Los siguientes dos días pasaron extremadamente rápidos, estos dos días nos habíamos dedicado a controlar el enojo. Pero no podía evitarlo, sentía que me enojaba por todo aunque fuera una simple cosa, no importaba... lograban sacar lo peor de mí.
Duster dijo que siempre pasa por eso tenía que por lo menos aprender a controlarme un poco estos dos días para poder volver a la casa principal o como él le llama "a casa", se siente raro escuchar eso pero no puedo negar que se sintió jodidamente bien.
-Ya tengo todo listo, podemos irnos – tomo mis bolsos y me volteo para quedar en frente de Lean y Duster. Ambos nos sonreímos y salimos de la habitación.
También debo destacar que aunque Lean se haya enterado lo que era Duster, en ningún momento su actitud nunca cambio a con él. Al contrario pude sentir que entablaron una relación de mayor confianza ya que prefirió pedirle un consejo a él con respecto a Caitlin que a mí.
-Yo te ayudo – Duster toma mi bolso y se lo cuelga por el hombro, le sonrío mientras pasa su brazo por mis hombros, lo cual aprovecho para colocarme más cerca de él.
No importaba cuántas veces le tuviera cerca, siempre tenía las mismas sensaciones, hasta a veces las sentía ir creciendo de a poco. Cada vez entendía mucho más sobre el tema de los lobos y el tema de arrepentirme nunca aparece por mi mente, al contrario.
Siento que este cambio es una nueva oportunidad, pero no solamente para mí. Siento que para Lean también y es lo que deja mi conciencia tranquila.
-Antes que todo, quiero comentarles que tus padres Ether están invitados a almorzar con nosotros – anuncia Duster mientras me mira esperando mi reacción.
-Eso es genial... oh espera ¿Es para contarles? – asiente y siento la sonrisa borrarse porque después de todo es normal que sienta un poco de miedo por sus reacciones ¿Y si se sienten decepcionados?
-Sí, pero no se preocupen. Se lo van a tomar bien – deja un beso en mi sien y ya estábamos frente a la casa.
Entramos y fuimos a dejar todo en su lugar. Cada uno nos fuimos a nuestras habitaciones para prepararnos y después juntarnos para el almuerzo.
Tomé un relajante baño y opte por ponerme un vestido primaveral ya que ahora no tenía la necesidad de tener demasiada ropa. Cada vez me daba cuenta de que más cosas con mi cuerpo cambiaban y me encantaba. No podía dejar de sentir por el asunto y pensar que un día llegué a repudiar a los lobos.
Ahora yo era parte de ellos.
Siento unos golpecitos en la puerta, le doy un último arreglo a mi pelo y corro a abrirla encontrándome con él.
No puedo evitar no suspirar, estaba con una camisa, unos jeans ajustados y el cabello mojado y un poco despeinado. Mis hormonas estaban locas tan solo verlo.
-Estas hermosa – toma mi mano y deposita un beso en ella. Dejo que termine y me acerco para yo darle un beso en los labios – Cada vez me gusta más y más la idea de que hayas decidido ser una más de nosotros, sino no me quiero imaginar cuánto tiempo más hubiera tenido que esperar para que estuviéramos así.
-He pensado lo mismo, y la verdad no sé cuánto tiempo hubiera pasado para que estemos así pero me alegro de esto – pasa sus manos por mi cintura y ambos aprovechamos a respirar el aroma del otro.
-Te quiero Ether y no me importa haberte esperado todos estos años y no me hubiera importado haberte esperado más tiempo. Momentos como este valen tanto la pena que me siento un adolecente.
-Yo... yo también te quiero Duster – se acerca a mis labios y ahora me besa él. Un beso delicado, tierno, suave y lleno de promesas. Después de separarnos para poder respirar sentimos unas voces abajo.
Me tomó de la mano brindándome apoyo y nos dirigimos a encontrarnos con mis padres.
-¡Hija! Vaya, estas hermosa – mamá me abraza mientras besa mis mejillas a la misma vez.
-Es verdad hija, estas... diferente – papá aprovecha y me abraza él.
-Gracias... yo... hmm, me siento diferente.
-¿Qué les parece si pasamos a la sala? Mientras esperamos que la comida este lista – propone Duster mientras todo le seguimos.
Lean llegó poco tiempo después y saludó a sus abuelos. Estar así era lo mejor que me podía pasar. Sentía que todo estaba completo.
-Bueno creo que es momento de contarles algo señores – todos miramos a Duster y no sé si yo tengo que intervenir y contarles al respecto o dejarle todo el cargo a él mientras me excuso con ir al baño...
Muy maduro de mi parte.
-Mamá... papá... tengo algo que decirles.
Mamá como acto reflejo se lleva las manos a la boca cubriéndosela mientras suelta un jadeo. La miro confundida y miro a papá que está en shock.
-¿Estás... ¡oh por Dios!... ¡no lo puedo creer! – la miro por un momento y caigo en la cuenta que está mal interpretando todo.
-No mamá, por favor. No estoy embarazada si es eso lo que piensas – todos suspiran sonoramente y sé que tengo que seguir hablando sino no tendré el valor de hacerlo después – Em... Lean y yo tomamos una decisión hace unos días...
-¿Qué decisión? – cuestiona papá.
-Ahora nosotros somos... licántropos.
Mamá en este momento no se coloca las manos en la boca y papá queda en un estado peor que el de hace un momento.
Los segundos pasan y se me hacen eternos, ellos siguen sin reaccionar y de cierta manera me está dando miedo y los nervios me están matando por dentro.
-¿Qué... qué dijiste Ether? – apenas es audible el susurro de papá.
-Lean y yo somos hombros lobos ahora, somos licántropos.
Mientras veo a papá puedo ver algo que se está moviendo, cuando enfoco la vista veo a mamá en el suelo.
-Se desmayó – nos anuncia Duster mientras intenta levantarla.
-Bueno... eso no estuvo tan mal – miro a Lean indicándole que no estamos para ironías y se queda en silencio.
Vuelvo a ver la situación, a papá en completo shock que todavía ni se ha dado cuenta que mamá está siendo transportada a uno de los sillones y bueno mamá desmayada.
Quizás Lean tiene razón y todo no salió tan mal...
Hay que ser positivos... creo.
(R
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No quiero ser tu luna
VârcolaciEther tiene 17 años y es aventurera, extrovertida, rebelde, valiente, inquieta, con un gran corazón y amante del arco. A ella le encanta salir todas las mañanas a cazar. Cuando cumple 18 años, se ve implicada en tomar una decisión que no pensaba que...