28

7.4K 697 20
                                        


Los minutos pasaban y yo seguía caminando. Después de aproximadamente seis horas caminando y tomándome algunos descansos, decidí parar a pasar la noche.

Recogí algunas ramas he hice un poco de fuego. Comí algo que traía de casa y me tape con una manta que traje. Me coloque al lado de la fogata e inmediatamente me dormí.

Cuando ya era de día, desayune una fruta, recogí mis cosas y seguí caminando.

No tenía noción del tiempo pero después de estar mucho tiempo caminando llegue a un camino. Camine por él hasta que sentí unos pasos detrás de mí.

-¿Estas perdida muchacha? – me di vuelta y me encontré con un hombre de aproximadamente veinticinco años, era morocho con ojos café y una pequeña barba que cubría su rostro.

-Realmente sí, quiero llegar a la ciudad.

-Estas de suerte, sube – mire el caballo y acepte su mano subiéndome en el tercer intento.

Cuando caía la noche podía notar las luces y poco a poco fuimos llegando.

-¿Te quedas en algún lugar en particular?

-En realidad me quedo por acá, no tengo donde quedarme – volteo a mirarme y se quedó por un tiempo examinándome.

-Te vienes conmigo – vuelve a mirar adelante y el caballo avanzó.

-¿Qué? No puedo, no te conozco aunque te agradezco muchísimo pero sería demasiado.

Y aunque me negué seguimos andando hasta llegar a una pequeña cabaña. Nos bajamos y yo le seguí el paso. Apenas era un poco más alto que yo.

Abrió la puerta y un pequeño niño salto a sus brazos.

-¡Papi! – me quede sorprendida pero al ver al pequeño niño no pude evitar mirarlo con ternura. Se acerca al oído de su padre y le habla – ¿Ella quién es?

-Campeón ella es una amiga que hice en el camino, se quedara unos días con nosotros.

-¡Eric! Al fin llegas – una chica que aparenta tener mi edad aparece por la cocina. Una vez que me ve se acerca a mí – Hola, soy Mia.

-Soy Ether, un gusto.

-El gusto es mío Ether, acompáñame – seguí sus pasos hasta que llegamos a un pequeño cuarto – No somos una familia con muchas pertenencias pero espero que sea de tu agrado.

-Estoy muy agradecida, si no fuera por ustedes en este momento estaría durmiendo en el bosque.

-No te preocupes, te preparare las cosas para que tomes un relajante baño mientras termino la cena.

Se fue y me quede observando lo poco que había, una ventana junto a una pequeña cama donde enfrente había un pequeño guardarropas.

Después de un delicioso y muy relajante baño todos cenamos.

-Cuéntanos un poco de ti Ether – pide Mia.

-No hay muchas cosas que contar, me fui de mi pueblo porque tome una mala decisión donde quien pensaba que iba a ser mi pareja prefirió a alguien más y todo el tiempo sentía que mis padres no estaban de acuerdo con la decisión que había tomado y ya no me trataban como su hija. Mis amigos se fueron al pueblo vecino y quede completamente sola. No podía estar más ahí... - limpie una solitaria lagrima y les sonreí un poco. Por supuesto que obvie muchas cosas.

-Nosotros te vamos a ayudar, eres muy joven y acá se necesitan manos capaces. Mañana iremos a conseguir algo.

-Gracias, en serio. Ahora cambiando de tema – mire al pequeño que estaba a mi lado mirándome con fascinación - ¿Cómo te llamas pequeñito?

-Me llamo Lean y tengo 7 – dice mostrándome sus manitas.

-Su hijo es hermoso – digo mirando a Eric y a Mia quienes se ríen - ¿Dije algo malo? – pero ambos niegan.

-Somos hermanos – contesta Eric. Me sentí avergonzada y mire mi plato.

-Lo siento, creo que no soy muy observadora – quise preguntar por la madre del hermoso pequeño que estaba a mi lado pero decidí morderme la lengua.

Después de levantar y lavar los platos, todos nos despedimos y fuimos a descansar.

Se sentí bien dormir en una cama, extrañaba la mía.

Comencé a pensar en todo lo que había pasado y en todo lo que estaría pasando. Yo iba a comenzar una nueva vida aquí, lejos de todo y de cierta forma me reconfortaba.

Y entre pensamientos quede dormida.

Por la mañana me levante y ayude a preparar el desayuno y después nos fuimos con Mia. Ella trabajaba en un pequeño negocio pero según ella ganaba lo suficiente.

Después de haber consultado por diferentes lugares conseguí dos trabajos. Tenía que esforzarme al máximo para tener sufriente dinero, aportando en casa de Eric y después ahorrar para algún día tener mi pequeño lugar.

Comencé a trabajar ese mismo día. Por la mañana hasta media tarde estuve en un negocio que quedaba cerca de donde estaba Mia y por las tardes tendría que limpiar un casa, haciendo todos los qué haceres y cuidando niños.

Juntando ambos sueldos podía pagar lo suficiente a Eric y me sobraba para ahorrar. Estaba feliz, este era un pequeño paso en mi nueva vida pero se sentía bien.

Me olvide del pasado y me concentre en mi nuevo presente.


No quiero ser tu lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora