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Eric en multimedia


-¿Por qué me miras así? – pregunto cerrando la puerta de la habitación mientras me iba a sentar.

-Es que me estoy dando cuenta que Lean necesita una imagen femenina... ya se lo que piensas, piensas en Mia pero Lean solo la ve como a su tía.

Lo mire atentamente esperando que siguiera pero no, se quedó callado.

-Entiendo que debe ser duro para los tres...

-Lo es...

Esto se estaba volviendo muy incómodo. Eric era excelente en todo y era un padre muy amoroso pero yo... siento que ni siquiera puedo mirar o mirarlo como un hombre.

Y de la nada pienso en Duster, en mis padres, en todo. Pero pienso en el pequeño y me arrepiento, y solo me dan ganas de ir a abrazarlo y quedarme con él o solamente jugar.

Nos miramos con Eric y sonreímos, ambos estábamos pensando lo mismo.

Después de esquivar la charla por parte de él, estuvimos un rato más y nos fuimos a dormir un poco. Estábamos cansados y para nuestra suerte mañana era sábado y estábamos libres de trabajo.

Por lo mañana me levante y me puse algo medianamente cómodo y salí a caminar por el bosque sin alejarme mucho. Necesitaba un tiempo a solas y pensar un poco.

Mientras cada día pasaba tomaba más en cuenta de todo lo que había hecho. Había actuado sin pensarlo mucho pero estaba decidida ahora pienso que fue la mejor decisión de mi vida y no me arrepiento en nada.

Todos los días hay algo que siempre me haga acordar de mi pasado, era imposible cuando tan solo hace una semana estoy acá y he tenido la suerte de vivir con personas maravillosas que apenas me conocen y me han tratado mejor de lo que me han tratado en mucho tiempo.

Volví a la casa y vi que estaban preparando cosas. Los mire confundida pidiendo explicaciones. El pequeño corrió hasta mí y lo tomé en brazos.

-Vamos a tener un día de campo, tienes que preparar tus cosas – chilla el pequeño en mi débil oído.

-¿Día de campo? – miro a Eric y tiene una sonrisa enorme y me dice que sí.

Dejé a Lean, me fui a bañar rápido y me vestí, cuando salí me estaban esperando.

-Perdón por tardar.

-No te preocupes, tenemos todo listo. Vamos.

Salimos y comenzamos a caminar en dirección contraria por donde había ido por la mañana.

Llegamos a un enorme lago y pusimos algo para sentarnos a esperar a Mia que llegara con su novio.

-¿Puedo ir a nadar papi?

-Yo te acompaño pequeño – le tiendo mi mano y felizmente vamos al lago.

Estuvimos mucho tiempo, yo solo estaba en una roca apreciando el día y cuidando a Lean. Por otra parte más alejados de nosotros ya estaba Mia con su novio y su hermano.

Después de un rato tomo una toalla y alzo a Lean secándolo y después llevándolo a ponerse un poco de ropa seca.

Ahora estábamos con Mia sentadas.

-Lean te tiene mucho aprecio – miro a Mia y está perdida en sus pensamientos.

-Yo también lo aprecio y lo quiero ¿Cómo no quererlo? Si esta para comérselo a besos todo el día.

-Él está muy ilusionado con que te hayas quedado en casa y pasar ratos contigo.

-Y a mí me sirvió mucho para olvidar su presencia...

Dejamos de hablar ya que venían los tres hombres.

Lean viene corriendo y me abraza.

-Amor, creo que es el momento – dice el novio de Mia. Ella se levanta colocándose a su lado mientras tomaba su mano.

-Esta semana nos mudamos juntos y dentro de mes y medio nos casamos. Claro, si llevamos bien la convivencia.

Yo sonrío y corro a felicitarlos, bueno más a Mia ya que ella es mi amiga. Cuando me separo de ella miro atrás y veo los rostros de Eric y Lean.

Sin decir nada cada uno fue corriendo para un lado diferente. Mire a Mia suplicándole que me dijera a qué lado ir.

-Yo iré primero con Lean – Mia pasa por mi lado dirigiéndose por donde se había ido. Entonces yo camine por donde había ido Eric.

-¿Puedo sentarme? – quita sus manos de su rostro y me mira.

-Claro.

Nos quedamos un rato en silencio y no sé si hablar yo o esperar hasta que él este cómodo. Si es que llega a estarlo.

-¿Mia está con Lean? – Asiento – Yo... no sé cómo reaccionar a esto, lo único que me importa es Lean y en que Mia es su tía la que esta todos los días y le da cariño...

-No tienes que explicarme porque puedo imaginarme cómo te sientes. Quieres una madre para Lean...

-Sí pero...

-Tranquilo – coloco mi mano en su hombro – todo a su tiempo, no te estreses y a mi parecer es un niño feliz y no tiene problemas.

-Gracias, él te tiene mucho aprecio.

-¿Qué tal si vamos a buscarlo? – toma mi mano y caminamos. Quise retirarla porque no quería que mal interprete la situación o quizás ¿si quería que lo hiciera?

Deje mis pensamientos de lado y volvimos con todos. Lean al ver nuestras manos corrió a nosotros y nos abrazó.

Lo tome en brazos y lo lleve a que comiera algo.

Estuvimos un poco más de tiempo, donde las cosas ya no estaban tensas y parecía que nunca pasó nada.

En todo momento sentía la mirada de Eric y no podía sentirme nerviosa o si quiera no ponerme un poco roja. Cosa que hacía que todos se rieran de mí porque entendían toda la situación.

Una vez que volvimos a casa, acompañe a acostarse a Lean.

-¿Quieres que te cuente un cuento o una canción?

-La misma canción de siempre – me sonríe y empiezo a cantarle mientras dejo caricias por su blanquita cara.

Mientras me mira de a poco comienza a cerrar sus ojitos.

-Te quiero mami... - susurra y se queda profundamente dormido.


No quiero ser tu lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora