Capítulo 7

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Ya no soportaba más tener esta ropa puesta. Había transpirado mucho y me comenzaba a molestar.

Me aleje de a poco del abrazo con Lean y solamente éramos tres en la habitación. Duster, Lean y yo.

Ellos me miraban con un brillo especial en los ojos mientras yo me sentía incomoda.

-Dejen de mirarme así, por favor.

-¿Así cómo? – Duster se hace el desentendido.

-No sé, así como me están mirando ahora – ambos se encogen de hombros y suspiro - ¿Puedo darme un baño?

-Claro, en esa puerta está el baño – señala una puerta en la habitación que en ningún momento vi.

Tome todo lo necesario y entré el baño. Me tome unos minutos para pensar en todo lo que acababa de hacer.

Estaba a punto de convertirme en una licántropa, aunque lo piense mil veces. Todavía no puedo hacerme la idea.

Todo fue por un fin en especial, quizás ahora tengo un poco de temor y comienzo a tener un poco de arrepentimiento... pero ¿Y si me gusta la idea después?

Mejor no me precipito a llenarme de pensamientos tanto negativos como positivos. Me voy a concentrar en lo que vivo día a día.

¿Cómo lo tomaran mis padres? ¡Madre de Dios! nunca pensé en ellos.

Inhala, exhala, inhala, exhala.

Seguramente lo van a tomar bien ¿No? Ya soy mayor de edad, puedo tomar mis decisiones como lo he hecho este tiempo y ellos tienen que apoyarme supongo...

Después de unos cuantos y largos minutos en el baño, me cambie con ropa cómoda y salí.

-Bien, ahora dentro de unos minutos están por traer la comida. Vamos a almorzar los tres juntos y después van a dormir por el resto del día hasta la noche ¿De acuerdo? – me siento al lado de Duster y asiento lentamente.

-¿Y después de la cena que va a pasar? – Lean se reincorpora de la cama y nos mira.

-A la noche vamos a ir al bosque, va a ser la transformación por eso tienen que dormir. Pero no se preocupen, van a tomar algo para poder dormir todas esas horas.

-Está bien... - unos golpes en la puerta me interrumpe, logrando silencio en la habitación.

Duster se levanta para abrirla, una vez que mira quién es deja pasar a la persona.

Me quedo quieta en mi lugar y es una chica de... ¿16 o 17 años? Primero mira a Duster y se queda unos segundos mirándolo.

Me comienza a incomodar y molestar la situación mientras rogaba que no fuera lo que estaba pensando. Me aclaro la garganta obteniendo la atención de la visita, me mira y le doy una mirada asesina.

-Ella... ella es... –Duster habla pero balbuceaba. Mis sospechas cada vez que hacían más fuertes.

-¿QUIÉN ES ELLA? – la paciencia que tenía ya me había abandonado.

-Ella es Caitlin mamá, em... se podría decir que somos amigos – me sorprendo y miro a Lean.

Estaba nervioso y la chica también. Pero si parece más grande que él, está abusando de mí bebe.

-Duster y vos chica... salgan de la habitación. Ahora.

Los dos se miran y salen de la habitación. Vuelvo a poner mi atención en Lean y le levanto una ceja.

-Quiero explicaciones.

-Yo... hace un tiempo la conocí en los entrenamientos mamá, se me acercó y comenzamos a hablar. Todos los entrenamientos nos veíamos y nos llevábamos muy bien. Hasta que me conto que yo soy su mate.

-Así que... ¿Su mate?

-Eso parece...

-¿Ella te gusta Lean?

-Mucho mamá.

-No me agrada esa chica.

-Por favor mamá, apenas la has visto. Ni siquiera han hablado.

-He dicho que no me agrada, fin de la discusión – me levante de la cama y salí de la habitación encontrándome con los dos.

Estaban callados por lo que me gustó la idea. Camine hasta Duster y lo tome del brazo.

-Mañana podrás venir a visitar a Lean o quizás pasado mañana, que tengas una buena tarde – di media vuelta y tire de Duster hasta entrar a la habitación.

-¿Y Caitlin? ¿Qué pasó con ella? – pregunta Lean una vez que ya estábamos en la habitación.

-Cuando salí ya no estaba hijo, Duster me dijo que tuvo que volver a no sé dónde, pero después va a venir – aprieto mi agarro a su abrazo, indicándole que tiene que apoyarme.

-Es verdad Lean, tuvo que irse pero después vendrá a visitarte.

Por suerte lo convencemos y volvió a tirarse en la cama.

-Con que no te agrada ¿No? – la voz de Duster suena por toda mi cabeza. Debo lucir desconcertada porque lo vuelvo a escuchar –Los lobos podemos comunicarnos así.

-¿Yo también puedo hacerlo? –espere a que me respondiera, para ver si había funcionado y al parecer sí.

-Ahora sí puedes. Como te decía... no te cae bien la chica ¿No?

-Desde que entró me cayó mal, y no lo pienso ocultar – me sonríe y le devuelvo la sonrisa -¿Hay posibilidades que sepas si es su mate? Como ella dice.

-No hay posibilidades que lo sepa, pero pronto vamos a saber. Exactamente después de esta noche, después de la transformación.

-¿Va a doler mucho Duster?

-Duele bastante pero no te preocupes por eso ¿No has pensado que después de esta noche veras si yo no miento?

-No entiendo a qué te refieres.

-Me refiero a que esta noche también sabrás si yo soy tu mate o no...

Me quedo pensando unos segundos y tenía razón.

Me da miedo porque ya sé cómo es eso. Vamos a tener una conexión, voy a poder sentirlo como él me siente a mí...

-¿En qué estás pensando? – interrumpe mis pensamientos y lo miro. Y sigo mirándolo por un tiempo indeterminado –Estas sintiendo el efecto ¿no? ¿Estás empezando a pensar en mi más como hombre?

Unos golpes en la puerta nos interrumpen y lo agradezco. Porque tenía razón, estaba pensando en él como hombre...



No quiero ser tu lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora