece una buena chica.

Volteo a ver a Duster y lo fulmino con la mirada.

-¿Una niña?

-Sí, una niña.

-¿Te molesta que me comporte así? – le pregunto ocultando la rabia que estaba comenzando a sentir.

-Me molesta que te comportes como una inmadura, creo que la misma Caitlin es mucho más madura que tú.

Oh Dios, se va a arrepentir haber dicho eso. Siento como me estoy comenzando a transformar y termino convirtiéndome.

Le gruño mientras él me mira en reproche.

-¿Qué habíamos dicho Ether?

-¿Qué habíamos dicho con qué? ¿Por qué no vas y le preguntas a esa niñita que es más madura que yo? – le grito a través de la conexión. Que se dé cuenta lo enojada que estoy.

-Vuelve a tu forma humana Ether.

-¡No lo haré! – Doy media vuelta y me alejo de él.

-Todo lo que dije fue mentira, tienes que controlar tu enojo para evitar transformarte... Ether, no me ignores.

-¿Así que todo fue para provocarme? – Le pregunto incrédula.

-Claro que sí. Sé que ella te molesta mucho por eso. Tienes que controlarte de ahora en más.

-ok – Volví a dar media vuelta y me encamine al bosque aun en mi forma lobuna. Necesitaba ropa para taparme, así que preferí quedarme así mientras esperaba que llegara la tarde y al fin poder ver a mis amigos a Jules y a Allen.



No quiero ser tu lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora